Todo me lleva a ti

11 - A salvo

Jade’s POV

                Mis párpados estaban tan apretados que la oscuridad se tornó rojiza. Con la respiración entrecortada y los músculos doliéndome por contraerlos, sólo podía pensar cómo iba a morir en ese momento y Sam, quizás nunca se enteraría. Si hubiese contestado mis llamadas estaría aquí, y probablemente no moriría ahora.

                Cada vez escuchaba más voces y no podía decidir si estaba perdiendo totalmente la cordura o ya estaba muerta. Quise calmar las voces y pensamientos sin sentido presionando mis manos contra mis oídos. No escucho, no escucho. Pero alguien me llama. ¿Qué era esa voz? ¿De dónde venía? Experimenté un sumo pánico de abrir mis ojos, y confirmar las sospechas sobre mi deceso definitivo.

Harry’s POV

                Creí que Zayn estaba discutiendo con Perrie al teléfono porque lo escuché elevar el tono de voz varias veces. Estimé que lo mejor que podía hacer era darle algo de espacio, asique me aleje unos momentos mientras bebía algo de agua. Por fin había logrado convencerme para aprender algunos trucos en su skateboard  y ya me había abandonado para hablar con su novia. Menudo amigo. De todas formas no pude evitar sonreír ante la imagen. Todo aquél que no conocía a Zayn creería que era de esos tipos rudos sin sentimientos, pero cuando Perrie estaba cerca lo veías transformarse, sencillamente resplandecían juntos. Otra vez empezamos con los mismos pensamientos cursis vomitivos Harry, no de nuevo.

                Justo cuando comencé a pensar en Jade, oí a Zayn nombrarla a lo lejos, y todos mis sentidos se paralizaron. ¿Qué estaba sucediendo con Jade? ¿Algo malo? ¿Qué era?

-¡Harry, sube al auto ya mismo! ¡Jade necesita tu ayuda!

-¿Qué? ¿Yo? ¿De qué hablas?

                Zayn arrugó el ceño mientras cortaba la comunicación y me hacía señas con las manos para que subiera al auto, que luego explicaría. El camino era corto, pero aparentó ser de horas, él me repitió mil veces palabra por palabra lo que le había dicho Perrie, y yo sólo negaba con la cabeza, no podía ayudarla. Dudaba firmemente que ella siquiera me quisiera allí, era sabido que todavía me culpaba por lo de Australia, y con razón.

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                Apenas crucé el marco de la puerta, la imagen de Jade tiritando en el piso, hundió mi corazón. Se veía tan pequeña, tan indefensa, sufriendo y aún así, perfecta. Sus sollozos retumbaban por toda la casa, me desgarraba por dentro.  Pero fueron las miradas implorantes de Perrie, Jesy y Leigh-Anne, quienes permanecían inmóviles por el shock, las que me dieron el impulso final necesario para acercarme a Jade.

                Aclaré mi garganta, me puse en cuclillas frente a ella y suavemente intenté llamar su atención.

-Jade…Jade. ¿Me oyes? A pesar de no obtener respuesta, seguí hablándole dulcemente.

-Jade no estás muriendo. Vas a estar bien. Comprendía perfectamente todo lo que sentía.

-Necesito que intentes copiar mi respiración, ¿si?, comencé a inhalar y exhalar de manera audible para que entendiera a lo que me refería y, si bien no había respondido a mis palabras, comenzó a imitar mi ritmo.

                Luego de haberlo practicado por diez minutos, comencé a hablarle nuevamente:

-Jade, ¿estás mejor?  Y  finalmente…dio señales…

-Uhm.

                Pese a que no fueron palabras, fue la mejor indicación que había recibido hasta el momento, lo que me instó a acercarme aún más a ella, casi rozando mis manos con las suyas que se encontraban todavía apretadas alrededor de sus piernas.

-Vas a estar bien, repetí. Sólo sigue respirando hasta que te sientas tranquila.

-Si…respondió en un casi un suspiro. Empujé aún más nuestras cercanías.

-Jade…ya puedes abrir los ojos.

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Jade’s POV

                Algo dentro de mí vibró cuando escuché su voz. Asumí que era un enfermero o médico que había venido a mi rescate. Quizá no moriría después de todo.

                Su presencia  ayudó a calmar mi respiración, y fue tan dulce, tan gentil. Me pidió seguirlo con su ritmo cardíaco y poco a poco recuperé noción de la realidad. Él intuía impecablemente mis sensaciones, entendía ese pánico paralizador que me tumbó al suelo, sin posibilidades de escapatoria.

                Al cabo de unos minutos me urgió abrir los ojos, y todo lo que creía comprender del mundo y de mi misma, dio un vuelco.

                Despegué los párpados despacio, dejando entrar la luz progresivamente, reemplazando la oscuridad con hermosos destellos verdes.

                Me vi sorprendida por el rosto de Harry, a meros centímetros del mío. Iluminándome con sus ojos esmeralda…

-Harry… modulé casi inentendiblemente. Extrañada, por verlo allí frente a mí, pero también, por lo familiar que se sentía su presencia.  Me abrazó. Y por primera vez en mucho, muchísimo tiempo…

Me sentí a salvo.