Mi Bestia -Frerard-

Siete.

           

Mi boca formaba un ya inevitable puchero mientras mis lágrimas seguían corriendo en mis mejillas y mis manos hacían lo posible para secarlas, siendo en vano ya que estas volvían a salir sin más.

Y es que, había aprendido algo nuevo, y eso era, que definitivamente si, mi dignidad podía ser aun mas pisoteada por Gerard siendo la bestia de lo que yo creía que tenía un límite.

"Gee..."Balbucee siendo ignorando como las ultimas cincuenta veces que había mencionado su nombre. "Lo... lo siento... por favor..." Mi voz tembló al estar ya fuera de aquel lugar, pues sentía un frio calar mi cuerpo hasta mis huesos. Sentí un jaleo de nuevo en mi cuello, indicándome que siguiera caminando, siendo empujado hasta lo que pareció ser un auto que enseguida fue cerrado.

"Mierda Gee... no pudiste traer a tu perro mas decente!?" Escuchar la voz de Mikey me erizo en un modo perturbador.

"Cállate" Gruño la bestia. Escuchar la voz de Gerard era en definitiva peor que escuchar la de Mikey.

No pude evitar sollozar mordiendo mi lengua a la vez, y es que recordar que hacia un rato todo estaba bien, yo estaba seguro de que empezaba a encariñarme con aquella bestia que demostraba humanidad solo para mí.

Me creí especial.

Que iluso fui.

"Porque no?... digo... yo puedo acompañarte, estoy bien y realmente quiero..."

"No." Repitió el pelinegro. "Tú te quedaras aquí." Fruncí el ceño sintiéndome insultado de algún modo.

"Y tu entonces llevaras a una zorra cualquiera que Ray te consiga?... Luego llegaras a la habitación oliendo a ella!" Gruñí de cierto modo alterado, aunque después de unos segundos, abrí mi boca en una gran O en modo de asombro.

"No me acostare con ella si es lo que piensas. Solo necesito a una acompañante para esa reunión." Supongo que la respuesta de Gerard me dio el valor de seguir con mi indignación que más tarde que temprano supe, me saldría cara. 

"Yo soy tu acompañante!" Dije en desespero. "Recuerdas que para eso estoy aquí, para ser tu puta?... no necesitas a nadie más!"

"No quiero llevarte Frank. Deja de hacer un drama y vete a descansar o yo que sé. Tengo que preparar todo para la noche." A pesar de haber notado algo de tensión en el pelinegro, esta desapareció junto a sus pasos veloces que me indicaban saldría de la habitación. Corrí a detenerlo y ponerme frente a él encarándolo.

"Porque no quieres llevarme?" Chille

"Frank...." Apreté los labios. Sabía que estaba delirando al estar comportándome de tal modo, mas no quería dejar que cualquier puta con sida acompañara a Gerard a aquella reunión.

"No me importa usar un maldito collar!!, es mas, preséntame como tu puta, humíllame y ponme de muestra para que sepan que con los Way nadie se mete, pero llévame, Gee yo..."

"Que mierda te sucede!!?" Grito la bestia. Respingue enseguida mirando a verle fijamente. "Tan poco te valoras como para querer que te humille todo por una estúpida reunión?" Balbucee sin saber que responder. "Ya me arte de tu actitud impertinente!" Gruño. "Tanto quieres autohumillarte!!?" Intente negar, ya me había empezado a retractar de mis estúpidas decisiones. "Bien. Iras!" Dijo para finalmente apartarme de un empujón y salir azotando la puerta.

Trate de meditar que mierda me había sucedido. Por que actuar como una mujer celosa y chocante?... sentía mis manos cosquillear y mis pulmones arder, solo ahí supe que me había agitado terriblemente.