VENENO

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"Los amores son como las setas. Que no sabe uno si son venenosas hasta que ya las ha comido, y es demasiado tarde"

Tristán Bernard

-¿Crees que siga viva?

-Vamos Caspian, ni que la hubiera mordido, sólo fue un rasguño.

-Lo se, sólo que... me preocupa.

-¿Te preocupa? ¡Llego ayer! Luego no estés preguntando porque siempre te rompen el corazón.

-Ay, mira quien lo dice, el que "nunca se ha enamorado".

-Es que es la verdad. En primera porque la situación no es la mejor para enamorarse, y segunda...

ninguna chica ha tocado mi corazón.

-Aja... ¡Mira, esta despertando!

Zoren fue abriendo los ojos muy despacio, como si sus párpados estuvieran cosidos. Le dolía todo el cuerpo, y no recordaba que había pasado, incluso creyó por un momento que estaba delirando.

-Wow...tengo a dos chicos guapos y encantadores al pie de mi cama. ¿Irónico,no? Apuesto a que muchas chicas querrían estar en mi lugar.

Caspian soltó una risa estruendosa y Cazir se sonrojó notablemente.

-Bueno, pero no te entusiasmes, que pronto alguien tendrá novia. ¿No saben quien? ¡Yo! Y se llama señora Almohada de Rouge, y se encuentra arriba esperándome con señora cama.

Seguido esto, Caspian salió de lo que parecía ser la enfermería. Zoren se preguntó si se habría quedado toda la noche viéndola dormir, pero apartó la idea tan pronto como llego, era absurdo.

Cazir seguía parado al pie de la cama, con la mirada baja, como si esperara el permiso de Zoren para verla.

-Hey... ¿Qué hay de interesante en el piso?-dijo Zoren acercándose al pie de la cama.

Cazir levanto la mirada y Zoren y el se golpearon la cabeza.

-¡Auch! Soy maestro de arte en el combate pero mi cabeza no es de piedra.

-Lo siento...Espera. ¿Tu eres el maestro de arte en el combate?

Cazir asintió.

-Y algunas veces de cultura también.

-Pensé que el maestro iba a ser uno de esos chinos... ¿Cómo es que se llamaban?

-¿Sensei?

-¡Esos! Un Sensei de como 100 años.

Cazir se echo a reír.

-No, como te pudiste dar cuenta o si no es que te lo hayan dicho, aquí todos tenemos de 15 a 23 años. Yo soy de los más grandes. Roxxana tiene la firme idea de que tenemos que saber organizarnos por nuestra cuenta para cuando estemos solos en la guerra.

-Espera...¿quieres decir que ellos no nos van a acompañar?

Cazir movió la cabeza en negación.

-Ellos tienen que ocuparse de otros asuntos.

Zoren dio un brinco.

-¡No! Tengo que ir a habla...

A Zoren le recorrió una punzada en todo el cuerpo, como miles de pequeñas agujas clavándose en todo su cuerpo.

Cazir instintivamente corrió a ayudarla y a colocarla de nuevo en la cama. Zoren sintió sus protectores brazos rozando su piel, y un escalofrío recorrió su cuerpo. Era algo nuevo, y a la vez confortable.

Zoren noto que Cazir también lo había sentido, porque se había sonrojado notablemente.

-Emm, yo... Tengo que ir a buscar a Roxxana, decirle que has despertado. Seguramente Caspian no lo hizo.

Cazir se fue alejando de la cama de Zoren pesadamente, como si algo lo atrajera a ella pero el se negara. Cuando Cazir estuvo cerca de la puerta, Zoren le hablo.

-¿Nos vemos después?

Cazir se volvió a sonrojar, pero no tanto como la última vez.

-Claro, "alumna"

Sonrió y cerró la puerta.

MORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora