La Última Vengadora - Hermione/Loki

14.- El Corazón de Fury

- ¿Por qué no, Nick?

-Por qué he dicho que no

-Es el cumpleaños de Harry, necesito felicitarlo

-No puedes, no hasta que acabemos de encontrar a Loki

- ¿Por qué?

El director de SHIELD suspiró una vez más en los últimos diez minutos, parecía que ese día no iba a poder dejar de hacerlo. Ya no recordaba exactamente la cantidad de veces que le había explicado pacientemente a la castaña que no podía comunicarse con ningún miembro del mundo mágico.

Aun así, ella no había dejado de perseguirlo por todo el recinto del Hellicarrier, constantemente preguntando porque no podía enviar la lechuza que contenía el regalo hacía su hermano. A pesar que usualmente encontraba su tozudez bastante adorable, no podía evitar sentirse irritado después de un par de horas teniendo a la bruja como sombra.

-Porqué SHIELD puede interceptar mensajes y hacerlos invisibles, pero necesitamos tecnología. Nosotros no podemos interceptar a un ser animado, como es una lechuza. -le repitió otra vez, aguantando un suspiro.

Al parecer ella entendió, porque con un suspiro y el ceño fruncido salió de la sala de reuniones, lanzando la pequeña cajita con el regalo en la mesa.

Durante las siguientes dos horas, Nick intentó seguir con su trabajo como si no hubiese sucedido nada, pero era cierto que no podía evitar dirigir su mirada a aquella cajita decorada con un papel de regalo rojo y aquel estúpido lazo dorado encima.

Refunfuñando la abrió y suspiró una vez más al ver que solo era una pequeña pulsera dorada en la que ponía "<<Te quiero. HG>>"

Se acercó a uno de los novatos que se encargaban de vigilar la temperatura de los motores, este no le dirigió la mirada, sino que simplemente bajo la cabeza.

-Mande esto a Harry James Potter Evans

-Pero, Señor...-fue interrumpido por una mirada del hombre que lo hizo temblar

-He dicho que lo mande -él lo cogió y empezó a buscar en los radares a ese tal Potter.

Nick no pudo evitar suspirar una vez más, era demasiado blando con la bruja.