Todo empezó al llegar a casa una hora antes de lo previsto, ese fue el momento en el que la vida tal como ella la conocía se rompió en pedazos.
Entró a casa sonriente, una rutina diaria en su vida, tal vez si su novio Ron había tenido un buen día en el trabajo, podrían pedir una pizza y tener una noche de mimos. Había tenido un horrendo día en el trabajo y realmente necesitaba un poco de afecto del pelirrojo.
Esperanzada ante aquella tentadora imagen, dejó las llaves en la mesita del recibidor y se encaminó hacia las escaleras que dirigían hacía su dormitorio, su pareja seguramente estaría haciéndose una siesta en la cama, como hacía todos los días antes de que ella llegase a casa.
Pero la imagen que presencio cuando cruzo el marco de la puerta no fue la de su amado novio descansando en la cama que compartían, sino que lo encontró con los labios conectados a la que creía una buena conocida, Lavender Brown. La castaña deseó poder olvidar la forma en la que había prendas de ropa repartidas por la pared y, sobre todas las cosas, poder olvidar la forma en la que sus cuerpos de movían al compás.
Ninguno de ellos reaccionó de ninguna manera, así que ella supuso que no habían escuchado la puerta de la casa abrirse, ni la habían visto parada en el marco de la puerta de la habitación que compartían.
Preparó su mente para cualquier mentira que el pelirrojo podría crear, su pareja no era una persona que aceptase sus errores de forma honesta, incluso ella sabía eso.
-¿Ronald?
La reacción de ambos fue la que ella más se esperaba, Ronald se separó de la morena como si el simple contacto le quemase la piel, ojos abiertos como platos fijados en su prometida plantada en la puerta, su piel palideciendo a cada segundo que pasaba.
Sus propios ojos se llenaron de lágrimas, pero su dignidad no le permitía dejarlas caer, se convertiría en mortifaga antes de llorar frente a ellos. De forma borrosa, pudo reconocer la expresión de satisfacción en el rostro de Lavender, sonrisa orgullosa en los labios y ojos brillantes.
Recordó la expresión de Crookshanks cuando cazaba un ratón y no pudo diferenciarla de la expresión de Brown.
-Mi amor, te juro que esto no es lo que parece
-¿Y qué se supone que es?
-Ahm...
- ¿Por qué?
Aquella era la pregunta que le cruzaba por la cabeza sin parar, ella había sido una buena novia ¿Cierto? Había sacrificado por la su relación, era alentadora a todas las metas que su pareja tenía, lo apoyó durante todo.
Entonces ¿Por qué?
-Pues porqué me prefiere a mí
La voz de Lavender le entró por el oído y, aun sin dirigirle la mirada, supo que se estaba burlando de ella. Su estómago ardió, pero se obligó a si misma a tomar una bocanada de aire, se negaba a caer a su nivel.
-No estoy hablando contigo -No alzó la voz, no valía la pena.
Ronald, ya vestido al lado de la cama, intentó acercarse a ella, pero, cada paso que él daba, ella retrocedía. Intentó alzar su mano, con la esperanza de que, tal vez, ella le permitiese acariciarle la mejilla como tenía planeado. Hermione se apartó y frunció el ceño.
-No me toques
-Mi amor
-Tampoco me llames así
Salió por la misma puerta por la que había entrado minutos antes, no se veía capaz de aguantar un segundo más en aquella habitación sin hacer algo de lo que se arrepintiese, no sabía exactamente si aquello se refería a la violencia o a sollozar delante de aquellos dos.
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La Última Vengadora - Hermione/Loki
FanfictionHermione Granger, después de un corazón roto en el mundo mágico, se encuentra con un hombre que dice necesitar de su ayuda para salvar al mundo. ¿Decidirá ayudarle?