Capítulo 20
Cerré con cuidado la puerta mientras Malú detrás mi sonreía.
-No quiero despertar...
-Buenos días...
Me giré, le estaba diciendo a Malú que no quería despertar a Alba pero, para mi sorpresa ya lo estaba. Nos saludó desde el sofá, con un café en la mano y su iPod. Algo pasaba. Mi hermana desde que era pequeña, cuando algo no iba bien se ponía los cascos, música, e intentaba relajarse. Lo sé, porque más de una vez, me pedía que le tocase la guitarra en nuestra casa. Apoyé mis manos en sus hombros, por detrás del sofá, subió su cara y me miró.
-Pensé que estarías durmiendo.
-No podía... (Miró hacia mi lado) Veo que todo bien, ¿no? (Malú le sonrió, y luego me miró a mi)
-Gracias.
-No tienes por qué darlas... Soy de las que piensa que la vida te pone personas en el camino por alguna razón.
Miró hacia su taza, removiéndola sin ganas. Miré a Malú, y asintió entendiendo a la perfección que tenía que dejarnos solas. Me senté a un lado del sofá, mientras Malú se iba hasta la habitación.
-Alba... (Le quité un auricular y me miró) Te conozco. (Bajó su vista de nuevo a su café, ya frio) ¿Ha pasado algo? (No me contestó) Es... es porque ayer discutimos... yo... Lo siento... no...
-No. (Me interrumpió aun sin mirarme) Me gusta que estéis bien...
-¿Entonces? Alba... (Le quité el iPod y me miró al fin) ¿Por qué estás así?
-Dámelo Vanesa. (Negué) Vanesa. (Me levanté) ¡Vanesa, joder! (Me giré, estaba de pie, esperé que me dijera algo más, bajó de nuevo su mirada) Es... es por Manuel... (Me puse delante de ella)
-¿Te ha dicho algo? (Negó sin mirarme) ¿Te ha hecho...?
-No... (Me miró, y lo entendí, sonreí)
-No te ha dicho ni hecho nada... pero, te hubiera encantado... (Reí hasta que me miró mal y volvió a sentarse en el sofá) Alba... no te enfades... (Me puse de nuevo a su lado) Va, cuéntame...
-No hay nada que contar. (Hice que me mirase) No le caigo bien.
-¡Anda ya! Te puedo asegurar que sí.
-¿Te ha dicho algo? (Me preguntó medio sonriente)
-Algo...
-¡Vanesa! (Me reí)
-Nada... que le caes bien, y que tenía ganas de conocerte mejor... (Sonreí)
-Ayer me acompañó a casa, (alcé mis cejas) no hagas esa cara solo me dejó en la puerta y nos despedimos con un par de besos...
-¿Y ya está? (Asintió) Eres muy pava...
-Gracias hermanita.
-De nada... ES la verdad...
-Él tampoco es muy lanzado, tú le conoces bien...
-¿A quién conoces bien?
Miré a Alba sin apenas respirar cuando Malú salió del cuarto y preguntó aquello. Alba se rio, y casi la mato. Respiré, supongo que este día tenía que llegar, no tengo que esconderle nada, no tengo porque mentirle sobre mi pasado, le susurré un 'Ven' mientras cogía su mano y hacia que se sentase delante de nosotras, en la pequeña mesa.
-Voy a serte totalmente sincera... (Miraba sus manos mientras las acariciaba)
-Yo mejor me voy...
-No, (le dije a Alba girándome para mirarla) No pasa nada... (Me sonrió y volví a poner atención a las manos de Malú) Aun no te he contado porque vinimos precisamente aquí. (Miré a Malú) Hace ya varios años que me enamoré localmente de un chico increíble, (Iba a separar sus manos pero las apreté contra las mías) Éramos unos jóvenes locos con ganas de vivir con intensidad, y lo hicimos. Nos... nos fuimos a Argentina, allí vivimos al límite durante un tiempo, después la vida, el destino... me hizo volver a casa, (miré a mi hermana, estaba emocionada, le sonreí y volví a mirar a Malú) Cuando pasó todo esto con Alex y contigo volví a decidir que le necesitaba, lo busqué en el maravilloso mundo de internet (Me reí) y aquí estamos...
-¿Él está aquí? (Asentí) ¿Tengo... tengo que preocuparme? (Sonreí)
-No... Claro que no. Me fui porque tuve miedo, había vuelto a sentir lo que viví con él, ese escalofrío que te entra por la espalda cuando alguien te sonríe... y tu... tu sonríes aún más fuerte que Manuel... Creí que marchándome y volviendo a su lado quizás tú te borrarías de mi mente... llevo apenas dos días aquí y no he parado ni un segundo de pensar en ti, y él... él es mi pasado, mi gran pasado. (Sonrió, estaba emocionada, apretó fuerte mis manos) Hay... hay algo más.
Bajé mi vista al suelo, noté como Alba ponía su mano en mi espalda, la miré de lado un segundo, cogí aire para poder soltar el momento más difícil de mi vida.
-Manuel y yo perdimos un bebé... (Moví una de mis piernas por los nervios) Después de que un ser despreciable (Cerré los ojos y mi mandíbula se tensó) me tirara al suelo... perdí a mi bebé... (La primera lágrima llegó) Y ya no... ya no puedo tener hijos...
No me dejó continuar, noté que sus manos se separaban de las mías y se apoyaban en mi cuello, la miré y un segundo después noté su cara pegada a mi cuello, y no pude más. Lloré, lloré mientras me besaba la cabeza y apretaba mi espalda.
-Ya está mi amor... (Casi lo susurró, mientras se separaba y volvía a sentarse donde estaba minutos antes, cogió de nuevo mis manos y me miró) Quiero conocerle... Quiero conocer a Manuel.

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Dejemos las excusas
FanfictionQué fácil ponerse en la piel de los demás mientras ves la vida pasar desde la barrera. Que difícil tener la felicidad a tu lado pero no poder hacer nada para cogerla fuerte. ¿No poder o no querer? Miedo, una de las causas más sonadas por el amo. Dej...