El juego de mi vida, Serie LOCO AMOR 1

CAPÍTULO 25

Marifer

Las vacaciones largas llegan a su final y todos tenemos que volver a la realidad. Nadie quiere que acabe pero así debe ser. Las cosas después de todo no duran para siempre, por mucho que queramos no es así.

—Tierra hablando a Marifer —Aitana me saca de mis pensamientos a la vez que veo perderse a Alex con los chicos.

—Lo siento. Ando que no me creo que me iré a vivir con Alex. ¿Te lo imaginas?

—Sí, sexo todo el día, eso es más que seguro.

Le doy un golpe y me acomodo en mi cómoda toalla, pronto me iré y quiero llevarme un perfecto bronceado, no quiero parecer un muerto en New York.

—¡Ya quisiera! Su nana se viene con nosotros y eso nos servirá porque no tengo la menor idea de cómo se prepara una comida decente.

—Amiga, a ti hasta el agua se te quema.

—Ya deja eso. Tengo miedo porque no tengo la menor idea de cómo preparar algo que no venga de un envase. 

—Marifer es que nunca tuviste por qué aprenderlo y es normal, Alex lo entenderá y si no 'pues también puedes golpearlo.

Ambas reímos y veo como mi amiga mira impaciente su móvil.

—¿Y el tatuado? Como vas con eso.

—En casa supongo.

—Aun no tienes los ovarios para decirle que se acabó.

—Son años, Marifer. No puedo simplemente llamarlo y decirle, adiós. A otra cosa mariposa. No funciona así en el mundo real.

—Tal vez en el mundo real no, pero de algo si estoy segura, vas a terminar mal si sigues ese camino. ¿Qué dice Daniel al respecto?

—Apoya mi decisión, no quiere presionarme.

—En este punto no sé si es demasiado compresivo o no quiere comprometerse. ¿Qué te dice a ti?

Pobre de mi amiga, pero creo que a ella, le hará bien hablar de todo esto, no puede seguir negando lo evidente.

<<Yo soy #TeamDaniel >>

—Dice que me quiere. Creo que es lo único que importa y... acepté el trabajo.

—¡No me jodas! ¿Vas a tirarte a tu propio jefe y luego volverás a casa a dormir con tu noviecillo? —Al menos reímos ambas y eso es bueno, porque estoy segura que si la encontraba de malas, me tiraba a la piscina y me ahogaba.

—No, no te jodo y claro que eso no sucederá. Tal vez piense en ser la novia del jefe —cierra los ojos y suspira—. No sé todo puede suceder.

—¡Ay que chulada más bella!

—Es un hombre muy inteligente, y haremos que esto funcione, confío en ello.

—Espera, te hizo firmar algo, porque aquí es con papeles mana, ¡con papeles! Porque tú eres una mujer muy cambiante y si no firmaste le daré la idea.

—¡Te odio maldita!

—¡Auch y yo te amo!

—¿La verdad? Pues si me hizo firmar un contrato, lo hablé con la banda y ellos felices de tener un trabajo fijo y no estar rotando de aquí para allá, viviendo de trabajos en los supermercados.

—Es un gran, gran hombre —Me pongo de pie y aplaudo como boba, la cara de Aitana es un poema, se esconde en su sombrero y yo me mofo de ella.

—¡Ya bájale loca! Alex a ti por otro lado te ha afectado de manera negativa.