"Quizás te juré algo que nunca pude completarte, y ahora estoy tan solo que hasta siento miedo"
-Juan Magan, "Mal de amores".
Zoren y Cazir salieron del comedor con un aire de preocupación, que era más de Zoren que de Cazir. Ni siquiera sabía porque había aceptado el paseo, sabiendo que entre ella y Cazir no habría nada más que amistad.
Después de unos cuantos minutos de caminar por el corredor, Cazir rompió el silencio.
-Zoren, nunca tuve la oportunidad de agradecerte realmente por lo que hiciste. Gracias, en serio.
-No hay porque.
-No, si lo hay. Yo estaría muerto de no ser por tu intervención.
-Cazir, no lo hagas más difícil de lo que ya es, por favor.
-¿A qué te refieres?
-¿A qué me refiero? Actúas como si te gustara, después yo actúo como si tú me gustaras pero estás con Dianna. Después me diriges miradas de incertidumbre, no hablamos por días y me sacas a dar un paseo como si no hubiera pasado nada. Dime de una vez cual es tu propósito para saber si debo dejar de pensar en ti.
Cazir se quedo pasmado, sorprendido por la valentía y soberbia de la chica para decir eso. No sabía que responderle, pues cualquier palabra que articulara lo haría quedar como un completo idiota.
Zoren se quedo impaciente por conocer su respuesta, pero al ver la mínima expresión de incertidumbre en su cara, se dio la vuelta y se fue por el pasillo.
Cazir la observo atónito, y en ese instante supo que debía hacer algo.
Corrió por el pasillo para cubrir la poca distancia que los separaba, la tomó de la muñeca y la volteó. La atrajo hacia él y se fundieron en un apasionado beso.
Zoren se sorprendió por la intrepidez de Cazir, pero debía admitir que el contacto con sus suaves labios la hacia arder internamente. Un fuego la recorría completa y profundamente como si el encendiera algo en su alma solo por estar con ella. Se quedaron así por los siguientes minutos, hasta que Cazir rompió el beso.
-No quiero a Dianna, Zoren. Te quiero a ti. Te quiero más de lo que he querido algo en el mundo. Quizá no soy un hombre de muchos sentimientos, pero te puedo decir que has encendido un fuego en mi, uno que ni siquiera Dianna había encendido. Una llama incandescente que jamás se apagará. Te amo Zoren, y eres todo lo que necesito para sobrevivir.
Zoren estaba helada, conmovida por la dulzura de las palabras de Cazir, sin embargo ninguna palabra logro salir de su boca, por más que se esforzara en hacerlo.
Cazir la miró impaciente.
-Vamos, dime algo. ¿Qué es lo que te preocupa?
Zoren seguía sin habla.
-Yo... Yo no... Yo no puedo aceptar tu amor Cazir.
Una punzada de dolor atravesó el rostro del joven, que seguido se convirtió en ira, apretaba los hombros de Zoren con tal rabia que hacia que le dolieran.
-¿Es por Caspian, no es cierto?
-¡No! ¡De ninguna manera! Es sólo que vengo aquí a luchar por estar viva, no para enamorarme de alguien que, cabe mencionar, ¡tiene novia!
-Vamos Zoren...
-¡No! ¿Y que hay de la daga, eh? ¡Dime!
Cazir se congeló al instante.
-¿Cómo sabes lo de la daga?
-Vamos, la que dejaste en mi recámara anoche, ¡tenía una tarjeta con tu nombre!
Cazir se quedo atónito.
-Zoren, yo iba a poner esa daga en tu cuarto hoy en la noche después de entrenar con Dianna. No hay forma de que lo supieras, a menos que me espiaras.
-¿Entrenar con Dianna? ¡Pero se la llevaron los Goddracks!
-Zoren, ¿de qué hablas? ¡Dianna está en clase de biología! ¿Te sientes bien?
-No, Cazir escúchame. Yo se lo que vi. Todo el edificio estaba conmocionado, los Goddracks entraron y se la llevaron, había vidrio roto por todas partes, yo...
-Zoren, Zoren, cálmate. Dianna esta aquí, seguramente lo alucinaste.
-¡No! ¡No estoy loca!
-Cariño, tranquila, será mejor que pospongamos el paseo, ¿te parece?
-¡No! ¡No quiero nada que ver contigo si crees que soy una lunática!
-¡No! No creo que seas una lunática, sin embargo, no hay manera de que eso pasara.
Zoren dió media vuelta para ir a su habitación, sin antes voltearse para decir:
-En serio confiaba en que creías en mi, Cazir. Te amo e incluso te amaba, por eso salvé tu maldita vida, sin embargo, empiezo a creer que Caspian es una mejor opción para mi.
Y se fue por el corredor con paso determinado
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MORTAL
Teen FictionPRÓLOGO Zoren se quedo mirando la última gota de agua caer. Le habían arrebatado todo. A su madre Hayden, a su hermana Georgette y a su padre, Marcus. Se había quedado llorando por lo menos una hora. La g...