Mi vecino es un Stripper

Capitulo 42

- ¡BED! ¡CUIDADO!...

Fue lo último que oí antes de que la camioneta fuera golpeada por algo, más bien, alguien. Sasha se bajo de la camioneta para ver a la persona que ahora estaba tirada en la mitad de la calle, copié su acción y me adelante. No puede ser verdad.

Narra Jo

Había terminado te empacar mi ropa en la pequeña maleta que había traído aquí. Tome mi celular y llame a mamá.

- Milagro que me llamas, yo pensé que ya te habías olvidado de la mujer que te dio la vida - dijo mi mamá en tono de broma. Reí, amo a esta mujer.

- Nunca. ¿Y cómo te ha ido? ¿Cómo has estado? - le dije emocionada.

- Normal, trabajando hija. La buena noticia es... ¡Volveré a casa en cuatro días! No te lo iba a decir, tenia pensado sorprenderte - dijo feliz.

- Me alegra escuchar eso mamá - le dije.

Mi celular empezó a hacer a sonar levemente, mire y era una llamada entrante, de Bed.

- Mamá te llamo luego ¿si?

- Ok ¡Pero no te olvides de tu madre! - dijo y colgo.

- ¿Bed? ¿Ya recogiste a Sharon? - pregunte.

Lo que dijo me mato por dentro.

- ¿¡Qué!? Voy en seguida - dije.

Abrí la maleta y saqué una chaqueta, baje literalmente corriendo, y tome un taxi. Esto debe ser una pesadilla. Cuando llegue a la clínica, le pagué al taxista.

- Señorita, espere un momento, el cambio - dijo el hombre calvo.

- Tómelo señor

- Gracias joven. Ojalá y lo que sea que tenga, pase.

- Eso espero - dije sincera y seguí mi trayecto corriendo dentro de la clínica.
Le envíe un mensaje a Bed.

- ¿En qué habitación está?

No paso ni un minuto cuando Bed ya me había respondido.

- 101 piso 2.

El ascensor no llegaba, así que tome las escaleras, casi me caigo.

- ¿Están bien? ¿Dónde está? ¿Qué les dijo el médico? - dije sin aire.

- Nosotros estamos bien - me respondió Bed.

- El ésta... En coma - dijo Sharon.

Y me caí, ahí se encontraba una princesa débil, con su príncipe herido a mitad del camino y ella esperándolo, esperando a que volviera para decirle lo que tal vez nunca le dijo, que lo amaba, con todo su ser.

- ¿Jo? ¿Éstas bien? - me abrazo Sharon.

- No. Esto es mi culpa, esto no hubiera pasado de no ser por mi. Por apartarlo, por rechazarlo, por alejarlo. Porque lo amo, y lo voy a amar siempre. A pesar de todo - dije llorando.

- Le avisare a los chicos - dijo Bed.

Después de una hora llorando llegaron todos los chicos.

- ¿Qué diablos paso? - dijo un Jason muy preocupado.

- ¿Lo podemos ver? - pregunto Maicol.

- No, ya lo intentamos - dije con la voz quebrada y los ojos muy inchados.

- Diablos - dijo Javier pateando un asiento.

- Tranquilo hermano - lo intento calmar Xavier.

- Esto nunca hubiese pasado si TÚ - me señalo Michael - tú no te hubieras metido en nuestras vidas.

- Bajale - dijeron Andre y Taylor a la vez.

- Yo no tengo la culpa - empece a llorar.

- Jo, cariño... - empezó a decir Fabián intentando abrazarme.

- ¡NO! Tú si tienes la culpa - señale a Fabián - si tu no hubieses hecho lo que hiciste, estuviéramos juntos - dije con rabia.

- ¿Cómo así Fabian? - preguntó Alonso.

- N-No se de lo.... Lo que habla - tartamudeó.

- Este idiota creo un plan. En el avión cuando venían a buscarme, el fue el que me vio, así que le dije que por favor no dijera nada y por ello se sentó a mi lado. Me dijo que gustaba de mí, y como a mi me gustaba Kyle, y nos estábamos reconciliando, ¿que mejor forma de hacernos separar, que engañandome, no? Ya lo se todo Fabián, y créeme que si se llega a poner mal Kyle, tú, tú serás el único responsable y te quedara en la conciecia. ¿Cómo querías que me gustaras si actuabas así y sobre todo ¿cómo sabiendo que me gusta otra persona? - le dije con una voz quebrada.

- Demonios - susurro Aaron.

Me levante y salí hacía las afueras de aquel hospital. Necesitaba tomar aire.

- ¡Hey! ¿Qué haces aqui? - se sentó Alonso a mi lado.

- Necesito relajarme - suspire - Me siento culpable. Nada de esto hubiese pasado si no los hubiese conocido, si no hubiese ido a aquella "discoteca" - decía arrepentida.

- ¡Oye!, mira el lado positivo. Si no hubieses ido a aquel lugar, no nos hubieras conocido, ni a mi. Y a mi me gusta haberte conocido. Eres una gran persona, lo creas o no. Y no te sientas así, no fue tu culpa - me dijo.

Me acosté en su pecho mientras mi ojos se cerraban poco a poco.