La Última Vengadora - Hermione/Loki

36.- Abrazos

-No te preocupes –habló Tony a su oído- Loki no va a volver a tocarte

-No es necesario, él jamás me hizo daño

-No importa ahora –habló él, Hermione agradecía el cambio de tema- ¿Qué os ha pasado? ¿Por qué habéis llegado así?

Ella solo suspiró y se tumbó en aquella mullida cama.

-Convencí a Loki de volver, pero en el camino hacía aquí unas criaturas nos atacaron

- ¿Criaturas? ¿Qué criaturas?

-No lo sé –se abrazó un poco los brazos y Tony la tapó con la manta- Unas muy grandes y fuertes.

-Pero tú no estás herida ¿Verdad?

-Porque Loki me protegió, él se llevó todo el impacto del ataque –no pudo evitar desviar su mirada hasta la cama en la que se encontraba el susodicho, inconsciente. Sintió un nudo atándose en su estómago.

- ¿Te protegió? –Tony habló incrédulo- ¿Por qué haría eso?

"Porque me ama" pensó, más no lo dijo.

-Somos amigos

Hermione no miró a Tony al decirlo, no sabía qué tipo de reacción tendría, pero sabía que no iba a ser buena y no se veía preparada para soportar la decepción del genio. No ahora que lo había vuelto a ver.

- ¿Qué?

Después de lo que parecieron horas, Tony habló y Hermione sintió un escalofrío cruzarle la medula. Para ser un genio, le había costado unos minutos procesar la información, aunque Hermione entendía.

-Nos hemos hecho amigos –cogió aire y lo soltó, aunque no cambio nada dentro suyo- Con el tiempo nos hicimos amigos, creo

- ¿Crees? ¡Te secuestró! –Alzó la voz y ella hizo una mueca- ¡Te llevó a la fuerza!

-Sé lo que significa el verbo "secuestrar" –habló calmadamente, sin alzar la voz- No niego que me llevó a la fuerza y me obligó a estar en la mansión, pero después de odiarnos durante un año, sucedió algo y ahora somos amigos. Solo eso.

- ¿Sucedió algo? ¿Qué sucedió? –la tomó de los hombros, aunque de forma delicada- ¿Te obligó a algo?

Por los ojos que vio en Tony, supo que no había explicado la situación de la mejor forma, ahora el genio creía que el dios la había forzado. A veces era estúpida.

-No me obligó a nada –se soltó del agarre tranquilamente, sin perder la calma- Enfermé por culpa de mi magia, él me salvó la vida y después de aquello, pudimos hablar tranquilamente. Ahora somos algo parecido a amigos, así que te pido que no le hagáis daño.

- ¿Qué? ¿Ahora lo proteges? ¿Después de todo lo que hizo?

-Le juré que no me separaría de él, juré que sería su compañera

-Vas a romper ese juramento -su voz sonó segura de ello, pero su rostro no lo parecía tanto. La expresión que su viejo amigo usó parecía una súplica y eso le dolió.

-No, Tony

- ¿Vas a protegerlo? ¿En serio?

Su expresión hacía que su estómago girase bruscamente, pero ella había dado su palabra y debía cumplirla. En su mente en ningún momento apareció la remota idea de abandonar al dios, y aquello la frustraba.

-Me ha salvado la vida muchas veces, se lo debo

-No le debes nada,

-Tony, sé el daño que ha hecho. Pero no voy a traicionarlo