Capitulo #8 parte II: No fue un simple café.

2.6K 164 11
                                    

12 de noviembre
Bradley Cooper:

-Cameron, ¿que haces en mi casa? Déjame dormir.-

-Vamos a salir.- se acuesta en mi cama. ¡Demonios! Enserio quería dormir.

Me levanto, estoy en ropa interior y la verdad no me importa.

-Tengo planes.- digo entrando al baño.

-Tapate que me sonrojo, quiero guardarme hasta el matrimonio.- imita la voz de una mujer y río fuerte. Sé que lo dice por mi erección pero es inevitable no tener una, acabado de levantar. Hombres

-Cambiando el tema. ¿Con quien tienes planes?-

-Conmigo mismo.-

-¿Y por qué no puede ser conmigo?-

-"poque"- quice decir porque pero me estoy cepillando. Me hecho agua en la boca y la escupo hasta que no me queda pasta. -porque no.- me limpio con la toalla y camino de nuevo a la cama.

-Ves. Yo sabía que era por alguien más.-

-Cameron, sé que eres mi mejor amigo pero en su momento, vas a saberlo.-

-Bueno, en todo ese tiempo voy a permanecer enojado.- se levanta de la cama y yo me quedo mirandolo. -Te quiero puta.- y cierra la puerta de un cantazo y cinco minutos después suena la principal.

Es hormonal.

Tomo mi celular y comienzo a mirar facebook lo que automáticamente me hace entrar al perfil de Emily.

¡Ella es sexy!

En el hospital, antes que la dieran de alta y yo la acompañara a casa ella me dió su número de teléfono y yo le di el mio por lo que he decido escribirle.

Yo: ¿Podemos ir a tomarnos un café? No acepto un no.

Una gran sonrisa se forma en mi rostro al ver ese "escribiendo".

Emily: ¿Un simple café?

Yo: Pueden haber muchas cosas más que un simple café...

Okay. Quizás me pasé de la raya.

Bradley, ella no es nada tuyo como le vas hacer ese tipo de propuestas.

Si, lo siento.

El mensaje leído y no contestado me hace entender que lo captó bastante rápido.

Yo: pláticas, chistes, risas... eso es más que un simple café. Guarda tu perversión para más tarde.

Lo más probable me diga que no después de lo que dije.

Bloqueo mi celular un poco frustrado y lo pongo en mi cama. Alguien comienza a tocar la puerta desesperadamente. Me pongo un pantalón y salgo por la puerta de mi cuarto, la puerta seguía sonando.

-Voy.- ahora más desesperante estaba.
La abro y me encuentro con el rostro de Luisa McCartney. Lo que me faltaba.

-Srta. McCartney ¿que hace aqui?- estoy parado frente a la puerta para que no entre. Ella tiene un abrigo de mangas largas y hasta los tobillos, cerrado.

-¿Srta. McCartney? ¿Ya no soy solo Luisa? O... mi amor.- me guiña un ojo y me empuja para pasar. ¿Que se cree? Es mi casa.

-Espera, tengo cosas que hacer no tengo mucho tiempo.-

-Bien, en cinco minutos lo hago. Búscame un vaso con agua porfavor.- ¡Dios dame paz!

Asiento con mi cabeza y avanzo hasta la cocina donde le saco un vaso con agua porque necesito saber que rayos hace aqui. Camino de vuelta y no la veo donde la dejé. ¿Y ahora qué?

El profesor y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora