CAPÍTULO 8

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Leandro

Siento correr la adrenalina que fluye por mis venas mientras trato de controlar la euforia que siento en estos momentos. Es el clásico más importante de Miami, le debo poner alma y vida a este partido, hoy nos enfrentamos a nuestro eterno rival el Miami Fusion.

El Miami United FC fue mi hogar desde que llegue de Brasil hace tanto tiempo, donde encontré una verdadera familia.

¿Oportunidades de irme? Las he tenido, claro que sí ,más de un equipo ha tratado de convencerme de hacer maletas he irme al fútbol europeo pero soy incapaz de dejar el hogar que he formado aquí y claro, no me veo sin Eipril.

Me encuentro brincando como loco en mi lugar, en la cola junto con mis compañeros, todos están igual o peor que yo, tratan de drenar la energía que sienten, mueven sus piernas adelante y atrás, estirando sus brazos tras la espalda, truenan sus dedos, otros ya están pensando los memes para mañana y solo puedo buscar a mi musa.

Justo allí la encuentro junto a todos los amigos, los nuevos y los de siempre, se encuentran en primera fila para apoyarme, el amor de mi vida, es inevitable no reír al ver a estos locos que no pueden pasar desapercibidos y ser discretos, creo que ni conocen el significado de esas palabras, junto a ellos están las WaG's y sus aspirantes, algunas de ellas llevan el rostro de sus novios en sus camisetas estampadas.

<<Así o más incómodo. >> Eipril muere antes de ponerse algo así, de solo pensarlo me da tremenda risa.

Mi bella chica, es la contraparte a mi forma de ser, aun no sé qué rayos hacemos juntos y eso mismo piensa todo aquel que nos conoce. Ella es explosión pura, siempre de un lado para otro, es capaz de organizar una fiesta en cuestión de diez minutos, que va, en dos minutos ya tiene todo listo, solo denle la oportunidad y un móvil; cando te das cuenta ya ha cambiado todo de lugar, nadie logra gastarle toda su energía, no lo he logrado en siete años encontrarle el botón de apagado, si hay algo más parecido al Yin y el Yang somos nosotros y a la vez es mi complemento.

Salimos a la cancha, mientras el público aplaude y corea en nuestro honor, junto a la infaltable batucada de fondo, que luego de que me nombraran el capitán del equipo no falta nunca, la hinchada me hace sentir en casa una vez más.

<<Está bien lo admito soy su consentido. >>

Miro a mi mujer que está saltando de un lado al otro, con sus enormes gafas de sol y su camiseta amarrada a la cintura, estoy seguro que si hubiera una malla ella estaría allí subida en lo más alto alentándome, voy corriendo hasta ella antes de que empiecen los actos protocolarios y el Himno Nacional o de que Eipril salte hasta la

4 WaG's: 'Wives and Girlfriends', Esposas y Novias de los futbolistas.

cancha y se rompa alguna parte de ese cuerpo que tanto me fascina, se la ve tan sexy y me doy cuenta que no quiero que nadie más la vea.

No suelo ser celoso, pero últimamente me da miedo las reacciones que ha tenido hacia el compromiso, es como si tuviera pánico, es tan competitiva que imagino que todo viene de ahí, miedo a perder, a que las cosas no funcionen entre los dos y nos perdamos el uno al otro.

―¡Hola, amor! —le hablo por encima de la baranda separadora.

―Mi flaco bello, hola —me manda un beso y se muerde el labio inferior, como quisiera besarla en estos momentos, pero las multas están por las nubes, por lo que mejor y me contengo, porque si no ya la estuviera cogiendo en el césped en este instante.

—¡Ay ellos! Los flacos, tan lindos ―Daniel se burla―. Si ganan al equipucho de Lucca, corre por el bar la celebración.

La algarabía no se hace esperar por parte de los chicos.

El juego de mi vida, Serie LOCO AMOR 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora