Todo me lleva a ti

42- Lo que me llevó a ti (I)

Harry’s POV

                Para cuando arribé al hotel en su búsqueda ya me sentía un poco mareado. El whisky y los nervios se me habían subido rápidamente a la cabeza. Reflexionaba cuán vivas eran las impacientes esperanzas, que había despertado en mí, aquel encuentro con Jade. Me desesperaba por respuestas.

Toqué varias veces el timbre y fue recién ahí cuando barajé la posibilidad de la presencia de Sam. ¿Qué pasaba si él estaba? ¿Qué pasaba si Jade no estaba?... ¿Qué venía a hacer exactamente?

Transcurrió un buen rato sin que nadie se presentara a abrir la puerta pero luego escuché pasos, y un crujido que me reveló a Jade, ligeramente despeinada.

-Sam, qué es lo que…¿¿¿Harry???

-Sí, Harry, contesté cabizbajo.

-¿Qué estás haciendo aquí?

-Necesitamos hablar. ¿Puedo pasar?

-Ehmm…no sé si es muy buena idea…

                Ahí estaba otra vez rechazándome.

                Incapaz de seguir buscando su mirada sin éxito, quise darme la vuelta para irme. Pero el mareo me hizo trastabillar y ella se apresuró en sostenerme.

Jade’s  POV

-¿Estás bien?, pregunté insegura.  Era la primera vez que se veía tan… ¿débil?..No estoy segura si esa es la palabra que mejor lo describía, sea como sea, me preocupé. –Ven Harry, entra… pasé mi brazo por debajo del suyo, ayudándolo a estabilizarse.

-¿Estás segura?  Asentí, aunque realmente no lo estaba.  Lo ayudé a entrar y sentarse en la punta de la cama.

-Entonces… dije después de un rato en el que ninguno habló.

-Necesito que hablemos…

-¿Ahora?

-Ahora…

-Está bien, contesté algo dubitativa.

               Nos quedamos en silencio unos segundos, sin siquiera mirarnos. Levanté apenas la vista del suelo cuando lo escuché aclararse la garganta.

-¿Podrías mirarme? Dijo casi en un susurro, y me negué, sabía que si lo hacía, me perdería en sus ojos nuevamente. - Jade, vamos, ¿Qué hice para merecer tu desprecio? Siento mi corazón marchitarse cada vez que busco tu mirada y me ignoras.

-No digas cosas que en verdad no sientes… Cómo podía venir, después de todo este tiempo, a decir que le importaba algo de lo que pensaba y me pasaba.

-¿No me crees? Ubicó su dedo índice bajo mi barbilla, obligándome a encontrar su mirada.

-Lo que creo es que estuviste bebiendo y por alguna razón terminaste aquí.

-¿Quieres saber la razón?

-No Harry, no quiero saberla. No es justo que vengas a jugar con mi mente. No ahora.

-¡No estoy jugando! Dime que tu no sentiste lo mismo cuando nos abrazamos hoy.

-Ese no es el punto, dije molesta.

-Si el punto no es lo que sentimos, ¿entonces qué?

-Estás loco

-Puede ser…dicen que enamorarse, es una forma socialmente aceptada de volver loco.

                Abrí los ojos grandes. ¿Había dicho que me amaba? ¿Qué estábamos haciendo?

-Estás diciendo que…

-Si…no, no lo sé. Mira Jade, sólo sé que todas las veces que intenté olvidarte, y créeme que lo hice, puedes preguntarle a cualquiera, siempre seguí volviendo a ti, como imán.  Se puso de pie, acercándose a mí, hasta quedar a centímetros. –Y entiendo que somos opuestos en miles de cosas... Podía sentir el calor de su cuerpo. -Pero  ¿no es eso justamente lo que hace a los imanes atraerse? Dio otro paso en mi dirección. Cerré mis ojos y suspiré en frustración.

-No me conoces, Harry. No sirvo para estas cosas…

-¿De qué estás hablando?

-No podría amarte…

-No tienes que hacerlo, no por ahora. Tengo suficiente amor para ambos. Dame una oportunidad, dame tiempo de demostrarte que todo esto…si vale la pena.

                Pegó su cuerpo al mío, tomándome de la cintura por la espalda. Me estremecí ante su contacto, y mi piel se erizó como cada una de las veces que lo tuve tan cerca. Enterré mi cabeza en su pecho y antes de poder darme cuenta estaba llorando, empapando su remera casi por completo.