Capitulo #3: Su voz en mi oído

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3 de noviembre:
Bradley Cooper:

Hola, mi nombre completo es Bradley Cooper Watson.

Lo sé, demasiado nombre para un simple profesor.

Mis padres son dos grandes ejecutivos. La Sra. Alba Watson y el Sr. Dwayne Cooper. Una pareja difuncional que ante el ojo público es perfecta, pero cuando llega a la casa no pueden ni mirarse a los ojos.

Ellos querian que fuera como ellos, empresario y con mucho dinero pero no lo quise asi. Tengo una buena y enorme casa porque el día que decidí irme y comprar una me amenazaron con que no me iban a permitir irme a menos que ellos me compraran la casa. Y asi fue.

Vivo en una casa con cinco cuartos (a los cuales todavia no les encuentro uso), tres baños, una sala de estar, una sala decorativa y una enorme cocina.

No me pregunten para qué quiero tanto, pero cuando eres hijo único de unos ricos padres difuncionales y les amenazas con irte, este son el tipo de cosas que hacen.

Un día, en una enorme charla en el sillón de mi antigua casa, papá me platicaba... no, no me platicaba, me gritaba diciendome que tenia que ser un empresario como él. Ese fue el día que decidí ser profesor. Soy Profesor de empresarismo pero el fin era, no ser empresario. Aunque casi soy lo mismo.

Como siempre me veo bajo las redes de mis padres, a mis veintidos cuando terminé de estudiar y iba a ejercer, ellos me consiguieron un trabajo aquí. Llegue hace seis meses y todo deslumbró cuando vi aquel cabello castaño oscuro, aquellas curvas perfectas y esos ojos casi negros.

Nunca en seis meses se habia percatado de mi existencia, hasta ayer.

Estoy sentado en mi escritorio pensando en ella y en el error que cometí al enamorarme a primera vista. Es estudiante, no puedo nisiquiera darle un beso en la mejilla pero en mi mente si pueden pasar muchas cosas.

La alarma suena y indica que puedo irme a mi casa. Me levanto de mi silla y tomo todos mis papeles.

Cada que salgo las chicas comienzan a sacar risillas de niñas pequeñas solo porque es difícil tener a un chico de veintitrés años que sea su profesor. En sus caras puedo ver las fantasías que se imaginan cada que me miran y hace que cambie el rostro a un lado. Solo acepto eso de una sola estudiante, Emily Johnson, y no lo hace porque no se fija en mí.

Perdón, perdón. Sé que ese nombre ha sonado mucho en todo lo que has leído pero no puedo evitarlo.

Camino hasta la oficina para poner mi ponche de salida y a mi lado pasa Jacob Britts. Mi peor estudiante.

Si el supiera el desprecio que le tengo solo porque logra tener lo que yo no. Las chicas babean por el cada que pasa, pero hoy por alguna razón nadie lo mira. Pareciera como si por primera vez su popularidad se vino abajo y es un estudiante normal. Nadie se mueve del medio y al contrario todos se ponen en el medio para que se le dificulte el paso y alguna que otra persona lo mira y saca risas o carcajadas.

Yo no logro entender nada por lo que pido permiso para pasar y llego a mi pequeño destino. Saco mis manos de los bolsillos y la pongo en la pequeña maquina que automáticamente refleja mi nombre: Profesor Bradley Cooper.

Salgo y ahí veo a la dulce Luisa McCartney. La profesora de modas. La chica que me enseñó quien era su mejor estudiante: Emily Johnson.

Lo único que tengo con ella es sexo. En eso coincidimos muchísimo, pero no, no es mi novia, no es mi amante ni nada por el estilo solo es algo asi como mi amiga sexual. Claro, creo que ella quiere algo más pero realmente ella no es el tipo de chica como para tenerla de novias y es que quizas suene feo, pero es así.

Ella se está acercando hacia mi con una enorme sonrisa.

-Hola.- y yo sólo me limito a sonreir. Ya no quiero tener más sexo con ella, no quiero que se ilusione con algo que no va a llegar lejos. -¿Pasa algo?-

-Todo está excelente.- abro la puerta de la Universidad y allí está el pequeño rostro con cabello castaño oscuro, ojos oscuros y excelentes curvas. Tengo la bendición (o como quieras llamarle) de encontrarmela todos los días. Que mi auto esté dañado en estos momentos me sirve de suerte.

Me quedo en el mismo lugar mirándola y al instante se forma en sus labios una pequeña sonrisa coqueta haciendo que mi corazón se detenga.

-Y entonces ¿en qué quedamos? ¿nos vemos hoy?- Creo que lleva rato hablando y la verdad no he escuchado nada.

-No Luisa, ya no podremos vernos más.- su cara de espanto y tristeza se forman en un segundo. -No lo tomes a mal.- tomo un respiro. -todo esta bien contigo, haces muy bien toda esa cuestión del sexo y todo eso pero ya no quiero seguir con este juego. Ambos sabemos que esto no va a llegar más lejos que eso y la realidad es que no quiero perder el tiempo.- eso sonó fuerte. Debi haberlo pensado antes de decirlo.

Las lágrimas comienzan a bajar por sus mejillas y sale corriendo para dentro de la Universidad. Veo como se pierde entre la gente, giro y bajo las escaleras. Era mejor hacerlo ahora, ella y yo no ibamos a llegar a ninguna parte, no podía seguir ilusionandola de esa manera.

Camino al autobús y tomo mi telefono. Entro a WhatsApp le doy al buscador y le pongo el nombre de mi mejor amigo: Cameron Tanner. Automáticamente aparece su foto y entro a la conversación.

Yo: Ya lo he dejado. Se ha ido llorando. Pensé que iba a insultarne o darme una cachetada pero no lo hizo.

Salen las dos alitas azules indicándome que lo ha leído.
Envía unas caritas de sorpresa (las usa para todo) y un mensaje.

Cameron: ¿Qué? Sé que hay alguien detrás de esto. Quiero que me cuentes.

Tomo aire.

En la barra vacía comienzo a escribir.

Yo: Su nombre completo es Emily Johnson Johnson, la conozco porque la misma Luisa me presento una foto de ella cuando me enseñaba a su mejor estudiante. Mis ojos se perdieron en los de ella y aunque es estudiante mi interior me obligo a saber más de ella. Lo que se es que tiene novio (es un patán) y que no me hace ni la mínima gota de caso, es más nisiquiera sabe quien soy pero estoy un poco decido a hablarle o algo así porque estos días ha estado en el bus conmigo y hasta ahora, mañana le dirijo la palabra.

Le voy a presionar enviar pero no creo que sea lo correcto. Lo borro todo y me limito a enviar algo como esto:

Yo: No hay nadie, es sólo que ambos sabemos que eso no iba a llegar a ninguna parte y ella ya se estaba ilusionando.

Guardo mi celular en mi bolsillo y la comienzo a buscar con la vista. No está.

Me undo un poco en mi silla y cruzo mis brazos.

-¿Buscandome? ¿Quieres tener el privilegio de sentarte a mi lado?- era su voz. Su voz pegada a mi oído provocandome escalofríos.
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El profe en multimedia 💕
Gracias por leerme, un beso grande.
-Ama ❤

*No te vayas sin darme un voto, te regalo un beso 😘*

El profesor y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora