Mi Bestia -Frerard-

Epilogo.

El dolor me desgarraba como si fuera a fallecer por tercera vez en mi vida.

Gritaba lo más que podía pidiendo una liberación.

"Tienes que respirar, Frank." Rodé los ojos mirando fulminante a Ray quien me veía sin saber qué hacer.

"Quiero a mi maldito esposo ahora!!"

"Está en camino."

"Bien." Otro grito gutural se desbordó en la habitación mientras las enfermeras trataban de anestesiarme. "No!!, Gerard tiene que estar aquí!!"

"Señor Iero, entienda por favor, si el bebe permanece más tiempo dentro suyo, puede ser mortal." La sangre se me heló, cerrando los ojos con nerviosismo.

Mire a ver a Ray que me sostenía la mano como un buen amigo, dándome su apoyo.

"Esta... Esta bien." Accedí.

Media hora después, un llanto hermosamente sonoro y fuerte lleno mi miedo. Sus pulmones estaban bién desarrollados, su corazón palpitaba a todo motor, era un bebe sano.

"Felicidades enano." Sonreí al moreno mientras me era entregado aquel pequeño bulto envuelto en mantas, que darían calorcito a su pequeño cuerpecito.

"Mi pequeño Miles..." Susurre. Era tan precioso, tan pequeño... Tan afortunado.... Era amado y sería bien cuidado....

"Ya le has llamado de nuevo?" Ray asintió.

"El parque de diversiones queda demasiado lejos de aquí, debes entender que no es fácil manejar con niños abordo." Bufé. "No entiendo como lo haces." Dijo después. Le mire a ver de reojo para luego volver a observar a mi bebe alimentándose con fervor.

"De que hablas?"

"Darle tantos hijos a Gerard." Respondió obvio. Reí.

"Bueno, todo comienza cuando Gee tiene ganas de..."

"Oh, cállate. Sé cómo se hacen." Suspire.

"Que sucede?" El moreno sonrió despeinando su afro para así tomar asiento a mi lado.

"Crees que Mikey quiera adoptar niños?" Fruncí el ceño viéndole fijo.

"Por qué Mikey querría eso?"

"Digo... Has visto acaso como juega con Bandit?.... Cuando no te disponías a ser una máquina de bebes, tu hija me robo la atención de mi rubio. Entonces me pregunté.... Mikey es infeliz conmigo?."

"Es una estupidez Ray."

"Yo no puedo darle hijos, Frank." Apreté los labios en una fina línea tomando aire.

"Mikey es feliz a tu lado. A él solamente le haces falta tú en su vida para estar completa. Créeme." Dije sincero. El moreno se frotó el rostro vagamente para finalmente asentir seguro.

"Papi!!!!!" El ruido de sus voces me hizo voltear inmediato, viendo la hermosa escena participe de la que dichosamente era testigo.

"Hola mis amores!!" Respondí animado.

Gerard sonreía tiernamente mientras en sus brazos poseía a mis bellas gemelas, Cherry y Lily de tres años, con Bandit de cuatro pegada a sus piernas.

"Vayan con papa." Animo mi pelinegro bajando a las gemelas y poniéndolas adelante suyo. Ellas negaron enseguida.

"Que sucede? No querían conocer a su hermanito?" Asintieron."entonces?... Vengan aquí... Miles quiere conocer a sus hermanas mayores" las tres miradas curiosas se posaron en mi bulto envuelto de mantas para después sonreír tímidamente y acercarse apresuradas. "Con cuidado... Así..." Se los enseñe adecuadamente mientras se sentaban delicadas a mi alrededor.