Livraison III (lemon)

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-¡Marinette tranquila me estás lastimando la barbilla!
-Estoy nerviosa ¿Ok?  Disculpame, esto es tan inusual y me atemoriza...
-¿¡Inusual!? Marinette Dupain Cheng esta relación es inusual ¿¡quién demonios sale consigo mismo!?A-además no te estoy incitando a nada.

-¡Ya lo sé Marino! Es sólo que...  T-te estoy sintiendo. - Gritaba la azabache apenada. Me frustraba la situación en la que estábamos, y sobre todo su expresión; había logrado que mi  rostro se pusiera carmesí...

-N-no eres la única que siente al otro.  - Musité inseguro - Amor - proseguí a hablar de manera firme mientras bajaba con rudeza su mano de mi barbilla y dirigía mi mirada a su enrojecido rostro.  - Deja de ver esto como un tabú. Estamos a tiempo de detenernos. ¿Es lo que deseas?

Dudosa, observó mis ojos por un largo periodo.

-Me siento en conflicto conmigo misma. Me inculcaron desde siempre que esto no es correc...
-¡No te estoy preguntando qué te inculcaron, te estoy preguntando qué es lo que deseas!
Mi voz había sido demasiado autoritaria, cosa que sorprendió a la peli azul... Moría por probar su cuerpo, estar más con ella, mi corazón estaba palpitando de manera arritmica, pero la fuerza de voluntad para controlarme era la delgada barrera que me ayudaría a proseguir con aquel acto o declinar en favor de la moral.
Rodeó mi cuello con sus brazos, se acercó a mi oído, haciendo que percibiera su cálido aliento que lograba una sensación de cosquilleo y bienestar.
-Q-quiero estar contigo.  -Susurró...-quiero que nada me importe, sólo nosotros.

Devolví mi vista a sus enternecedores ojos, tomé sus cálidas mejillas. Su mirada me hizo entender que quería sentirse diferente, especial; quería sentirse una mujer conmigo por primera vez.
Sin dudarlo, la besé con demasiado sentimiento, acelerando el ritmo de manera agitada, tragando mutuamente nuestra saliva, degustando de aquel comienzo tan intenso pues estaba decidido; hoy la haría mía. Sin previo aviso, la cargué, dirigiéndonos a aquella suave cama matrimonial.

Ahora, me encontraba arriba de ella, admirando un poco la esencia de sus frescos, suaves y pálidos pechos recién bañados. Me enfoqué en su hermoso rostro de ángel y seguímos basándonos.
Ella, bajó la bata, dejando mi torso a su alcance. Acariciaba mi espalda, haciendo presión con tal de acercarme más a su pecho... Entendí la acción, por lo que, acerqué un poco más mi cuerpo al de ella. Nos separamos por falta de aire, sin embargo, las caricias no cesaron.
Al recuperarnos, volvimos a una pelea entre nuestras cavidades bucales logrando saber quién era el que más ofrecía placer.
Indiscutiblemente, comencé a depositar besos sobre su cuello, escuché cómo suavemente gemía provocando que me exitara aún más .

Mi dulce ojiazul se movía frecuentemente, sujetando con una mano mi cabeza impidiéndome una separación y con la otra, arañando mi espalda.

Me apoyé con un brazo y proseguí a desnudarla completamente con el otro, ella me detuvo. Creí que se había arrepentido lo cual me hizo sentir como un tonto que se aprovechaba de ella pero únicamente fue para acomodarnos, nos hincamos sobre la cama y ella comenzó a besar mi cuerpo.

-Mari ¿en verdad quieres hacerlo?

La azabache volvió hacia mi con una mirada seductora,  me intimidó de cierta manera; nunca la había visto con esa expresión de lujuria en su rostro.  Únicamente sonrió pícaramente y me despojó lentamente de mi prenda. Acarició mis pectorales y bajó poco a poco hasta llegar a mi abdomen.
No quise quedarme atrás, así que valerosamente continuée desprendiendo la bata blanca... 

Una figura tan bien marcada acompañada de dos pezones rosados y exitados estaban a mi vista, privé mi mirada hacia su esencia por temor a incomodarla. Independientemente de lo que estaba sucediendo, ella era especial para mi, me di cuenta que nadie ocuparía su lugar nunca. Mi Marinette; mi dulce contraparte que me volvía un mar de emociones, mi única razón para seguir en aquel extraño París y no querer alejarme nunca, mi única razón para seguir siendo el bueno.

"Coincidence".  ML Marino x Marinette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora