Capitulo 34: ¿Cual es tu apellido?

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Dos meses más tarde:

-Ese traje le quedaria muy bonito. Segun la forma de su cuerpo y su color. Aunque si no le gusta le puedo diseñar uno que sólo lo tendra usted.-

-Bueno, me gusta mucho esa idea.- dice la chica de ojos verdes y cabello color marron. Esta aqui en mi tienda por un traje de novia y me encanta la idea de diseñar uno para ella porque está tan emocionada.

-Bien, ¿como lo quiere?-

-Yo quiero el traje con un corte de princesa bien bello y elegante.- hace señas con sus manos como si este traje fuera todo lo que ella soñaba.

-Hija no. Quiero para ella un corte de sirena.-

-Mama pero...-

-Ya dije, corte de sirena. Tu futuro esposo tendrá dinero para eso y más. - y se sonríe.

Comienzo a dibujar uno en corte de princesa. No le haré ni el minimo caso a la vieja y ambiciosa madre que tiene.

Mi telefono suena sacándome de concentración el nombre de Ryan y dos corazones de adorno se hacen notar en mi pantalla. Hemos avanzado mucho en eso de olvidar y recibir a alguien nuevo en mi vida. No he hablado con el sobre este tema pero, ya han pasado dos meses y el me ha esperado pacientemente.

-¡Hola!- sonrío.

-Preciosa ¿como has estado? Hace mil años que no recibo ni una llamada ni una foto tuya.-

-Ay vamos, te llame ayer y te envie una foto ésta mañana. Tengo cinco trajes en confección y ahora ha llegado uno de novia.-

-¿Vas hacer algo en la casa hoy?- ¡Ugh! Habia olvidado ese detalle. Compré una casa cerca de la de Ryan y estoy mudandome. Ha sido todo un lío.

-No, mejor pasemos el día juntos. No quiero seguir perdiendo el tiempo.-

-Bien, tus deseos son órdenes. Ten buenas tardes linda.-

-Igual tu.- le tiro un corto beso y bloqueo mi celular.

No es lo que piensan; no somos novios ni nos hemos besado. Simplemente nos tratamos lindo y todo eso.

Tomo el lapiz nuevamente y camino hasta mi cuarto de dibujo. Me siento y comienzo a añadirle detalles al traje de novia. Tantos, que llegó a verse espectacular. Pongo el papel en mi fotocopiadora y cuando ésta terminó, pongo el original en mi escritorio y tomo en mi mano la copia.

Salgo de alli y le pongo en mano el boceto a la chica.

-¡Oh por Dios!- sus ojos se hacen agua y su cara de sorpresa hace que una sonrisa se forme en mi rostro. -¡Esto es todo lo que siempre soñé!- se tira en mis brazos y me abraza fuertemente. -¡Gracias, gracias!-

-Dejame ver.- dice la vieja amargada. -¡Esta porqueria no es lo que yo te pedí!- me quedo mirándola fijamente. -¡Quiero que llames al dueño!- estruja el boceto y lo tira al suelo.

-Bien, regreso pronto con el dueño.- voy a mi cuarto nuevamente y vuelvo a sacarle copia al dibujo y salgo. Le estiro nuevamente el dibujo a la chica y veo como sus ojos ahora están llenos de lágrimas.

-¿Alguna queja Señora?-

-¿¡Donde está el dueño!?-

-La dueña la tiene frente a usted. Le voy a pedir, con mucho respeto que salga por esa puerta y nunca más ponga un pie en este negocio.-

-Pues bien, nunca lo haré buscaré otro diseñador.-

-Bien, vaya.- arrastra a su hija por el brazo.

El profesor y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora