La ropa que Loki había proporcionado le picaba a la piel y ya se había acabado los libros que había en la biblioteca de la habitación que el dios del engaño le dio. Y, para mejorarlo todo, su estómago rugía con fuerzas, exigiendo comida lo más rápido posible.
Eran las cuatro de la tarde y ella aún no había comido nada desde el desayuno, que consiguió sacar de la cocina sin cruzarse con Loki. La cocina estaba siempre llena de comida que parecía sacada de restaurante, pero si comía a la hora que tocaba significaba que tenía que comer al lado o delante de su secuestrador.
Y solo aquel pensamiento le trajo nauseas.
Era por eso que siempre esperaba a que Loki terminase de comer para alimentarse ella. Era extraño, pero cada vez que aparecía por la cocina, había un plato en la encimera, caliente y sabroso. Ella se preguntó si él lo dejaba allí para ella.
Llevaba un par de semanas mareada, y con un punzante dolor en el pecho que de vez en cuando la mantenía en la cama. Se negaba a decírselo a Loki, conocía a demasiadas personas como él para saber cuál sería su reacción a que ella se encontrase en ese estado. Era por sus dolores de pecho que debía comer con frecuencia para no sentirse mal, pero su orgullo le impedía comer con Loki.
Enfadada con su propio estomago por no poder aguantar más sin comida, se levantó de la cama y se rindió en su fallido intento de seguir con su lectura. Así que, lanzando el libro contra la cama, se dirigió a la puerta. Suspirando sonoramente al casi tropezar con los bajos del vestido que llevaba.
Entró en la cocina con un pequeño portazo, sonriendo levemente al comprobar que Loki no estaba allí, solo una mueca. Frunció el ceño al notar que no había ninguna comida preparada para ella.
"Si no quiero morir de hambre, tendré que hacerlo yo" pensó mientras se deseaba suerte a sí misma. La última vez que intentó cocinar ella sola en la cocina, casi la incendia si no hubiese estado la señora Weasley para apagar el fuego.
Intentó recordar todas las lecciones que la señora Weasley le dio para ser capaz de no vivir a partir de comida precalentada durante el resto de su vida. Trocear una cebolla fue lo más sencillo que hizo, aunque tuvo que secarse los ojos un par de veces. La parte complicada de su misión era trocear las demás verduras.
Estaba felicitándose por estar consiguiendo cortar un tomate a cuadraditos cuando, sin saber bien cómo, el cuchillo se le resbaló de las manos y acabó cayendo sobre su pie derecho. La sangre empezó a salir de su piel, manchando el suelo de mármol de aquel liquido oscuro.
El dolor empezó a atontarla y su vista empezó a atontarla de forma gradual, en su pecho se instaló el dolor que sentía desde hace días y le impidió respirar con normalidad. Intentó tapar la hemorragia con un trapo, pero se movía lento y le temblaban las manos. Ella había experimentado el dolor muchas veces, pero generalmente estaba causado por una tercera persona que la torturaba.
Hermione solía curar las heridas con su varita o un poco de poción cicatrizante, pero desde que era pequeña que no curar una de sus heridas de forma muggle. No tenía opción, sabía que tenía que detener la hemorragia, pero estaba mareada, no veía bien y le costaba mares respirar.
No podía detener la hemorragia en aquel estado.
La herida, a la vista de sus adormecidos ojos, era bastante profunda, pero no lo suficiente como para que su pie fuese amputado. Cayó sentada en el suelo y, ante sus ojos, todo se desmoronó.
*** *** ***
Recuperó la consciencia un rato después, cuando notó que alguien le tocaba el pie herido y, por un segundo, olvidó donde estaba y con quien.
-Agh –se quejó cuando sintió un dolor agudo y fuerte en su pecho.
-Deja de moverte, estúpida –la irritada voz de Loki la hizo recordar todo y tirar de su pie para que Loki dejase de tocarla.
El ojiverde no hizo más que mirarla con molestia y cogerle el tobillo con las manos, apretando lo suficiente como para que ella no se moviese, sin hacerle daño. Volvió su mirada a la herida y Hermione creyó verle una expresión de preocupación en el rostro.
Desechó esa idea al instante.
- ¿Qué ha pasado?
-No te interesa –bajó la mirada, no por no enfrentarse a el moreno. Sino por el hecho de que se sentía avergonzada de sí misma por haberse dejado derrotar por un cuchillo de cocina mal afilado.
Vio que su pie tenía una venda un poco manchada de sangre, pero bien puesta. Su pie, por mucho que lo comprobó, no dolía ni la mitad de lo que lo hacía.
-Mira, estúpida. Estoy perdiendo mi valioso tiempo curándote una herida, cuando podría estar haciendo otras cosas más importantes.
-Nadie te lo ha pedido
-Eso es cierto, pero aparentemente tú tienes una habilidad para auto mutilarte. A pesar de tener un coeficiente intelectual tan alto.
Hermione sintió una ira subir por su estómago hacía su garganta, pero se mantuvo en silencio, por mucho que lo odiase, Loki tenía razón.
- ¿Y bien? –la voz de Loki se hizo paso entre sus pensamientos.
-He intentado cocinar y no me ha salido bien.
- ¿En serio? –Hermione gruñó al escuchar una pequeña risa de Loki.
-Si
- ¿Tan estúpida eres? –Habló de aquella forma burlona tan característica en él- ¿Por qué cocinabas? ¿Me preparabas la comida, brujita?
-No te creas tan importante, serpientucha
Por el cambio tan repentino en la expresión de Loki, no le había gustado nada su respuesta, pero ella ya estaba acostumbrada a eso. Le ponía esa expresión unas veinte veces al día, por lo menos cada día de los cuatro meses que llevaba atrapada en aquel sitio.
- ¿Acaso no te enseñaron modales?
- ¿Acaso no te los enseñaron a ti?
-Mira, estúpida. Dejemos de discutir –por la forma en la que habló, de verdad que no deseaba seguir discutiendo.
La mayoría de las veces que discutían, él hablaba como si la discusión lo divirtiese. Esta era la primera vez que hablaba como si la situación le molestase de verdad.
- ¿Te duele? –por su expresión, la respuesta le daba realmente igual. Pero Hermione sabía que si no le importase la respuesta no hubiese preguntado, era algo que había aprendido de su forma de ser.
-Ni la mitad que antes
- ¿Cómo eres una vengadora?
- ¿Disculpa?
-Un solo corte en el pie te ha dejado K.O.
La verdad es que él sospechaba que algo le pasaba, había estado vigilando a la bruja un mes antes de secuestrarla y había podido ver como recibía infinidad de golpes y cortes, pero seguía peleando. ¿Cómo era posible qué un corte la mitad de profundo que otros pudiese dejarla inconsciente?
-No te importa en lo más mínimo
Como pudo, se puso de pie y cojeó hasta su habitación, donde se tumbó en la cama y acarició el espacio entre sus pechos.
El dolor en su pecho aún no desaparecía.
ESTÁS LEYENDO
La Última Vengadora - Hermione/Loki
FanficHermione Granger, después de un corazón roto en el mundo mágico, se encuentra con un hombre que dice necesitar de su ayuda para salvar al mundo. ¿Decidirá ayudarle?