CAPÍTULO 14

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Chanell


La fiesta está en lo mejor de la noche, el champagne corre por todo el salón principal, mis chicas están hermosas, todas con sus disfraces por petición mía; Marifer va vestida de ángel blanco con sus hermosas alas, Marilyn al igual que yo está vestida de una sexy brujita, mi maravillosa Eipril está de la mujer maravilla, como ella toda invencible, Aitana fue algo menos arriesgada con su disfraz, igual se le ve hermosa de árbitro de fútbol, me gustaría que se arriesgue un poco más, pero... es Aitana y no se pude hacer nada, Alexa por su parte se le ve distinta, con Lucca a su lado ha salido un poco de su rutina, me gusta ese efecto que le causa, él siempre la alienta a intentar cosas nuevas, y su traje sí que llama la atención, una sexy diablita con menos ropa de la que se espera en ella.

El salón parece un escenario de película, como cada año me gusta celebrar mi cumpleaños a lo grande, en realidad me gusta todo a lo grande, debo hacer honor a mi nombre después de todo. Mamá siempre decía que más es mejor y nunca la contradije.

Camino con mi copa de champagne rosa por el salón, las personas a mi alrededor felicitándome, todos están contentos con los marineros sin camisa que los atienden, este año se dará un premio al traje más original por lo que muchos se han esmerado, el más cómico e innovador hasta ahora es Alex, aun no entiendo de que es su traje, pareciera que cientos de mujeres lo han secuestrado y llenado de besos por todo el cuerpo. L

Camino hasta la mesa de los chicos y me sorprendo cuando Lucca se pone de pie. <<< ¡Dios Lucca! ¿Acaso está vestido de "Travesti"?>>

—Lucca, mi niño, ¿Qué haces vestido así? —Lo observo asombrada.

Todos estallan en carcajadas con mi comentario, agarro las extensiones de colores mal puestas, este me hace una demostración de sus dotes de mujer, me mueve sus pestañas largas y de colores, me sonríe mientras se contonea muy descaradamente.

—¿Qué hiciste ahora Lucca? —pregunto sin tener respuesta.

Busco en mi pequeño bolso mi encendedor cuando Max se pone en pie y me ofrece su fuego, nunca he visto fumar a Max por lo que me sorprendo, cuando termino de encenderlo ambos nos sonreímos.

—Como siempre suegra, ¡Lucca se comporta como Lucca! —me dice Alex.

A medida que pasa el tiempo todo es risas y diversión he bailado con casi todos, digo casi todos porque con el único que no he bailado es con Max, por alguna extraña razón me rehúye.

—Feliz cumpleaños, Chanell —Soy sorprendida por Luis que llega con una gran sonrisa en su rostro.

—¡Oh, Luis! Muchas gracias —Lo abrazo y le doy un pequeño beso en la mejilla, no voy a negar que sigo sintiendo una pequeña electricidad con él.

—Me gusta verte sonriendo, Chanell.

—Es la juventud de los chicos que me llega, y debo decir lo mismo de ti. Te vez más animado, es como si fueras otro.

—¿Eso es bueno o malo? —pregunta con cautela.

—Es demasiado bueno —Me guía hasta la pista de baile donde al ritmo del suave sonido del Jazz bailamos—. Te mereces ser muy feliz.

Suelo arrepentirme en momentos como este, de haber dejado ir a un hombre tan maravilloso como él, éramos perfectos a simple vista. Lo amé muchísimo, aunque siempre sentí que no estábamos destinados a terminar juntos. Queríamos demasiadas cosas por separado, siempre éramos individuales y nunca una dupla. Le agradezco las maravillosas hijas que me dio, siempre le estaré en deuda de alguna manera.

El juego de mi vida, Serie LOCO AMOR 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora