Todo me lleva a ti

23 - La besé

Harry’s POV

                No fue un beso agresivo ni invasivo. Fue apenas un cercamiento tentativo. Un primer contacto entre nuestros labios, pero alcanzó para sentir cada célula de mi cuerpo alborotarse. Pronto estaba listo para profundizar mi beso, hacerlo más real. Sin embargo, la presión de las manos de Jade contra mi pecho, me  hicieron alejarme violentamente.

- ¿Jade? Su cabeza permaneció gacha. Lo siento no quise…no pude terminar mi oración. Se dio la vuelta y salió tempestuosamente dejándome helado.  ¿¿¿Qué había hecho???

                Apenas pude reaccionar, me apuré en seguirla pero sus pasos eran rápidos y decididos. Pude ver el momento en el que abría la puerta de entrada para marcharse ante las miradas atónitas de Perrie y Zayn que se encontraban en el living y los chicos, que habían elegido el peor momento para arribar.

                De repente, todas las miradas se posaron en mi, acusadoras. ¿Qué podía decirles? ¿Qué la besé y todo se fue al carajo? ¡¿Todo por un simple beso?!.

                La voz de Liam resonó en mis oídos trayéndome a la realidad.

-¿Qué le hiciste?

-Nada, yo...no...quise… Las palabras chocaban entre sí, y carecían totalmente de sentido. Él me mirada severo, esperando una respuesta. Pero quería llegar a Jade, necesitaba aclarar las cosas. Esquivé a Liam y a los demás, todavía petrificados en la puerta.           

                Ignoré las advertencias de todos y me encaminé directo a la figura de Jade. Se encontraba apoyada en un árbol, a unos metros, no muy lejos de la casa.

-Jade…, la llamé

-¿Qué quieres?

-Necesito hablar contigo.

-Habla entonces…

-Ehmm bueno… Nuevamente las palabras me fallaban. Jade levantó ambas cejas mostrando exasperación ante mi silencio. –Lo...lo siento…no quise besarte... dije finalmente. Ella sólo se quedó mirándome.

                Continuó en silencio, hasta que en un susurro casi inaudible dijo:

-Está bien. Olvídalo.

                Me di la vuelta para marcharme, derrotado una vez más pero una ola de valentía inesperada me atravesó. Me volví de sopetón, acercándome hasta quedar a centímetros y hablé firme:

-¿Sabes? En realidad sí. Si quería besarte. He querido hacerlo por bastante tiempo. No quería ofenderte ni nada parecido y entiendo si no estás lista, pero necesitaba besarte. Y todavía quiero hacerlo.

                La tomé de la cintura, atrayéndola hacia mi - ¿Puedo hacerlo? ¿Esta vez de verdad?, pregunté, deseando con toda mi alma que dijera que sí.

Jade’s POV

                Quería decirle que sí, que moría de ganas de que me besara, pero tenía una lucha interna que no me dejaba responder, ni siquiera me dejaba pensar con claridad. Estaba paralizada de miedo, si tan solo con un pequeño roce de labios me había hecho dudar de absolutamente todo, estaba aterrada por lo que podría pasar si me besaba, pero lo quería. Demasiado.

                Lo miré fijo. Me sumergí en el verdor de sus ojos y me dejé convencer .Asentí levemente, pero lo suficiente para que entendiera mi afirmativa. Sostuvo sus ojos en los míos y por un minuto dudé que me hubiese entendido, pero intensificó su agarre en mi costado y sus labios chocaron con los míos. Me estremecí nuevamente ante su contacto, tomó algo de distancia, aún mirándome decidido.

-Me niego a convertirme en una más de tus conquistas Styles, disparé casi inconscientemente. Sonrió de costado, sus ojos brillaban, acarició mi rostro, y volvió a basarme eliminando nuestras distancias.

                Empezó  el beso suave y luego lo fue intensificando, sus manos en mi espalda. Igualé su ritmo, y nuestros movimientos se sincronizaron automáticamente. Casi nos faltaba el aire, pero ninguno quería despegarse del otro, nos sujetábamos con firmeza, mis manos en sus cabellos. Era casi como si hubiésemos decidido unánimes a permanecer entrelazados  hasta nuestras últimas fuerzas.

                En esos momentos, algo parecido a la felicidad se agitaba en mi pecho, creciendo incontrolablemente. Pero no era el tipo de emoción a la que querrías aferrarte demasiado. Porque tienes miedo, de perderla, de arruinarlo, de no estar a la altura y que todo termine en una gran decepción. Y no podrías aguantar otra.