19 - Asesino de flores

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Harry’s POV

                Cómo no habíamos acordado los detalles y quería que fuese algo más que una simple salida.  Llamé a Jade temprano advirtiéndole que no iríamos a correr al parque sino que me gustaría llevarla a otro lugar sorpresa si es que estaba de acuerdo.  Y como no siempre todo es perfecto, aceptó pero me informó que debía volver temprano, por lo que  no quería que se hiciese tarde como el día anterior. Le aseguré en tono de broma que no debía preocuparse, que no saldríamos de Europa, pero no río. Parecía hasta un poco enfadada.

                Me vestí con mis skinny jeans negros preferidos, una remera blanca y una camisa escocesa encima. En el camino a su casa, me detuve en una florería, pero todo parecía demasiado formal. Además estaba el detalle que nunca había comprado flores para ninguna chica, salvo mi mamá y ella no cuenta realmente. Siguiendo los consejos de Liam sobre ir despacio, resolví llevarle sólo una flor, una margarita para ser más preciso.

                Para el momento al que llegué a la puerta de entrada, mis manos transpiraban incontrolablemente, mi cabello estaba completamente desordenado y mis rodillas apenas podían mantenerse quietas. Era un desastre. Necesitaba urgentemente recuperar algo de mi confianza o haría el ridículo. Me quedé unos minutos allí, practicando mi respiración de yoga, y lograr tranquilizarme un poco.

Jade’s POV

                 ¿Por qué había aceptado salir con él? Ni siquiera era una cita formal y no podía dejar de caminar por toda la casa en círculos. Acabé por soltarle toda la historia completa a Perrie, cómo creía que me gustaba Harry, cómo no podía ser cierto, cómo no tenía que ser cierto. Éramos opuestos. Éramos amigos. Simplemente no era posible.

                Ella supo controlar mis ataques femeninos, y me hablaba calmadamente sobre darle una oportunidad al amor mientras elegía mi vestuario de esa noche. Me separó unos jeans oscuros, con una camisa blanca y un blazer fucsia.

                Corrí escaleras abajo a prepararme un té para mitigar la espera y calmar los nervios. Perrie comía unas galletas y me observaba divertida con una sonrisa.

-Deja de mirarme así.

-Jamás te vi tan nerviosa por un chico.

-No estoy nerviosa

-No…claro. Comenzó a hacer caras que terminaron por romper mi seriedad.

-¡Ya basta! ¿Dónde está? Ya son más de las 6pm...

-Jade...

-Sí, lo sé, lo sé. No establecimos ningún horario, pero aún así, ya debería haber llegado, ¿no crees?

-¡Jade! Gritó Perrie con su mirada fija en la ventana.

-¿¿¿Qué???

-Creo que está ahí afuera, dijo apuntando con su dedo índice al auto de Harry, que se encontraba justo en la entrada a nuestra casa.

-¿Qué está haciendo? , nos preguntamos al mismo tiempo, mirándonos mutuamente, ella no pudo evitar comenzar a reír y pronto me sumé a sus carcajadas.

-Creo que no eres la única que está un poco nerviosa, Jade. Agregó después que nuestras risas se calmaron. Instantáneamente mi rostro cayó. La realización que esto no era una simple salida tampoco para Harry me golpeó de lleno.  Miedo corría por mis venas, sólo quería correr hacia al lado contrario al que él se encontraba.

                Entrecerré los ojos para focalizar la vista y pude divisarlo. Sentado con sus ojos totalmente cerrados, frotando las manos sobre sus muslos, su pecho inflándose exageradamente. Me recordaba a alguien. Todo se conectó y reconocí la técnica que él mismo me había enseñado para calmar mi ansiedad. Me recordaba a mí.

                Sin pensarlo dos veces, abrí la puerta de entrada y me dirigí a su encuentro. Me aproximé a su ventanilla lo más delicada posible. Me incliné para estar a su altura y golpeé el vidrio tres veces para llamar su atención. Sus pupilas dilatadas se encontraron de inmediato con las mías.

Harry’s POV

                Seguía concentrado en el ritmo de mi respiración cuando un ruido hizo que me girara violentamente. Me sorprendió la imagen preocupada de Jade desde el otro lado, pus ojos recuperaron algo de brillo cuando sonreí, feliz de verla.

                Me bajé del auto y nos abrazamos brevemente en señal de saludo.

-¿Estás bien?, preguntó ella todavía con un dejo de preocupación en su voz.

-Si, muy bien. No tardé en asegurarle. Sólo algo nervioso, agregué. Jade bajó la vista, ruborizándose. No podía ser más tierna incluso ni queriendo.

-Creo que acabas de asesinar una flor, comentó e hizo un ademán con su cabeza hacía mis manos.  Demoré unos minutos en entender a qué se refería. Dirigí mi mirada dónde me indicó y distinguí la flor hecha añicos en uno de mis puños. Buen comienzo Harry, comenté irónicamente, al parecer lo suficientemente fuerte para que me escuchara porque comenzó a reírse.

-No te rías, era para ti.

-Eres un asesino de flores Harry. Si algún ambientalista llegara a verte, estarías perdido. Negaba con la cabeza mientras seguía riendo, por lo que terminó contagiándome. Me acerqué a ella hasta quedar a centímetros y susurré intentando parecer serio.

-No les dirías, ¿verdad?

-¡Jamás! Contestó, golpeando mi brazo, y sonreí ante su contacto.

-¿Vamos?, preguntó tímida luego de unos segundos de silencio. Asentí. La guié hasta el lado del copiloto y la vi saludar a Perrie que tenebrosamente nos observaba desde la ventana de su casa. En un intento de esconder la vergüenza por la imagen de mí que acababa de ver, la saludé sonriendo, dando por sentada su presencia allí. Ella no sólo respondió a mi saludo sino que me indicó con sus pulgares que todo estaba bien.

Inhalé aire llenando mis pulmones. Exhalé, y me subí al auto para llevar finalmente a Jade a nuestra ¿cita?.

Todo me lleva a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora