Por lo visto, las mañanas en la guarida secreta Stark eran un lugar tranquilo, sin todos los agentes corriendo de un lado para otro, todos los vengadores entrenando o simplemente descansando en los sofás de la sala.
El staff medico usualmente iba de un lado para otro mientras los asistentes del señor Stark correteaban a su alrededor, sin dejarle tiempo suficiente al genio de comunicarse con ellos de forma apropiada.
No era que no le gustase el ambiente que había habitualmente, usualmente él era una de las personas que correteaba por los laboratorios, pero si encontraba bastante relajante entrar a una sala, usualmente colapsada, y encontrarse solo.
Las cristaleras que daban al jardín proporcionaban una luz blanca que resaltaba los colores verdes de los árboles en el patio, haciendo que no fuese realmente necesario encender la luz de la sala.
Los últimos dos días habían sido todo locuras, así que no le sorprendía que los chicos se estuviesen tomando un día para dormir de más. Él también lo hubiese hecho, pero a las ocho en punto de la mañana, su cuerpo decidió que no quería descansar más.
-Buenos días
Sus sentidos arácnidos le hicieron actuar con rapidez, volteando hacía la encimera de la cocina, allá donde la melodiosa voz le asustó.
-Buenos días, señora Granger -tartamudeó, sonriendo. No quería dar una mala impresión con la muchacha que todos amaban, pero la vio fruncir el ceño y creyó que no había lo suficiente educado- ¿Necesita algo?
-Necesito que dejes de llamarme señora, mi nombre es Hermione -sonrió y volcó un poco de zumo en un vaso, fue cuando vio que toda la mesa de la cocina estaba llena de comida- ¿Tienes hambre?
-Un poco, si
-Pues ven aquí -habló y, por el tono que utilizó, Peter creyó que podía relajarse- En la mesa está el desayuno
- ¿Usted ha hecho todo esto?
-Técnicamente si
- ¿Técnicamente? ¿A qué se refiere?
Con paso inseguro, se sentó en uno de los asientos de la mesa de la cocina, segundos antes de que ella se sentase delate suyo, con un café caliente en la mano. Sin saber exactamente qué hacer, lleno su plato de las cosas que vio delante suyo.
-Bueno, no soy muy buena cocinera -sonrió, pero era una sonrisa diferente, era como si se estuviese disculpando por no saber hacer algo- Pero soy buena bruja, así que he hecho que mi magia prepare el desayuno.
- ¿En serio? -La castaña amplió su sonrisa cuando vio como sus ojos brillaban, le recordó a Tony cuando ella hacía algo mágico delante suyo. Tan hambriento de conocimiento- ¿Cómo se hace?
Rebuscó debajo de su chaqueta y sacó la varita de Harry, no era la suya y por eso no conectaba demasiado con ella, pero era de las primeras veces que había utilizado la magia en un año y medio. Era refrescante.
Desde el otro lado de la mesa, aquel muchacho sonrió y Hermione juraría que estaba pegando botecitos en su asiento.
-Se hace con esto, una varita
- ¿Cómo se usa? ¿Qué hay dentro? ¿Algún programa?
-La mía está hecha de nervio de corazón de dragón -dijo, observando de cerca la varita de su hermano- Esta está hecha de pluma de fénix
- ¡Wow! ¿Cómo se activa? ¿Electricidad? ¿Algún químico?
-La activa mi magia -habló, pensando si aquella curiosidad era algo típico en la edad de aquel chico- Todos los magos tienen magia en su cuerpo, pero no la podemos utilizar establemente sin una varita, esta ayuda a utilizar la magia y regularla.
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La Última Vengadora - Hermione/Loki
FanficHermione Granger, después de un corazón roto en el mundo mágico, se encuentra con un hombre que dice necesitar de su ayuda para salvar al mundo. ¿Decidirá ayudarle?