La Última Vengadora - Hermione/Loki

35.- Enfermería

- ¿Qué?

La estupefacción que todos sentían fue representada por la voz del capitán, que dejó caer su escudo ante la escena. El vibranium resonando contra el suelo fue el único sonido que se pudo percibir en un par de minutos.

- ¿Her...Hermione? –La castaña sintió escalofríos en su espina dorsal al oír aquella rota voz que había dejado atrás hace dos años.

- ¿Harry?

Los escombros a sus pies se removieron al momento que él pelinegro echó a correr hacía aquella esfera de luz que, lentamente, se disolvía en el aire. Eran muchas las maneras que este soñó en el momento de encontrar a su hermana, pero aquella escena que presenció fue inesperada.

Hermione no le recibió con los brazos abiertos, como siempre había creído que haría, sino que extendió su mano cubierta de aquel líquido escarlata. Las visibles lágrimas en sus ojos fue lo que le hizo correr más rápido.

No perdió el tiempo en preguntar nada, sino que lo ignoró todo para lanzarse a sus brazos, sin importarle acabar manchado por completo de aquel fluido. Por un segundo, pudo sentir como si hubiesen vuelto en el tiempo, cuando ella le rodeó con sus brazos débilmente.

-Harry, sálvalo –Sus tartamudeantes palabras susurradas le helaron la sangre. No entendió demasiado a qué se refería hasta que dirigió su mirada a sus piernas, al hombre inconsciente en ella. Había estado tan concentrado en ella que ni siquiera se había dado cuenta de su presencia- Por favor, sálvalo

Tal vez fue su suplicante voz o la forma en la que temblaba por completo, pero aquellas pocas palabras hicieron que reaccionase y evaluase el cuerpo de aquel desconocido. Un corte bastante profundo que cruzaba casi la mitad de su pecho era visible a través de aquellas prendas de cuero absolutamente rajadas.

Un "Vulnera Sanentur" causó que la hemorragia fuese deteniéndose lentamente, fueron solo unos segundos, pero Harry tuvo la oportunidad de examinar la situación en la que ella se encontraba.

Hermione tenía el pelo revuelto como en su último año de Hogwarts, sus brillantes y hermosos ojos marrones estaban ahora apagados e inundados en lágrimas. A pesar de lo destrozada que se veía abrazando a aquel hombre, no parecía estar herida físicamente. Al volver a repetir el hechizo la herida empezó a cerrar delante de sus ojos.

La imagen de aquel corte cerrando por fin consiguió que los sollozos de la muchacha fuesen disminuyéndose hasta detenerse lentamente.

Una gran mancha escarlata mojaba su mejilla derecha, pero al momento en el que se frotó las lágrimas de la cara, esta se corrió hacía un lado. Harry supuso que la sangre era de aquel hombre y no de ella.

A pesar de presenciar cómo sus heridas cerraban, la castaña no se veía capaz de soltarlo por un segundo. Sus brazos no parecían obedecer sus órdenes, pues se seguían aferrando al dios del engaño con fuerza.

Su mente estaba borrosa, no podía penar con la claridad con la que siempre actuaba y el pánico se inundó el pecho al ver al pelinegro en aquella situación. En su mirada no podía ver nada que no fuese él y su hermano a su lado.

"¿Por qué? ¿Por qué estoy llorando por él?" El pensamiento pasó por su cabeza, más no tenía sentido absolutamente nada en su comportamiento. "Él te ama, es lo mínimo que puedes hacer"

No lo amaba, era cierto que sentía por él lo que jamás sintió por ningún otro hombre, pero aquello no era amor. De eso ella estaba segura.

"¿Por qué estoy llorando entonces? ¿Por qué me ha inundado el pánico?"

Ella era conocida por su mente fría y por su capacidad de moverse cuando nadie más lo hacía, pero ver a Loki herido la había arrastrado al pánico, un pánico que no la había dejado moverse.