El profesor y yo

Epílogo

10 años más tarde:
Emily Johnson:
-Hijo, tienes que contarme todo. Tu maestra me ha llamado y me dijo que estabas enganchado con  una chica de veinte años, y debo saberlo todo.- el respira profundo y lo suelta.

-Mamá, si. Tengo novia desde que tengo diez años y ella tenia catorce. Estoy muy enamorado de ella y espero que lo entiendas.-

-Esta bien pero... debo conocerla ¿no crees?-

-Si, habrá una cena en su casa para yo conocer a su papá y ella conocerte. Así ustedes también se conocen y pues nos conocemos todos ¿no crees?- acuno mi rostro en mis propias manos.

-Dereck lo único que tienes son dieciséis años.-

-¡Soy un adulto mamá!-

-Serás un adulto cuando tomes las responsabilidades que tu padre te dejó y no me las dejes a mi.- se me hacen los ojos agua. -El se fue y lo ultimo que te pidió antes de dar su ultimo suspiro fue que te hicieras cargo de la empresa.-

-Para eso no tengo edad mamá. -

-¡¿No tienes edad para conceder la última voluntad de tu padre pero sí para tener una novia de veinte años?!- baja su cabeza. -Ya no habrá más escuela para tí.  Tu lo único que haces es perder el tiempo y sacar malas notas en ella. Harás como tu padre y te convertirás en el empresario más jóven y codiciado de Ohio ¿me entendiste?-

-Mamá, deja de alterarte porfavor.- me dejo caer en la cama y comienzo a llorar.

-Tu padre me hace mucha falta. No sé como esto pasó. -

-A mi también mamá. - me recuesto en su pecho y comienzo a sollozar mientras el acaricia mi cabello enredado. Hace dos dias cumpli mis treinta y siete y me siento como si hubiese cumplido cincuenta.

-¿Mamá?- mi chica se deja ver por la puerta. -¿Estas bien?- ella ya tiene doce años ya. Ha crecido demasiado rápido y yo sé que Ryan hubiese dado lo que fuera por verla crecer. Nunca me he derrumbado frente a ella, pero hoy... ya no puedo más.  Mi vida sin Ryan es un desperdicio y más aún retumbando las últimas palabras que susurro antes de morir.
Flashback:
-Hola mi amor.- llegue cansada de trabajar y sé que Ryan llego hace minutos. Sin embargo, el se ve mucho más cansado que yo... se ve pálido. 

-¿Estás bien?- asiente con su cabeza y me toma por la cintura besando mis labios y llevándome al cielo como lo ha hecho todos estos años.

-Si algún dia muero no quiero irme sin tocarte y ser tuyo.- le sonrío en sus labios.

-Nunca morirás y llegarás conmigo hasta viejo como me prometiste. Te amo, eres mío y yo soy tuya.- me toma y me pone en una mesa de nuestra cocina y sigue besándome.  -¡Espera, espera! ¿Donde están los niños?-

-Con tu madre.-

-Tenias todo planiado.- se sonríe y sigue besándome. 

-Compré algo sexy para tí. Lo traigo ahora.- me bajo de la mesa y plasmo otro beso en sus labios. Salgo corriendo a la sala y tomo la bolsa que deje hace unos minutos. -¡Es esto! ¿Te gusta?- va asintiendo lentamente con su cabeza y a la misma vez veo como cae al suelo. -¡Ryan! ¡Ryan!- comienzo a gritar mientras corro y busco mi celular marcando el 911.
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-¿Que pasó Doctor?-

-La enfermedad de Ryan ha avanzado.-

-Pero... ¿¡Que enfermedad!?-

-¿El no te dijo?- limpio mis lágrimas y niego con mi cabeza. -Ryan hace seis meses tenia un cáncer en etapa final convertido en metástasis.  Cuando vino a su chequeo estaba tan regado que nisiquiera sabiamos donde habia comenzado. - comienzo a llorar más fuerte. -Le quedaban seis meses de vida y le preguntamos si en esos seis meses queria tratamiento. Él me preguntó que consecuencias tendría.  Le dije que el tratamiento lo iba agotar demasiado, iban haber vómitos, mareos y caídas del cabello pero le podía prolongar el tiempo de vida. Me contestó que no, que no lo iba hacer, que prefería estar con un poco mas de energía para hacer todos los arreglos en la empresa antes de morir y prefería tener más energía para dedicarte tiempo a ti y a sus hijos. Él estaba destrozado pero yo, como su Doctor y su amigo siempe me di cienta que nunca lo demostró. - me tiro a los brazos de Santino (el Doctor) y comienzo a llorar fuerte.