Todo me lleva a ti

44- El destino se revelaría

Jade’s POV

                Huyo. Huyo lo más rápido que puedo. Todo está oscuro a mi alrededor. No puedo distinguir ninguna forma. Es como si me hubiese despojado de mis sentidos. No puedo gritar. No puedo ver. Tampoco oír. Sólo queda correr. Correr lo más lejos posible.

                El desapacible y turbio día de otoño comenzó a palidecer anticipando el ocaso y yo seguía dando vueltas sin rumbo. Una lluvia helada y fina caía con caprichosas pausas y, de cuando en cuando, una ráfaga de viento fustigaba mi rostro con furia. Dios…estoy tan cansada.

                Aminoré la marcha cuando la extenuación física se hizo inaguantable.  Tomé noción que estaba sola, en medio de una noche tempestuosa. Sintiendo miedo y cansancio, me senté en el suelo, apenas doblaba la esquina, para resguardarme del viento frío, con la espalda pegada al grueso muro y mis rodillas juntas, dobladas a la altura de mi pecho. 

              Me duele todo el cuerpo, repetía en mi interior, no queriendo pensar en nada más. En nada incómodamente importante.

                La tormenta lo agitaba todo a su paso, árboles, carteles y sobre todo, mis sentimientos, que se revolvían en mi pecho, incontrolables. Fatigada y llena de turbación me largué a llorar angustiosamente. Estuve así un largo rato hasta que reconocí un par de zapatos, frente a mí, apuntando en mi dirección. Levanté la cabeza curiosa para encontrar su rostro apacible y ojos llenos de ternura. El destino siempre se encargaba de hacerlo mi pilar en esta vida.

-¿Liam? Dije con voz entrecortada

-¿Se lo dijiste? Preguntó con  suavidad mientras se acomodaba. Se sentó a mi lado, acercándose a mí un poco hasta que nuestros brazos se rozaban. Yo solo me limité a asentir con un movimiento de cabeza, las lágrimas aún rodando por mis mejillas.

Liam’s POV

                Pude divisar a Jade a la distancia, hecha un nudo en el medio de la calle, apoyada contra una pared de concreto. Largué un suspiro de alivio por haberla encontrado. La había visto salir corriendo del hotel hacía más de una hora y estaba realmente preocupado por dónde estaría en estos momentos.               

                Al aproximarme a ella y notar su expresión, supe inmediatamente qué había gatillado toda esta situación.

-¿Se lo dijiste? Inquirí ya sabiendo su respuesta. La vi asentir levemente y me situé a su lado.             

                Todavía me costaba entender por qué Jade no terminaba de contar la historia completa, era como si una parte de sí misma se sintiera culpable y otra negara totalmente todo lo ocurrido.

-¿Sam? Pregunté después de unos segundos de sólo escuchar sus sollozos retumbar en el medio de la noche.

-Si…

-¿Qué pasó?

-Se lo tenía que decir…ya no…no aguantaba más...

-¿Le contaste todo?

-Lo que necesitaba saber…dijo en  apenas un hilo de voz.

                Le insté que le contara a alguien, Sam o quien fuese,  las causas de su aflicción y toda la historia de su vida, pero seguía negándose. Cuando después de un buen rato, rompió su silencio con una verborragia inusitada.

-¿Te das cuenta que siempre arruino todo? Es increíble…no estábamos tan mal esta vez, Sam estaba más tranquilo incluso, pero Harry ... largó un suspiro…no sé, no entiendo que me pasa Liam, lo necesito cerca pero lo quiero lejos, y no es justo para Sam, entonces hago cosas estúpidas para alejarlo también, no puedo hacerle esto de nuevo. No lo merece, yo no lo merezco a él.  La dejé hablar y lamentarse hasta que la vi un poco más sosegada.

- Jade…Sam lo que merece es la historia completa, no fragmentos.

-No, dijo tajante.

-Pero si no le dices…no es justo porque…, ni siquiera me dejó finalizar la idea, interrumpiéndome con otra negativa.

-No Liam, basta.

-Está bien… me rendí una vez más ante su terquedad. ¿Entonces? ¿Ya sabes que harás? Me miró con los lagrimales colapsados. Tragué saliva para calmar el nudo en la garganta que se me formaba al verla sufrir de este modo. –Lo que digo es que…no puedes dejar las cosas así con Sam. Necesitas darle un cierre.

-Si…lo sé. Volví a posar mis ojos sobre los suyos y noté un dejo de optimismo, aliviándome en gran medida. 

                Le puse una mano sobre el hombro y la aparté de aquel lugar. En el viaje de vuelta le rogué que volviera al cuarto de hotel y hablara, una vez más con Sam, asegurándole que estaría en el pasillo por si me creía necesario.  Ella me seguía el ritmo con paso lento y los ojos arrasados de lágrimas. Sabía que esto iba a ser difícil para ella, pero era un paso necesario.

Jade’s POV

                Liam era mi salvación. Como lo fue aquél día, como lo es hoy.  Él me observó, escuchó respetuosamente, y luego me prodigó consuelo, con su voz transmitía una extraordinaria paz y fuerza, tal vez sin darse él mismo cuenta. Sus palabras y su actitud me hicieron bien y me infundieron de valor para enfrentarme a Sam.

                Cuando por fin llegamos al hotel, me acompañó en el trayecto en ascensor hasta mi piso, guardando silencio. Había logrado recuperar el calor corporal, para variar, gracias a él, que me ofreció su chaqueta desinteresadamente. Por eso lo quería tanto, había algo en esa forma de entregar sin esperar nada a cambio que me conmovía, lo malo era que, muy a mi pesar, eso mismo me recordaba a la última persona que me había tendido una mano en momentos de desasosiego: Harry.

                Sacudí mi cabeza hacia los lados para alejarlo de mis pensamientos. Era imperativo que me centrara en una cosa por vez, primero estaba Sam, luego el destino se revelaría…