MORTAL

VIVA POR PRIMERA VEZ

Todo paso tan rápido.

Caspian había enterrado el cuchillo en el corazón de Zoren.

Zoren fue cambiando lentamente a su forma humana, mientras sangre manaba a chorros de su corazón.

Caspian miraba la escena aterrado, sin saber que hacer.

No era consciente de todo lo que pasaba a su alrededor.

Hannibal comenzó a reír.

-Uff, y pensar que yo pude haber estado en su lugar.

Caspian no se detuvo a pensar en lo que estaba por hacer.

Se transformó en un Goddrack, teniendo en cuenta que esto era un peligro inminente.

Caspian tenía una rara enfermedad, que afectaba sus transformaciones. A veces eran interrumpidas en pleno ataque, dejándolo otra vez en su cuerpo original, mortal y vulnerable.

Roxxanna había sentenciado a Caspian y lo había sermoneado infinidad de veces advirtiéndole que no debía transformarse en una pelea de verdad, ya que podría salir malherido, o peor, muerto; ya que por obvias razones la fuerza de un Goddrack es superior a la de un mortal.

Pero cuando se trataba de Zoren, ya no importaba si el salía herido o no.

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Zoren daba grandes bocanadas de aire, su corazón punzaba y ardía como si le hubieran prendido fuego, trataba de reponer la herida tal y como Elías le había enseñado, pero no podía.

Todo se volvía tan borroso.

¿Acaso así sería recordada?

Muerta antes de siquiera tocar el campo de batalla.

Apuñalada por Caspian.

¿Qué le harían a sus padres? ¿Qué les dirían? E incluso, ¿les dirían?

Zoren se desplomó en el piso, dándose por vencida. ¿Qué caso tenía seguir luchando? No lo lograría.

Cerró los ojos.

Siempre había escuchado que la vida de un ser humano pasaba ante sus ojos en sus últimos minutos de vida. Y sin embargo nunca lo había creído, pero esta vez estaba sucediendo.

Todo pasaba ante sus ojos.

Cuando apenas era una niña pequeña, la llegada de Georgette, su escuela primaria, Hannibal, secundaria, su examen de ingreso a la preparatoria, sus cumpleaños, llantos, cuando fue reclutada, los ojos verde esmeralda de Caspian, los ojos azules como el mar de Cazir... Esas caricias que hacían que su cuerpo se estremeciera. Y su muerte.

Al final, Zoren se dejó ir.

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Caspian luchaba cuerpo a cuerpo con Hannibal.

Ambos se golpeaban contra las paredes, se mordían, se rasguñaban y se arrojaban cosas.

-¡Por un carajo!-gritó Caspian-. ¿Es que nadie escucha el caos de aquí abajo?

Hannibal lo derribó y Caspian cayó sobre vidrio roto.

Soltó un grito desgarrador, sentía como su espalda volvía a su forma humana, mientras Hannibal lo presionaba más y más.

De reojo, pudo ver que un grupo de personas se acercaban.

Todos eran goddracks, menos uno.

No pensó en nadie más que en Cazir para el restante.