L'emporium

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Llegamos al hospital, Mathias se quedó conmigo mientras Noelia iba a ir por algunas cosas para mí.
Estábamos en la sala de espera, una enfermera llegó y amablemente nos pasó al consultorio medico de algún doctor en turno.
El doctor llegó, Mathias le explicó mi situación. Revisó mi cráneo ya que había "olvidado" gran parte de mis recuerdos. Al no encontrar golpes en mi cabeza decidió hacer unas radiografías, pero el resultado era el mismo; nada. Llegó a la conclusión de que padecía amnesia disociativa y que debía enfrentar los recuerdos que habían creado en mí un trauma...
Era patético, si tan sólo pudiera hablar y no fingir que olvidé todo.

En cuanto a mis heridas en el torso y espalda, el doctor hizo tres suturas, cada una con 5 puntadas. Me dio medicamento por si se presentaban molestias y me dijo que en una semana lo visitara para ver cómo iba avanzando la curación.

Al salir de la habitación, se encontraba de vuelta Noelia con algunos refrigerios y ropa doblada.
-Marino ¿Cómo sigues? Te traje algo para que comas y ropa limpia.

Estaba asombrado, no entendía por qué aquella mujer y aquel pelirrojo eran tan amables conmigo, me daba lastima el sentir que ellos también corrían de cierto modo peligro.

-G-gracias, señora Brodeur. - Dije ruborizado al momento de tomar la ropa. - No lo entiendo... ¿Por qué están ayudándome tan desinteresadamente? Soy sólo un extraño que tuvo mala suerte. - Dije viéndolos fijamente a ambos.
- Algún momento de nuestra vida debemos ser solidarios con el prójimo, no importa como luzca, de dónde sea, si tienes la oportunidad de ser en la vida alguien grande por medio de tus acciones ese motivo es más que suficiente.
Verás, Angus es mi esposo, él digamos que es una persona demasiado reservada. Cuando me habló preocupado por lo que te sucedió sentí un asombro y una alegría inmensa, el saber que le nacía ayudarte a toda costa me hizo sentir que rindieron frutos todos estos años en los que traté de que el fuera menos cerrado y egoísta.

-Ya veo, su esposo... ¿En qué trabaja? - cuestioné esperando impaciente su respuesta.
-Él es policía, actualmente fue ascendido como guarda espaldas de una de las familias más ricas de París, hace muy bien su trabajo estoy demasiado orgullosa de él. - decía la mujer con ilusión.

<<¡¿Es en serio?! ¡Maldito corrupto!>> Pensé demasiado irritado.

Al escuchar las palabras de la señora Brodeur sentí como si me hubieran echado un balde de agua fría, era obvio que Angus le escondía su otra vida a la pobre Noelia. La sangre me comenzó a hervir, era un canalla al utilizar a su mujer en los planes de Hawk Moth de manera indirecta.
-¿Pasa algo, Marino? - preguntó Mathias haciéndome reaccionar.
-No, nada Mathias no te preocupes. S-sólo me comenzó a doler la cabeza.
-Ve a cambiarte, Marino. Después de aquí iremos a llevarte a rentar una habitación.
Asentí y fui al baño del hospital.
-Casualmente viviremos en el mismo edificio, Marino. - dijo fuertemente Mathias quien volteaba de reojo apoyando su cabeza en sus manos mientras reía. Sus palabras me habían preocupado, una mueca de pánico salió de mi rostro junto con un ruido de mi garganta para después tragar saliva, seguía pensando en que este chico era un tanto extraño.

Salí del baño, llevaba puesto unos jeans gris oscuro, playera manga larga color mostaza con el borde de las costuras azul oscuro, una sudadera de capucha y unos tennis de color vino.
-¡Venga pero si te ves mejor, tío! - Dijo Mathias con una sonrisa.
-Mathias son muchos halagos por el día de hoy, gracias. - Dije riendo mientras rascaba mi mejilla y hacia una mueca.
La señora Brodeur sólo rió. Al llegar al auto nos subimos en nuestros perspectivas lugares.
-Mathias, creo que he olvidado mi cartera en la sala de espera. ¿Podrías revisar?
-Con gusto, señora.
Abrió la puerta y se dirigió rápidamente hacia el interior del edificio. Noelia volteó su cuerpo hacia donde me encontraba.
-No te preocupes por los comentarios de Mathias, siempre ha sido un chico risueño, le gusta cortejar y ser un tanto bromista, lo conozco desde hace mucho. Serán buenos amigos el tiempo que estés aquí.
Parecía que la señora Brodeur había leído mi mente sin embargo sus palabras me relajaron un poco.
-Oh, bueno... Gracias por sus palabras.
En eso se abrió la puerta del copiloto.
-Aquí tiene, Brodeur.
-Gracias, Mathias.
El carro se encendió y nos dirigimos al edificio en donde me hospedaría.
Llegamos, agradecí enormemente y la señora Brodeur se despidió, dejándonos a Mathias y a mi en ese lugar. Abrió la puerta de madera color blanco que daba a la calle, era una casa con múltiples puertas, en cada una vivían diferentes inquilinos. Subimos a la planta más alta. Era un departamento compartido, lo único separado eran tres cuartos y el baño. El pelirrojo me mostró mi habitación, y dejó una caja en la cama.
-¿Qué es esto? - le pregunté
-Tu uniforme, mañana trabajarás con Noelia y conmigo. - dijo alegremente.
-¿En qué? - Dije asombrado.
- Como uno de los encargados de una tienda llamada "L'emporium". Noelia es la dueña de esa franquicia, yo soy su gerente.
-Ya veo...
-Trata de descansar, Cheng. Mañana será un día mejor. - se despidió con un guiño para irse.
No le tomé importancia ya que recordé que Ikke estaba preso en una esfera, lo saqué rápidamente.
-Pudiste apurarte. Me estaba muriendo.
Me coloqué mi miraculous al momento de verlo flotar.
-¿Por qué no desapareciste cuando me quitaron los pendientes?
-Porque Hawk Moth retuvo mi esencia y energía en esa esfera.
-Lo siento tan, Ikke. Si tan sólo te hubiera escuchado.
-Ya no importa, por ahora debemos buscar una táctica en la cual no lastimemos a Ladybug.
-Es cierto, es por ella que estoy aquí...
No tengo otra opción Ikke, debo ser un patán, Kitty corre peligro.
-¿Y lastimar a otra inocente?
-Algo bueno se me ocurrirá. ¿Cómo será ella?
-Espero que más inteligente que tu.
-¡Ikke ! - Grité refunfuñando.
-¿Todo bien, Marino? - escuché a lo lejos la voz de Mathias.
-¡Si, gracias!
Ikke y yo comenzamos a reír, ya era hora de dormir.

A la mañana siguiente me metí a duchar para después arreglarme con un traje y camisa negra, corbata roja y zapatos negros. <<Esto es demasiado formal>> pensé.
Mathias hizo lo mismo, además me compartió una loción demasiado fresca.
-Ten, se me olvidó que Noelia te trajo este abrigo. Estos días ha estado lloviendo mucho, toma este paraguas también.
-Gracias...
-Vamos antes de que se haga tarde. - propuso.

Salimos, el clima era fresco. La tienda quedaba a dos cuadras del departamento.
Me comenzó a ir bien en ese trabajo, estaba más tranquilo junto con mi nuevo amigo sin pensar en algún plan carroñero para atentar contra la super heroína de París sin embargo no lo olvidaba del todo.
Pasaron los días y cada vez hacia mejor mi trabajo. Jóvenes, señoras y señores entraban a la lujosa tienda a probarse los diseños del famoso Gabriel Agreste.
Es demasiado curioso, en mi mundo su contra parte era Gabriela, la madre de Adrianne, mi amor platónico. Había estado tan preocupado por mi presente que me olvidé completamente de lo que era sentirse enamorado, quizás era la lejanía.
La situación me hacía verla esporádicamente como un oasis en medio del desierto, quizás inalcanzable o simplemente una ilusión que a fin de cuentas se había ido poco a poco al olvido.
No fue hasta una tarde de un nublado viernes, donde parecía que el cielo iba a caerse a cántaros que entró una jovencita de piel pálida, cabello azabache y ojos celestes a la tienda, volví a sentir un cosquilleo en mi estómago.
Captó por completo mi atención desde que llegó. Quería acercarme a ella con el buen pretexto de atenderla sin embargo, me limité a hacerlo. Al parecer estaba llorando...

Fin del flashback

Hola, ya comenzaron un poco las cosas ashi como que más bonis jajaja. Gracias por leer!!! No olviden votar ah shi, crédito para el respectivo autor de la imagen. :3

&quot;Coincidence&quot;.  ML Marino x Marinette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora