MORTAL

ADENTRARSE EN EL VACIO

"Fue tan dificil engañar a la mujer que amaba, que sufri mas yo por mi venganza realizada"

-Jose Jimenez

Zoren salió de la habitación seguida de Caspian, mirando en todas las direcciones tratando de pasar desapercibida. Habían acordado dejar el cuerpo de Adrián cerca de uno de los tanques, para poder regresar en un rato a buscarlo, o quizá en unas horas.

Caspian se volvió hacia Zoren.

-Bien, tu ve a tus clases, ya no quiero que te ausentes, yo lo arreglo.

-Caspian, no puedo dejar que le expliques todo a tu madre solo. Sobre todo si fue mi culpa.

-¡Zoren, como puedes decir eso! ¡Por Dios, eso no fue tu culpa!

-Caspian...

-Vete a tus clases, Zoren. Porfavor.

-Pero Caspian...

-En realidad, sería mejor si no me acompañaras.

-¿Que?

-Si... Es que creo que a veces empeoras todo cuando estas conmigo, en realidad.

Zoren no sabía distinguir que era peor: ser arrojada de un vacío o estar siendo rechazada por alguien a quien tanto amas.

Zoren sólo alcanzo a dar media vuelta lentamente, y dirigirse con paso firme hacia uno de los salones.

Caspian logró captar la gravedad de sus palabras segundos después, y se tocó la cabeza desesperado.

-Ay no... Zoren, Zoren yo... Yo no... Ay no... No me refería... Yo...

Zoren se volteó con lágrimas en los ojos.

-¿No te referías a que? ¿Eh? ¡No soy de acero, Caspian! Ni tu, yo creo. Y sería mejor que ni tu ni Cazir se me acercaran. Nunca más.

-Zoren...

Pero Zoren ya había avanzado.

Se dirigió a uno de los salones y abrió la puerta, se introdujo en el y se sentó en el asiento más lejano que pudo encontrar.

Se recostó en la banca y siguió llorando en silencio, si no estaban con ella para ayudarla, ¿por qué se fijaron en ella en primer plano?

El llanto le duró poco, pues pudo escuchar como abrían la puerta.

Levantó la mirada para ver a un joven de unos 17 años, era pelirrojo, con muchas pecas y caminaba torpemente.

-Eh, hola chicos. Al parecer Adrián no está y me han mandado a suplirlo. Me llamo Elías.-y sonrió torpemente-.

A Zoren le agradó esa sonrisa torpe, parecía un buen chico.

Dejó todo el material que traía en la mesa más cercana y se volvió hacia el grupo.

-Bien. Hoy hablaremos de poderes psíquicos de los Goddracks y transformación.

Los Goddracks tienen una especialidad muy peculiar, no sólo leer mentes, sino sentir las emociones que nosotros sentimos en la batalla. Cada pequeña partícula de emoción que sentimos puede ser percibida. Y lo utilizan en nuestra contra a la hora de la batalla. Por eso hoy aprenderemos como controlar la adrenalina y remplazarla por ningún sentimiento. Es como eutanasia, pero sin la muerte.

Zoren se incorporó y comenzó a prestar mayor atención.

Elías siguió hablando. Tomó una varilla larga y señaló a una chica de la primera línea.

-Hayleen, podrías venir, ¿porfavor?.-y sonrió tímidamente-.

Una chica alta, muy alta, como de 1.75 se levantó de su asiento y se giró ante el público. Su cabello era negro como la noche, sus ojos eran como dos azulejos y sus labios eran bastante carnosos. Era delgada y parecía una de esas muñecas anime.

Elías se quedo contemplándola fijamente, como si se tratara de la octava maravilla del mundo. Hayleen se quedo mirándolo, y movió las manos enfrente de la cara de Elías.

-Tierra llamando a Elías, hay una clase que espera.

Se pudo notar un acento europeo en su voz, como de Gales.

Elías sacudió su cabeza levemente y sonrió tímidamente.

-Lo siento, emm, ¿podrías transformarte en, ya sabes... Un Goddrack?

Hayleen lo miró como si obviara la respuesta, se volvió hacia la clase e inspiro hondo.

Sus brazos comenzaron a alargarse y a volverse viscosos, sus piernas comenzaron a temblar y pronto una capa de materia grisácea se formó alrededor de estas, y pronto una luz lleno la habitación. Y había un Goddrack enfrente de todos.

Zoren levantó la mirada sorprendida, recordando las palabras del Capitán Anthony:

"y la señorita Hayleen también. Supongo que la conocerás pronto".

Zoren levantó la mano en forma de pregunta, a lo que Elías contesto:

-Preguntas al final Zoren, porfavor.

Zoren bajo la mano sorprendida de que conociera su nombre, pero bueno, al parecer ella era el centro del cotilleo últimamente.

Todos los presentes en la sala estaban demasiado tranquilos, casi dormidos, y Zoren aún no se lo creía.

Miraba hacia todos lados, sorprendida, hasta que cayó en cuenta de que Elías estaba en medio de una explicación.

-...Y pasamos a la transformación. Como ven, Hayleen lo hizo ver como un acto muy fácil de dominar, pero toma años de práctica, pero aquí en el Instituto tratamos de que sea en unos meses, y que los jóvenes Goddrack que no saben que lo son sean integrados en el instituto lo más pronto posible, ya que la impresión de la transformación puede llevar a grandes impactos en la salud, tanto física como mental, ya que usar el cuerpo en la primera transformación es como pedirle a un recién nacido que corra 10 metros. Por eso tratamos de prepararlos para su primera transformación.

Todos los presentes, o al menos la mayoría, ya tuvieron su primera transformación, así que saben como es.

Zoren ya no podía mantener los ojos abiertos por más de 3 segundos, se le empezó a nublar la vista y todo su mundo comenzó a dar vueltas.

Sólo pudo alcanzar a escuchar, mientras su campo de visión se llenaba de estrellas brillantes:

-¡Zoren se esta transformando!