"Hold on to what you believe, and if you have to get down on your knees and know that somewhere outhere there is a someone for you, you'll have to trust me cause for me it was you".
-The Darling Buds
Lo primero que atravesó la mente de Zoren fue: "No dejaré que vuelva a ocurrir, no soy tan vulnerable como ellos creen". Sin embargo, no tenía ni la más remota idea de como hacer para detener la transformación. Las clases que alguna vez había llegado a tener con Cazir después de enterarse que pertenecía a los Goddracks la habían ayudado un poco a tranquilizarse en el hecho de que era "casi" normal. Pero nunca le había dicho como detener la transformación. El tiempo se le agotaba, pues a plena vista de todos empezaba a desarrollar sus brazos. Todos la observaban perplejos, pero nadie movía ni un sólo músculo.
De repente, se aferró tanto a la idea de no volver a pasar por la transformación que sintió como un calor abrazador e intenso la recorría, y en unos instantes volvió a ser ella.
Todos los ojos en la estancia estaban posados en ella. Zoren esperó abucheos, burlas e insultos, pero en vez de eso, recibió vítores y aplausos.
Todo el mundo gritaba y aplaudía y Zoren sólo podía mover la cabeza en forma de incertidumbre.
Elías se le acercó, moviendo la cabeza hacia ambos lados y aplaudiendo.
-Increíble, señorita Peters. Simplemente fascinante.
Zoren se sonrojó. Las palabras brotaron de su boca como un torrente:
-Bueno, no creo que hubiera sido fascinante que estuviera a punto de desnudarme ante media clase.
Todo el mundo reía. Incluso Elías.
-No, no me refiero a eso. Me refiero a que muy pocos estudiantes, o en realidad, ninguno, ha logrado frenar un cambio. Ni siquiera yo, y eso que he tratado de perfeccionar el arte de la transformación, y bueno...
-Elías, cierra la boca ya. Aturdes a la señorita Peters.-dijo una voz metálica, haciendo eco, como si fuera un robot el que estuviera hablando.
Pocos segundos después Zoren se dio cuenta de que la que estaba hablando era Hayleen, que le sonreía cortésmente. Era muy extraño ver a un Goddrack sonreír, puesto que la imagen que tenía Zoren de ellos no era muy grata hasta el momento.
Elías sólo alcanzo a sonrojarse, dar una rápida mirada a Hayleen y regresarla a Zoren.
-Si me permite, señorita Peters, me encantaría-.y remarcó la palabra "encantaría".- tener una breve charla con usted al final de la clase.
Zoren alcanzo a abrir los ojos como platos rápidamente, para después relajarlos.
-Claro, claro. Y porfavor, tutéame. Me hace sentir incómoda que me digan señorita Peters.
Elías esbozó una tímida sonrisa.
-Claro, claro, esta bien, señorita...digo, Zoren.
La clase siguió su curso, Zoren prestó atención lo más que pudo, remarcando y haciendo énfasis en las partes en las que Elías hablaba de los poderes psíquicos de los Goddracks. Su mente estaba dividida y absorta entre la clase y sus pensamientos. De repente pensaba en Caspian, y después sólo escuchaba como Elías hablaba sobre la telepatía entre dos Goddracks íntimamente conectados. Después pensaba en Cazir, y luego volvía a la clase con Elías.
El timbre la sacó de sus pensamientos, y no sólo eso, si no que varios de sus compañeros, los cuales en su mayoría ni siquiera conocía, la inundaron de preguntas, aplausos y abrazos. Lo único que Zoren podía hacer era articular un "gracias" apenas audible y esbozar una tímida sonrisa de vez en cuando.
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MORTAL
JugendliteraturPRÓLOGO Zoren se quedo mirando la última gota de agua caer. Le habían arrebatado todo. A su madre Hayden, a su hermana Georgette y a su padre, Marcus. Se había quedado llorando por lo menos una hora. La g...