Matthew Black
—Estaciona aquí. Vendrán por la otra calle. —Ordeno a Liam—. Esa alcohólica me ha tocado bastante los cojones y no voy a permitir una jugada como ésta. No sabe donde se ha metido—. Brad, tú serás quién...
—¿Por qué no tú?
—Yo tengo que encargarme de él.
—Puede ser peligroso.
—¿Y? —Me rio—. No hay nada que pueda detenerme. Él y yo nos vamos a ver las caras.
—Es mejor que nosotros...
—¡No! Su padre mató a mi padre, yo le mataré a él. Es cosa de dos, ¿está claro? —No quiero juegos, ni quiero que nadie venga a defenderme. Solamente él y yo, nadie más.
—Ahí están —dice Liam mientras carga su arma—, cuando tu nos digas, Matt.
Con el largavistas veo todos los que están dentro del coche. April está sentada detrás, entre dos hombres. El hijo de puta va de copiloto y el conductor es un hombre mayor. Vaya... ¿han dejado tirada a mi madre? Gracias a ella y a su poco conocimiento en este mundo, hemos pillado las llamadas que ha realizado a estos desgraciados.
—¿A qué esperamos? ¡Vamos y démosles su merecido! —grita Ryan furioso y con ganas de sangre.
—¿Qué día pensarás con la cabeza? —replica Andrew.
—El día que pienses tú...
—¡Ya está bien! No es momento para discutir, dejar vuestras diferencias a un lado...
—Matthew, si le pasa algo a April te aseguro que mi novia te corta los huevos y te entierra vivo... —Brad siempre tan optimista como siempre. Los discursos motivacionales no son lo suyo.
—Esto es lo que estaba esperando. —Su nombre aparece en mi móvil y respondo a la llamada.
—¡Matt! —grita April. Por lo que puedo ver, está atada y con el labio lleno de sangre.
—Cállate si no quieres recibir de nuevo... —Le amenaza uno de los hombres que está más cerca de ella.
—Black, Black... mira a quién tenemos aquí. —Señala triunfador a April—. Tienes media hora para entregarnos toda la mercancía y el dinero, sino está en el contenedor dentro de treinta minutos, tu chica morirá.
—Matadla, ella me da igual. —Sonrío—. ¿Pensabáis que por una chica iba a entregaros toda mi fortuna? —Me carcajeo de ellos—. Estáis perdidos. —Cuelgo y me los dejo con ganas de más. Debemos salvar, ya, a April, antes de que la maten—. ¡Vamos!
Con cautela bajamos del coche y nos disponemos a colarnos en la casa. Hay varios vigilantes en la puerta principal y en la trasera, así que debemos deshacernos de ellos. Les indico con la mano a Andrew y Liam que vayan por la otra parte y se encargen de ellos.
—Poned los silenciadores.
Ryan se deja ver y antes de que griten les disparamos a los tres. Con la entrada libre, silenciosamente, entramos dentro de la casa. Solamente con mirarles, saben lo que tienen que hacer.
Subimos las escaleras, disparando a cualquier que se ponga en nuestro camino, ya sean sus hombres o sirvientas, y antes de que puedan decir palabra alguna. Si algo nos diferencian es que somos más rápidos, aparte de que no lo esperan. Oímos gritos en uno de los pasillos y con cuidado me asomo. Hay dos hombres más en la puerta. Le digo a Ryan cuántos son y se posiciona para disparar cuanto por arriba bajan rápidamente.
—¡Ahora!
Comenzamos a disparar, hasta que nos quedamos sin balas. Brad está escondido y, por suerte, no lo han pillado. Ryan y yo tenemos que apañárselas mientras Andrew y Liam se encargan de la gente de abajo.
—Muy valientes con una pistola, pero no se atreven a pelear como hombres —dice Ryan. He leído su intención.
—¿Pero son hombres?
—Ya está bien de chachara, a ver quién da más —replica uno de ellos.
Tira el arma y comienza a pelear contra Ryan. Con habilidad golpeo a su compañero, dejándole tendido en el suelo. Doy una patada a la puerta y encuentro a April atada y a los dos a su alrededor.
—Vaya, vaya... Black ha venido.
—Por supuesto, vengo a por ti. —Sonríe el muy hijo de puta y no duda en comenzar a atacarme. Le devuelvo cada uno de los golpes. No le dejo respirar, sigo y sigo, hasta que siento algo clavarse en mi. Mi camisa se va empapando de rojo mientras ambos ríen.
—¿Qué te pasa Black?, ¿ves tu punto y final?
—Ni lo sueñes. —Comienzo a golpearle de nuevo, mientras veo como Liam entra y se encarga del otro—. ¡Brad, ahora! —grito con toda la fuerza que me es posible. Escucho un disparo y sé que Liam ha hecho su trabajo. Solo quedamos él y yo, los dos—. Vas a pagar duro. —Le golpeo repetidamente y seguido hasta dejarle en el suelo aturdido. Lo inclino por la espalda—. Esto por mi padre. —Y con la poca fuerza que me queda le desnuco.
Lo dejo caer en el suelo de nuevo. April ya no está y sé que Brad cuidará de ella. Sé que le he hecho daño, pero le he confesado lo que sentía con el beso de la piscina. Me levanto y me apoyo en la pared, aunque caigo igualmente al suelo. Siento la debilidad en mi cuerpo y el riachuelo de sangre que marca el camino por el que paso. Me quedo sentado, observando aquellas cuerdas que tenía April alrededor del cuerpo. La he hecho fuerte, lo sé. Suspiro tranquilamente, ahora sé que todo no ha sido en vano. Mi padre está orgulloso de mí, le veo sonreír. Lo único que lamentaré será no volver a ver a mi cabecita loca, mi obsesión... te protegeré desde lo alto.
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¡Hola corazones!
Estamos muy agradecidas con todo vuestro apoyo, ya que nos motiva y nos ánima a seguir. Este es uno de los capítulos que más nos ha costado escribir, sobre todo, la parte final. Así es la vida.
Esperamos haberles transmitido todo aquello que queríamos, acompañados de esa música que nos gustó para este capítulo.
Un besazo enorme :333
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Eres mi obsesión [Saga Eres]
RomanceCuando lo controlas todo y piensas que nada escapa de tu poder sucede algo que cambia tus planes y el rumbo de tu vida. Dinero, poder y peligro son lo que define la vida de Matthew, obteniendo siempre aquello que quiere, hasta que hay algo que no pu...