Capítulo 17
Narra Vanesa
¿Cómo puedo hacer esto? ¿Cómo me he dejado convencer? No lo sé. Solo sé que acabo de salir de la ducha, estoy delante del espejo del baño, intentado entender que voy a hacer dentro de un par de horas. Manuel y sus locuras han vuelto a mi vida cómo un remolino. Y los nervios que siento no son ni medio normales. Y Alba aún no está aquí. Al menos espero que la entrevista que tenía le haya ido bien. Oigo por fin la puerta y salgo corriendo hasta el salón, con una toalla en mi cuerpo y otra en mi cabeza, se ríe al verme.
-¿Nerviosa? (Asiento) Anda, vamos y cuéntame.
Respiro hondo mientras empiezo a vestirme y le voy explicando a mi hermana que voy hacer esta noche. Manuel minutos después de atragantarme llamó aquel amigo que tiene el local del que me habló, deben conocerse muy bien o ser grandes colegas porque me había conseguido esta misma noche una actuación en su pequeño escenario. Aun no era consciente de que me subiría allí junto con mi guitarra y cantaría mis propios textos.
-¿Y por eso estás nerviosa? (La miré mal) No me mires así... Eso ya lo has hecho en Argentina.
-No es lo mismo... (Alzó una ceja) Allí lo hacía con amigos, me acompañaba Manuel a la guitarra... aquí estaré sola ante el peligro...
-Bueno, estaremos nosotros. (Sonreí) ¿Y ya sabes que vas a cantar? Porque... (Miró hacia un lado, donde tenía algún cuaderno encima de mi mesita de noche) Tienes unos cuentos textos...
-Si... Pero no todos tienen música. Además, solo puedo hacer quince minutos de concierto, no va a dar para más de tres canciones...
-Es un buen comienzo. (Asentí y me levanté de la cama donde estaba sentada acabando de ponerme los botines que llevaría)
-Oye, (la miré) ¿Y tú entrevista, como ha ido?
-¿Mi entrev...? ¡AH! (Exclamó nerviosa) Bien... bueno... si... Emmm... (La miré extrañada) Es una escuela pequeña y dudo que necesiten a alguien como yo...
-Alba, (sonreí) todo el mundo estaría encantado de tenerte a su vera... si no, ellos se lo pierden.
Nos sonreímos y continué arreglándome. La verdad es que no tenía ni idea de cómo sería así que me puse muy sencilla. Me dejé el pelo liso, unos pantalones negros, una blusa, americana y los botines. A los pocos minutos Manuel llamó a la puerta.
-¿Lista? (Me dijo al abrirle)
-No... estoy atacada.
Se rio mientras entraba en casa, y dejaba su chaqueta encima del sofá, me miró para decirme algo pero la presencia de Alba detrás de él y un 'Hola' casi susurrado hicieron girarle hacia ella. Mi hermana le sonrió y se acercó a darle un par de besos, sonreí.
-¿Y la pequeña? (Le preguntó)
-Se ha quedado en casa de mi vecina... (Alba borró la sonrisa y alce mi ceja continuando observándoles) Es una mujer maravillosa, se ha convertido en casi una abuela para ella.
Volvió a sonreír cuando oyó eso y me reí. ¿Qué estaba pasando aquí? No le di importancia, quizás más tarde ya hablaría con ella. Se quedaron en silencio, y recordé cuando eso me pasaba con Malú. Miré mi móvil que estaba a un lado y lo cogí. Cuantas veces he pensado en contestar aquel mensaje y aún no había hecho. No estaba lista, o quizás le estaba dando demasiada importancia al tema, o... simplemente, se estaba perdiendo quien era. Manuel y un '¿Nos vamos?' me sacó de mi nube.
-Un momento... tengo que coger una cosa.
Me fui a mi habitación, y allí entre medio de los cuadernos lo encontré. Era uno de los últimos textos que había escrito, lo doble y lo puse en mi pequeño bolso. Necesitaba que viniese conmigo.
Manuel se encargó de pagar el taxi al llegar a la pequeña sala, había gente en la puerta esperando, saludó al guardia y seguidamente entramos. Uno de los músicos que esa noche actuaba ya estaba en el escenario, fuimos hasta la barra donde estaría el amigo de Manuel, le saludamos y me indicó que dentro de dos grupos más saldría yo. Respiré, mi hermana me miró y me sonrió. No había mucho ruido en aquel lugar, pequeñas mesas hacían la sala acogedora, había un pequeño escenario, un taburete donde el chico con su guitarra y su voz hacia todo lo demás. Pedimos unas cervezas, necesitaba intentar no pensar en lo que haría en unos minutos.
-Respira... (Me dijo Alba detrás de mí, la miré) ¿Te gustaría que... que ella estuviera aquí?
No me esperaba aquella pregunta, la miré y ella bajó la vista. Supongo que pensó que no había sido buena idea decir aquello, pero ella era así, impulsiva, y me gusta. Manuel, apoyó su mano en mi brazo avisándome que yo era la siguiente, asentí, miré a mi hermana y levanté su cabeza con mi mano.
-Ella... ella se ha perdido quien soy...
Sonreí triste, apreté fuerte su mano, iba a irme con mi guitarra pero me estiró del brazo, la miré.
-Vanesa... ella... ella está aquí.
Me quedé quieta, iba a pedirle que volviera a repetir aquello, pero no me dio tiempo, el amigo de Manuel y jefe de la sala me cogió la otra mano junto con la guitarra y me llevó hasta detrás del escenario. Estaba en shock. Miré por todas partes, quería saber si eso era cierto. ¿Malú estaba aquí? No podía ser. No quiero... o... quizás si... no lo sé. Oí mi nombre, me estaban presentando, reaccioné. Saqué de mi bolso el papel que había metido en él. Sentí algún aplauso mientras me sentaba y ponía la guitarra encima de mis piernas. Dejé el papel delante, donde había un pequeño atril, respiré. Los primeros acordes salieron de mis dedos.
'Te has perdido quien soy...'
La primera frase y la vi, entraba por la puerta, sus ojos se quedaron mirándome, y un escalofrío me recorrió el cuerpo. Era cierto, estaba aquí. Qué guapa. Me sonrió, pero yo no pude. Oí alguna tos en la sala y volví a la guitarra. De nuevo esos acordes y aquella frase, volví a mirarla.
'Te has perdido quien es la mujer que ahora tienes delante...'
Dejó de sonreír, pero mi mirada no dejó sus ojos.
'No me hiciste el amor cada vez que era tuya mi sangre...'
Bajó la cabeza. Se había perdido tantas cosas en tan poco tiempo. Me di cuenta la tarde que hice el equipaje, un día de tormenta en Madrid. Se había perdido quien era, por ser cobarde, y ahora... Me miró de nuevo, la canción estaba a punto de terminar.
'Ahora vienes y me pides que te ayude y te comprenda, ahora tienes corazón... ahora...'
La gente aplaudió, y ella salió por donde había entrado apenas hacia unos minutos.

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Dejemos las excusas
FanfictionQué fácil ponerse en la piel de los demás mientras ves la vida pasar desde la barrera. Que difícil tener la felicidad a tu lado pero no poder hacer nada para cogerla fuerte. ¿No poder o no querer? Miedo, una de las causas más sonadas por el amo. Dej...