El profesor y yo

Capitulo #27: ¡Cuidado!

15 de enero:
Ayer recibí la llamada del señor Sander y me dijo que me necesitaba alli temprano pero no puedo por la Universidad por lo que volvi a llamarlo, le conté que tenia clases y él entendió.

-¿Ya terminaste?- me pregunta Brad mientras rodea sus brazos por mi cintura y acomoda su barbilla en el agujero entre mi cuello y mi hombro.

-No, aún no. Adelantate y pronto yo llegaré. -

-¿Segura?- Me giro y plasmo un corto beso en sus labios.

-Si, lo estoy.-

-Bien, nos vemos pronto.- se gira y sale por la puerta mientras yo sigo en mi intento de ponerme un lapiz labial y que no se me pegue en los dientes.

Despues de un buen rato quitando marcas en mis dientes, miro la hora y todavía me queda un poco de tiempo. La Universidad y la casa de Bradley quedan mucho mas lejos de lo que quedaba la mia por lo que debo darme prisa.
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Ya he culminado mi jornada de clases.

Me fijo que Bradley esté solo por el pequeño cristal y entro.

-Hola profesor quería saber si podia ayudarme con algo.-

-¿Tienes algun problema?- dice sonriendo. -Te gusta ese juego y lo sé pero lo de profesor a mi no me gusta.-

-Pero es tu profesión mi amor.-

-Si pero para ti debo ser todo eso.- se acerca a mi y posiciono mis manos en sus hombros mientras rasco su cabeza. -tu amor, tu todo, tu bebe, lo que quieras.-

-¿Lo que quiera?-

-Menos profesor.- se adelanta a decir y yo río.  Me acerco a sus labios y plasmo un fuerte beso que al paso de los segundos se hace más intenso.

El sonido de la puerta hace que nos espantemos.

-¿Y ahora que?-

-Haz que estas ayudandome con papeles. Voy a ver quien es.- busco unos papeles en su escritorio y los verifico. El abre la puerta y nisiquiera miro, estoy tan nerviosa.

-Dana, ¿que haces aqui?- quisiera que un rayo le caiga encima a esta idiota ahora mismo.

Dana es de tez trigueña, tiene su cabello lacio bastante largo y un cuerpo envidiable. Realmente cualquiera desearía ser como ella aunque se ve bastante mayor sin embargo dice que tiene mi edad.

-Solo quería hacerle unas preguntas del próximo examen.-

-Digame.-

-¿Puedo pasar?-

-Oh, si pasa.- ella entra y la primera cara que ve es la mia. Me señala y se queda mirando al profesor. Que diga, a Bradley. ¡Ay es lo mismo!

-¿Y ella? ¿que hace aqui?-

-Bueno ella...- se queda patinando en las mismas palabras.

-Yo tengo nombre y estoy ayudando a Bradley con sus papeles... tipo labor comunitario. ¿No viste el anunciado que puso en la tabla frente a la oficina?-

-No, pues si lo hubiese visto hace rato estuviera aqui.- se ríe. 

-Ah bueno, pero estoy yo. Que pena.-

-¿Y no necesita a otra Bradley?-

-No, no necesito a otra y te pido te limites a solo decirme profesor ¿esta bien?-

-Okay.- lo mira enojada y cambia su vista a la mia. -Oye, ¿puedes acompañarme a comprar ropa? Luego de la universidad.-

-Ya tengo un compromiso importante y es justo ahora.-