VACIO

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"Lo que más se ama, más veces corre peligro".

-Séneca

Zoren sintió como un frío aire le recorría la espalda, e instintivamente jalo y giro la manija repetidamente, pero esta no cedía.

Al cabo de un rato, apareció Caspian.

-Hey, cabeza hueca, tienes que meter las llaves en la ranura. Déjame dormir ¿quieres?-Y cerró la puerta de un portazo-.

Zoren se sintió más avergonzada que herida, aunque en este caso estos sentimientos se complementaban. Metió la llave en la ranura con mucho cuidado, como si fuera a explotar, la giro y empujo la manija hasta abrir el dormitorio.

Era algo sencillo, un armario pequeño, un tocador, un buró con una lámpara y una cama individual con sábanas pequeñas. En una esquina del cuarto había una puerta.

"Ojalá ese sea el baño" pensó Zoren.

Camino lentamente y abrió la puerta. Instintivamente corrió a verse en el espejo. Estaba echa un desastre.

Aunque sabía que era hermosa, cabello castaño oscuro, ojos verde intenso y una hermosa boca rosa pálido, ahora si que estaba echa jirones: el cabello estaba enredado por todas partes, sus ojos tenían ojeras y estaban rojos de tanto llorar, y sus labios estaban resecos. Se lavó la cara repetidas veces, hasta que sintió un notable cambio. Se metió a bañar, se desenredó el pelo y se puso la pijama.

Sacó todas las cosas de su maleta y las fue acomodando en el armario. Al sacar su vestido, escucho que algo se caía. Era una foto de sus padres y de su hermana.

Una lágrima recorrió su rostro.

-No se preocupen-dijo Zoren en un sollozo-los sacare de donde quiera que estén. Lo prometo.

Besó la foto y la coloco en el armario.

Estaba apunto de acostarse cuando de repente, escucho un golpe en la ventana. Fue un golpe quedo en realidad, pareció una rama que golpeó accidentalmente la ventana a causa del viento, pero el mismo sonido se repitió una, dos, tres, seis veces. Zoren se alejó de la cama hasta la puerta, y agarro la manija con sumo cuidado. De repente, el vidrio estallo en mil pedazos, surgiendo de este un tentáculo blanco, y luego otro, y otro, hasta que fueron 6 los que aparecieron al borde de la ventana.

De un impulso, una criatura enorme apareció en el cuarto de Zoren. Sus seis tentáculos terminaban en una mano, que parecía más una aleta con los dedos unidos por una especie de tela, se extendían hacia los costados, se desplazaba por una masa gelatinosa que parecían ser sus pies y tenía la cabeza ovalada y blanca como la nieve, y tenía ojos grises, pero sumamente grandes e inhumanos. Su boca era una fina línea.

La criatura soltó un aullido sordo, y un resplandor segó la habitación. De repente, sólo quedaban su hermana y ella en la habitación.

-¿Georgette?-dijo Zoren con un aire de confusión-¿Que haces aquí?

-¡Zoren!-dijo Georgette y corrió a abrazar a su hermana

Zoren la abrazo fuertemente, con lágrimas en los ojos. Acto seguido, se agachó y le acomodó el cabello.

-Estarás segura aquí, conmigo, mientras no te descubran...

-¿Dónde estamos?-dijo Georgette.

-El Instituto de Reclutamiento, es donde me van a entrenar para combatir a los Goddracks-dijo Zoren, evidentemente cansada

-¿Pero cómo?-dijo Georgette-tu no sabes pelear, Zoren.

-Ya me enseñaran. Y tu, ¿cómo llegaste hasta acá?

-Seguí la camioneta. ¡No te abandonaría tan fácil!

-Ay cariño, te quedarás aquí conmigo, en tanto no hagas ruido. Atravesaremos esto juntas.

-Si...-dijo en una voz inhumana y soltó un aullido mientras se transformaba en la criatura de nuevo y se lanzaba hacia ella.

Zoren salto pero había sido demasiado tarde, la criatura la había aruñado en el brazo, había sido una cortada larga y profunda.

La criatura se preparaba para su siguiente movimiento mientras Zoren buscaba algo con que defenderse.

Como por acto de magia, la imagen de la lámpara llego a su mente, pero ya era demasiado tarde.

La criatura dio un brinco sobrenatural y cayo encima de Zoren. La aprisiono con sus largos tentáculos y abrió sus fauces, listo para devorar a Zoren.

Cerró los ojos, esperando lo peor.

Sin embargo, escucho que abrían la puerta, y sintió un líquido caliente carcomerle la piel, seguido sintió como el cuerpo de la criatura caía sobre su cuerpo.

-¿Estas bien?

Caspian. Tenía que serlo, o al menos, eso esperaba ella.

-Me sentiría mejor sin esta cosa encima, ¿sabes?

Acto seguido, le retiraron el cuerpo de la criatura de encima.

Apareció un joven de unos 20 años, con cabello negro y ojos azules. Era alto, y muy apuesto.

-¿Cómo llego eso hasta aquí?

-No tengo ni idea, apareció por la ventana...

-¿Qué te paso en el brazo?-dijo el joven, claramente alarmado.

-Oh, esa cosa... alcanzo a aruñarme el brazo, no es nada en realidad.

El joven se acercó bruscamente hacia Zoren y la tomo del brazo.

-¿Sabes que era lo que te ataco, no?

-Emm...

-Era un Goddrack, niñita. ¿No sabes los riesgos que implica ser lastimada por uno?

-¡Lo siento! ¡Acabo de llegar!

El joven abrió los ojos notablemente.

-Eres Zoren Peters...¿no es así?

-Y tu sabes eso ¿porque...?

-No hay tiempo para presentarnos, tengo que llevarte con Roxxana ahora mismo.

-¿Pero porqué...?

-¡AHORA!

En ese preciso instante, entro Caspian a la habitación.

-Vaya, veo que conociste a Cazir, Zoren, que precoces. Y vaya manera de conocerse, hicieron un poco de relajo y ruido ¿eh chicos? A la próxima...

-No hay tiempo para bromas, Caspian. A Zoren la ataco un Goddrack.

Caspian abrió los ojos impactado.

-¿Y no se te ocurrió gritar pequeña?-dijo Caspian con un sarcasmo muy notable.

-No pensé que...

Y Zoren cayo en completa oscuridad.

MORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora