El profesor y yo

Capitulo #33: Olvidemonos de todo

Seis meses más tarde:

-Es muy grande.-

-Intentalo.-

-Ryan, no voy a poder con esto.-

-Vamos, te va a dar felicidad... vas a gozar.- me quedo mirándolo asombrada.

-Es que en serio, es como el doble de lo que me imaginaba. Hace que quiera gritar.- el sonríe. 

-Pues que bueno que te haya gustado.-

-Con esta maquina podré hacer éste traje y muchisimos trajes más. -

-¡Emily! Te necesito.- gritan de la cocina. La cafeteria ha sido todo un revuelo pero con esta sorpresa que me ha dado Ryan me he quedado sin palabras. Este es mi último día aquí. Oficialmente, en dos días abro mi propia tienda de modista.  Llevo cuatro meses trabajando en ello. Tengo tres socios: Mis amigas y Ryan. Todos han estado ayudandome mano a mano con esto.

Esta maquina la pedí hace una semana. Intenté en miles de ocasiones que me la enviaran poniendo la dirección de mi casa y no funcionaba, llamo Ryan y al otro dia ya habian enviado el pedido. ¡Por fin la tengo en mis manos!

-¿Que tal si nos vamos a cenar?-

-¿A cenar? Eso suena aburrido.- el sonríe y niega con la cabeza. -¿Que tal si vamos a cualquier fiesta en cualquier club nocturno por ahí. -

-¿Que tal si nos perdemos?-

-Llevame a donde quieras. Me buscas a las siete en punto en mi casa. Te espero.- me giro y voy a ir directo a la cocina.

-¡Hey!- me giro y comienzo a mirarlo fijamente a sus ojos. Alza una mano y con un dedo señala su mejilla.

-¿Que?-

-Aqui lo quiero- dice sonriendo. Camino hacia el y plasmo un beso en su mejilla. -Ahora si puedo irme feliz.- se sonríe y camina hacia la puerta de salida. Lo miro fijamente y por un momento me pierdo en mis pensamientos.

Flashback:

-Ese es mi closet, ahí guardo toda mi ropa de manera organizada. No creo que precisamente ahi quepa la tuya pero le puedo decir a Mary que mueva mis cosas para el closet de abajo y tu dejas las tuyas aquí. Esta casa es muy grande para mi solo, porfavor... quédate conmigo.-

-Solo por dos días.- camino hacia el cuarto para salir de alli por completo pero sus manos no me permiten pasar de la puerta.

-Yo no quiero que sea por dos días, yo te quiero para la eternidad. Quiero que seas mía. -

-¿Tuya?-

-Si,  mia por siempre.-

-Hazme tuya de una vez y será por siempre.-

Fin del flashback

-¡Emily por favor! Te necesito acá detrás. - las manos de la jefa en mis hombros removiendome hacen que saque cualquier mal pensamiento y limpie  la lágrima que estaba cayendo por mi rostro.

Debes dejar de extrañarlo.

Lo sé consciencia.

Camino lentamente hasta la cocina y comienzo a ponerle hielo a los vasos para llevarlos a las mesas.

-¿Estas bien?-

-Si.- camino con los vasos hasta la mesa. -Buenas tardes. Por aquí sus bebidas, ¿ya están listos para ordenar?-

-Em.... ¿que igredientes tiene esta salsa?-

-Es nueva y realmente no se mucho de ella. Si desea, le llamo al cocinero.- siento unos ojos encima de mi y no sé de donde provienen.