37 - El casi encuentro

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Harry’s POV

                Ayudé a Taylor a terminar de preparar su equipaje para la semana e intenté convencerla de permanecer allí unas horas, relajándonos, antes de volver al hotel con todos, con el fin de no cruzarme a Jade.  Preparó dos grandes tragos con ron, coca cola y limón que bebí en un récord de tiempo absoluto. Todo con el fin de calmar mis nervios.

                Cuando me quedé sin excusas, emprendimos nuestro camino al hotel. Ya no había forma de retrasar el encuentro. Taylor estaba extremadamente fascinada de unirse a todo el grupo y, aunque probablemente no debería decirlo, era bastante molesto que no dejara de hablar de ello.

-Espero que ya hayan llegado todos. Estoy tan emocionada de conocer a las chicas. Leigh-Anne es tan increíble, ni hablar de Jesy con su beatboxing, Perrie y el rango de su voz, y Jade…, mi corazón dio un salto a mi garganta al escuchar su nombre…es tan tierna, o al menos eso parece.

Me miró esperando una respuesta de mi parte. Seguramente una afirmación o negación de si lo que estaba diciendo era correcto. Y qué le iba a decir, cuál era la respuesta correcta a esta extraña, retorcida y dolorosa, muy dolora situación. Porque si fuera totalmente sincero, tal vez diría que Jade es la clase de chica a la que llegas a querer tanto que casi te hace lamentarlo pero que aún así no te arrepientes ni un solo día. Por eso, por todo aquello que ella causaba, estaba ansioso de no verla nunca más

                Atiné a asentir con una sonrisa a todo comentario que realizaba, era como participar sin siquiera tener que escuchar lo que decía. Un poco desconsiderado, sin embargo, más sincero que cualquier respuesta que pudiera darle.

                Tomé su mano y la apreté fuerte cuando cruzamos la gran puerta de vidrio de entrada al lobby y los vi: mi grupo de amigos, sentados con sus novias y las chicas de Little Mix, bebiendo unos tragos en el bar. Escaneé rápidamente a los presentes buscándola, pero la encontré alejada,  de espaldas.

                Primero lo vi a él: pantalones caídos, camiseta suelta y la típica gorra, esas que siempre llevaba. Era hasta insultante como ella podía sentirse atraída por él. Vamos, no es maldad. Es sentido de la moda y el buen gusto, si usaba ropa tres talles mayores al suyo.

                El torrente de pensamientos se detuvo de inmediato cuando me dediqué a observarla ella: parada a su lado, un poco más flaca, lo que me hizo arrugar el ceño, y también con una cabellera más rubia que la última vez que la vi, hace algunos meses. Pero hermosa, hermosa como siempre.

                La estaba contemplando de espaldas y ya podía percibir mi respiración acelerarse. Desaparecieron al cabo de unos minutos tras las puertas del ascensor y sentí un pequeño flaqueo en mis rodillas.

                Taylor tornó toda su atención a mí en ese momento, casi olvidando su emoción por ser presentada. Le eché la culpa al alcohol que habíamos bebido lo suficientemente rápido para hacer creíble mi justificación, y la abracé, pegándola más a mi cuerpo y dirigiéndonos al grupo sentado en el bar que nos miraba en silencio, aguardando nuestra aproximación.

-Chicas. ¡Qué bueno verlas!, fingí emoción. Les presento a Taylor, mi novia.

-¡¡¡Hola!!! Saludaron ellas, y pude notar que también fingían.Sonreí pensando en la expresión que tendría Jade. ¿Sentirá celos?

                Nos sentamos en la mesa, Taylor sobre mis piernas, y en mi interior, deseé que Jade volviera y nos vea, enamorados.

Jade’s POV

                Mi corazón latía incontrolablemente rápido, tomé una bocanada profunda de aire para calmar la excitación del casi encuentro. En mi cabeza, pasaban las palabras que nunca nos dijimos. Los ojos de Sam lanzaban dardos invisibles hacia mí. Sospechaba, probablemente ya sabía todo, pero no decía nada, y el camino en el elevador se hacía fatigosamente silencioso.          

                Entramos a la habitación y me tumbé en la cama, me dolía todo el cuerpo. Sam se recostó a mi lado, imitando mi posición, ambos mirando el techo.

                 Silencio sepulcral. 

-Entonces…se aclaró la garganta…estás evitando a Harry porque…

-No lo estoy evitando, sonó demasiado a la defensiva. Es sólo que después de lo que pasó…entre ustedes…es un poco incómodo, intenté explicar y rogué que se lo creyera.  Asintió, más para sí mismo que en respuesta hacia mí.

                Permanecimos unos minutos más en silencio.

-Pero ¿estamos bien? Me giré para verlo y pude ver preocupación en su mirada. El pecho se me llenó de ternura y culpa, y me cerní sobre él para besarlo. 

Todo me lleva a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora