31- Mi Turno

1.9K 64 11
                                    

Jade’s POV

                Un día más. Otro ensayo prolongado, otra entrevista programada. Paso los días arrastrando los pies de un lado a otro,  mis ojos cansados por no dormir en las noches y mi corazón hundido por haber flaqueado ante mis dudas y haberlo dejado ir.

                Me acerqué a tomar una botella de agua. Si teníamos que repasar una vez más las coreografías en el día de hoy, juro que iba a desfallecer. Me senté al lado de Perrie que se encontraba despatarrada en el suelo, apoyando una de sus mejillas en el piso frío, ya que, según ella, el contacto con la superficie fresca la reconfortaba. Sentí la tentación de imitarla, pero estaba cuasi segura que no sería capaz de levantarme de allí, estaba demasiado agotada.

                Se nos unieron Leigh y Jessy, gruñendo mientras se deslizaban por la pared hasta quedar sentadas al lado nuestro. Último ensayo por fin. Sé que todas lo agradecíamos. 

-¿Ya decidiste a donde irás Leigh?, preguntó Perrie. Teníamos una semana libre antes de comenzar el tour por Gran Bretaña y todas estábamos planeando visitar a nuestras familias y amigos antes de partir.

-Jamaica, probablemente. ¿Tú?

-Nueva York.  Zayn estará allí unos días. Sabes…podrías venir conmigo, Jade.

-¿Tú crees? ¿No es algo así como acosarlo? No hubo necesidad de nombrarlo, todas sabían a quién me refería.

-¿No quieres pedirle perdón a Harry?

-Si…

-Deberías hacerlo, comentó Jesy.

-Totalmente, acotó luego Leigh-Anne.

                 Inmediatamente mi estómago comenzó a girar en anticipación. Iría a Nueva York para sorprenderlo. Si. Le explicaría lo arrepentida que estaba por haberlo rechazado, decirle que sí, que si quería ser su novia, que me había negado antes por miedo, por no saber cómo amar, pero que quería que me enseñara, que me enseñara a amar, para poder amarlo.

                Después de todo, si me había propuesto ser su novia luego de tres días era porque habían significado tanto como para mí. ¿Verdad?. Lo que habíamos vivido no era una ilusión que vivía en mi cabeza, una mera fantasía producto de deseos. Era real.

-Creo que tienen razón. Es mi turno de demostrarle que me importa.

-Así se habla Poopey, me animó Perrie, abrazándome sonriente.

-¿Y cuándo es el vuelo?, pregunté

-Mañana por la noche, dijo casualmente.

-¿Mañana por la noche? ¡Debería irme a preparar las maletas!

Me paré nerviosa y todas rieron ante mi intranquilidad repentina. Quedaba todo por hacer.

                Esa noche la pasamos en nuestro departamento. Las chicas me ayudaron a organizar toda la ropa que rápidamente acabó guardada en mi valija. Vimos, luego, una película para  conmemorar nuestra última noche juntas, hasta que comenzáramos el tour. Las iba a extrañar mucho, pero por lo menos era sólo una semana, y Perrie y yo, estaríamos juntas en Nueva York. Nos quedamos totalmente dormidas después de llorar con el final de Diario de una pasión. Si, ya la habíamos visto por lo menos una docena de veces, pero siempre surtía el mismo efecto en nosotras: lágrimas incontrolables. Esa noche, además, soñé con Harry y nuestro encuentro.

 --------

Vamos Perriee!

-¡Ya casi estoy lista!

-¡Eso dijiste hace 15 minutos Pezza! Le gritó Jesy bromeando con acento escocés.

-Aaaargggh ¡cállense ya! Aquí estoy.

- Genial. Vamos, vamos, vamos, dije poniendo mi mano en su espalda, dándole un leve empujón para obligarla a caminar más rápido.

-¡Oh Wow! Alguien está muy emocionada por llegar a New York. Me pregunto por qué. Esta vez era Perrie la q usaba un acento extraño para burlarse de mi.

- ¡Oh cielos!...no sé... ¿Será por el Empire State? Leigh le siguió el chiste.

- Oh no, debe ser que quiere pasear en bici por el Central Park

- O tal vez conocer el Rockenfeller Center.

-Yo culparía a un ruludo travieso. Terminó Jesy.

Revoleé los ojos.

-¡JA, JA, JA! Muy gracioso. Ahora… ¡apúrense!

-------------------

Aeropuerto

                Por supuesto que el trayecto hasta el aeropuerto duró una eternidad o quizás, fue una sensación. Siempre pasa que mientras más apurado esté uno, más nota los pequeños retrasos que se producen. Diez minutos extras al volverse a buscar una campera, seis minutos adicionales en subir las maletas al auto, dos minutos por saludar a alguien en el camino. Parecía una absurda carrera con obstáculos.

                Cuando por fin pisamos el aeropuerto, faltaba solo una hora y media para el despegue. Un intervalo demasiado arriesgado, sobre todo considerando que era un vuelo internacional.

- ¡Voy a buscarnos unas revistas, Poopey!, comentó Perrie alejándose de nosotras que estábamos en línea para realizar el check-in.

-No, no. No irás a ningún lado. Tardas demasiado en hacer todo. Todas rieron, dándome la razón. Incluso ella, aunque se cruzo de brazos e hizo un puchero protestando.

-Yo iré. Ustedes pueden ir ocupándose de las maletas. Estaré de vuelta en unos minutos. Intervino Leigh-Anne.

-¡Gracias Leigh!, dijimos al unísono Perrie y yo. Ella sacudió la mano como si no fuera la gran cosa y siguió su camino hasta que la perdimos de vista.

                25 minutos más tarde, ya habíamos despachado nuestros equipajes, y estábamos a punto de abordar, pero Leigh-Anne todavía no regresaba.

-Yo hubiese ido más rápido, acotó Perrie sacándome la lengua.

-Estoy empezando a creer lo mismo. ¿Dónde diablos está?

-¿Y dónde está Jesy? Escaneé rápidamente nuestros alrededores y la vi, hablando por teléfono media escondida.

-¿Qué está haciendo?

-Tú quédate, yo la traigo. Movió los brazos como si fuera Superman y corrió donde estaba Jesy. Las observaba  desde lejos cuando me hicieron señas que irían a buscar a Leigh Anne. Asentí, rogando que no tardaran. Ya quería subirme al avión y relajarme un poco, aunque sabía que con tantos pensamientos entremezclados en mi cabeza, me sería imposible dormir.

                Diez minutos después, había perdido toda la paciencia que me quedaba, y fui yo misma a buscarlas, abandonando la línea de espera. Las encontré al cabo de unos minutos, las tres muy juntas, con una revista en mano, y…Harry… Harry en la portada... de la mano con una chica.

Todo me lleva a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora