Capítulo 1
-Aquí está la orquídea, amarilla cómo me pidió. (Sonreí)-Muchas gracias, ¿cuánto le debo?
Le cobré mientras le dedicaba una de las mejores sonrisas y después ponía la planta en una bolsa con sumo cuidado, mientras le indicaba los cuidados que necesitaba. La mujer se fue encantada, como casi todos los clientes que entraban en mi tienda.
Un día más la jornada terminaba, ordenaba un poco la cámara trasera, dónde tenía la flor natural cortada,firmaba algún albarán y podía irme a casa. Mientras el ordenador se encendía un mensaje me llegó, lo abrí. 'Te recojo en un par de horas.' Sonreí, le mandé un 'Ok' rápido y terminé los últimos recados de aquel día.Cogí el metro y después de unos minutos llegué a mi casa. La tienda la tenía en el centro de aquella ciudad que tanto me gustaba, Madrid se había vuelto mi casa, después de unos años pérdida, aquí volví a encontrarme, lejos de mí familia, que se encontraban en mi tierra natal, Málaga. Vivía lejos del centro, apartada de la multitud. Un estudio pequeño sin ascensor que se encontraba delante de un parque maravilloso que se llenaba de jazmines cuando llegaba la primavera. Dejé mi bolso y me fui directa a la ducha, puse un poco de música en la mini cadena vieja que tenia en el salón, al salir del baño elegí la ropa que me pondría aquella noche. Estaba nerviosa. No quería arreglarme mucho, además no era así en mi vida cotidiana. Era una persona normal, más bien bohemia.
Minutos antes de lo acordado ya estaba en la calle esperando, miré el móvil, y a los segundos un claxon llamó mi atención. Me acerqué, abrí la puerta del copiloto y me giré hacia la izquierda.
-¡Estas muy guapa! (Sonreí agradecida) Gracias otra vez...-Anda, ¡tira! ¡Qué estoy muy nerviosa! (Le dije mientras empezó a conducir)-Calla, que les vas a caer genial.Respiré, bajé el parasol y me miré al pequeño espejo. Llevaba un maquillaje muy suave, no me gusta llamar la atención. A los pocos minutos entramos en una organización, aparcó delante de una gran casa, la miré con miedo. No sabía que podía esperarme. Bajamos del coche, se puso delante de mí y me sonrió.-Vamos a respirar, (cerramos los ojos un segundo y volvimos a mirarnos).-¿Algo que deba saber antes de entrar? (Se rio)-Nada... (se puso a mi lado) Solo están mis padres y mi hermana.-Nada... (dije yo con ironía, y cogió mi mano y me giré) ¿Tus nervios, qué tal?Se giró y me sonrió, apreté su mano y le sonreí. Damos unos pasos y llamamos a la puerta. Unos segundos después se abrió. -¡Cariño!
Sonreí cuando se abrazaron, al terminar se giraron hacia mí.
-Mamá ella es Vanesa, mi novia...
Me sonrojé, y saludé aquella mujer con un par de besos.
-Encantada, (me dijo) soy Maria. (Le sonreí) Pasar, os estábamos esperando.
Entramos aquella casa, el recibidor era precioso, había varios cuadro, retratos de la familia, algún espejo, y mucha luz. Llegamos al salón, dos sofás enormes blancos de piel llenaban la sala, una mesa decorada en el centro estaba lista para sentarnos y cenar.
-Buenas noches, hijo.-Papá, (se saludaron con un apretón de manos) ella es Vanesa.-Encantado.-Igualmente.-Se llama Ramón. (Les sonreí)-¡Hemanito!
Me giré al oír aquella voz detrás de nosotros, mientras aquella persona salía corriendo escaleras abajo y llegaba a nosotros y se tiraba a los brazos de su hermano.
-Me estas ahogando, ¡pequeña!-¡Ay! (Se separó) No recordaba que eras tan flojo...Me reí, y se giró. Les miré y no esperé a que se presentara. -Soy Vanesa, encantada.
Estiré la mano y me sonrió. La apretó con la suya mirándonos a los ojos, un marrón intenso que llenaba aun más aquella habitación.
-Yo soy Malú.
Nos separamos las manos cuando oímos su madre salir de la cocina.
-En realidad es Maria Lucia (dijo su hermano detrás de ella).-Cállate (dijo Malú girándose y sonriéndole) o te llamo Alejandro.-Muy graciosa...-Malú, Alex, por favor. Comportaros. Tenemos invitada.
Nos sentamos en la mesa, Ramón la encabezaba, seguido de un lado su mujer y delante de ella Alex, a su lado me senté yo y en frente de mi Malú. Cenamos entre risas, noticias de la familia, y alguna historia pasada. Les conté a lo que me dedicaba, mi pequeña floristería en el centro, y mi infancia en Málaga, no les hablé de mis viajes y no preguntaron tampoco. Alex les contó que nos conocimos hace ya un tiempo, en un concierto. Le noté nervioso. Nos despedimos después de tomar el postre, al día siguiente habíamos que trabajar.Subimos al coche y me llevó a casa. Aparcó delante de la puerta, me quité el cinturón y me giré seria.
-¿Estás enfadada? Vane...-No lo estoy... pero me sabe mal...-Solo será un tiempo, te lo prometo.-No me gusta mentir, y mucho menos a gente tan maravillosos como ellos. (Sonrió) Tienes mucha suerte.-Lo sé, y a mí también me sabe mal mentir a mi familia, pero... -Pero nada. Tienes que ser sincero con ellos. No quiero mentirles, tienes que decirle que te gustan los chicos y que yo... yo no soy tu novia.
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No os podéis quejar... ¡¡ya estoy aqui!!
Bienvenidos a una nueva historia, como veréis esta vez Vanesa y Malú son anónimas, y como no me gusta liarla mucho... ya lo hago desde el primer capitulo :P
Disfruten, y ¡¡¡gracias!!!
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Dejemos las excusas
FanfictionQué fácil ponerse en la piel de los demás mientras ves la vida pasar desde la barrera. Que difícil tener la felicidad a tu lado pero no poder hacer nada para cogerla fuerte. ¿No poder o no querer? Miedo, una de las causas más sonadas por el amo. Dej...