21 - Déjalo ser

2.1K 72 5
                                    

Jade’s POV

                Ya pasó una semana completa desde mi salida con Harry y no dejo de sorprenderme de cómo se ha comportado conmigo desde entonces. Todos los días me despierto con un mensaje suyo de ¡buenos días! Y seré malvada pero no siempre los contesto. No es que no me hagan sonreír y no me agrade que sea tan tierno, pero es demasiado para manejar tan rápido. Me hace pensar hasta qué punto Harry es un personaje y hasta qué punto es persona, sé que estoy sobre pensando todo esto pero, digo, quién es él después de todo, ¿Harry el mujeriego sin ataduras? ¿Harry, el buen amigo? ¿Harry, el tierno y romántico? No se puede ser todo eso al mismo tiempo. ¿Verdad?

                Por lo otro lado, he dejado de intentar comunicarme con Sam. Creo que he empezado a aceptar que no quiera saber de mí y lo entiendo. Además, está el detalle que otras cosas me han mantenido ocupada, mis pensamientos últimamente giran en torno a la banda, los próximos compromisos y bueno, para qué mentir, Harry.

                Mañana comenzamos oficialmente a grabar nuestro segundo disco y no podríamos estar más emocionadas. Nuestros cuadernos están repletos de ideas y bocetos de futuras canciones. Encima mañana, para sumar nerviosismo, Perrie organizó una cena en nuestra casa con los chicos de One Direction, para festejar nuestro primer día de grabación y para despedirlos a ellos que viajan a Estados Unidos para una rueda de prensa por su futuro disco.

                Voy a verlo nuevamente y soy un manojo de nervios. Estoy completamente segura que me será prácticamente imposible dormir esta noche.

------

                La mañana se pasó en un abrir y cerrar de ojos. Se sentía tan bien estar otra vez en el estudio de grabación con las chicas. Al momento de irnos, si no hubiese sido por la cena que esperábamos igual de ansiosas, nos hubiésemos quedado allí todo el día, sin lugar a dudas.

                Leigh Anne y Jesy vinieron directo desde los estudios para prepararse aquí directamente. El reloj recién marcaba las 5pm y nuestra casa, ya era de locos. Las pizzas a medio hacer aguardaban en la cocina mientras que en el resto de la casa, había prendas desperdigadas por todos lados. Cuatro chicas corríamos de un lado para otro buscando una remera en particular, un maquillaje y hasta un oso de felpa. ¿Oso de felpa?

-Perrie, ¿para qué necesitas el oso?, pregunté riendo haciendo a las demás chicas posar sus ojos en ella.

-Me lo regaló Zayn, no quiero que piense que lo dejé tirado por ahí.

-Pero lo dejaste tirado por ahí, bromeó Jesy.

-¡No! ¡No lo hice, Jesy!

Todas reímos al ver al pobre oso atrapado entre el sofá del living comedor y la pared.

-¡Ya basta! Continúen con sus vidas… nos dijo Perrie haciéndose la ofendida. No tú Poopey. Necesito hablar contigo. Tomó mi mano, arrastrándome hasta su cuarto.

-¿Qué pasa? No estaba segura con qué podía salirme.

-Uhm, nada. Sólo quería hablar contigo. No me contaste nada de Harry después de la salida. ¿Estás evitando el tema por algo en especial? Porque si te pone incómoda que venga esta noche, puedo decirle a Zayn que le diga que no venga, tú sabes, si estás de acuerdo y eso. Hablaba de corrido, casi inentendiblemente.

-Perrie… ¡Perrie!, intenté interrumpirla para que me dejara hablar. Siguió un poco más con su discurso hasta que se percató que le estaba hablando.

-Lo siento, ¿qué?

-Quería decirte que está todo muy bien. No tienes que preocuparte.

-¿Entonces?

-¿Entonces qué?

-¿Todo bien con Harry?

-Si, Perrie, todo bien, dije sin poder evitar reír. Comencé a caminar hacia mi habitación para terminar de prepararme pero Perrie corrió hasta alcanzarme, y se clavó enfrentándome

-¿Vas a dejarme así?

-¿Así cómo? Volví a reír.

-Te haces la misteriosa Jadey, contestó con una sonrisa traviesa, como sólo ella sabe hacerlas.

-¡No lo hago! No hay nada que contar.

-¿Entonces no fue una cita?

-Ehhm, no, si, ¡no lo sé!

-Aww Poopey, eres tan tierna cuando te sonrojas. Achiné los ojos adoptando una expresión solemne. Pero sólo provocó que comenzara a reírse a carcajadas.

-¡YA BASTA! Mi voz se elevó más de lo pensado y Perrie se acercó a mi preocupada.

-Lo siento Baba, no quise ofenderte, en serio.

-Está bien. Es sólo que estoy nerviosa.

-¿Te gusta mucho, no?

-Tengo miedo de decir que sí.

-No lo digas entonces. Déjalo ser.

                Nos quedamos así, sonriéndonos. Sus ojos reaseguradores, sus manos en mis hombros. De pronto, el sonido del timbre retumbó y nuestras miradas se llenaron de pánico. ¡No estábamos ni cerca de estar listas!

Todo me lleva a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora