CONVULSIÓN

107 2 0
                                    

"Quiero ocultar la verdad, quiero protegerte, pero con la bestia dentro de mi, no hay donde esconderse"

Zoren salió de la enfermería un poco mareada. Todo daba vueltas, todo estaba muy mal.

"Vine a luchar, a recuperar a mi familia, no a enamorarme. No a enamorarme", pensó Zoren. Iba tan sumida en sus pensamientos que no se dió cuenta de que chocó con una puerta al final del pasillo. Jaló la manija con determinación, pero la puerta no cedía. Empujó y pegó en la puerta pero parecía estar cerrada con llave. Zoren se dio media vuelta y se fué por el pasillo.

Subió las escaleras y se dirigió hacía su habitación, el cerrojo aún seguía roto y la habitación estaba echa jirones. Cristal por doquier, los burós estaban echados de lado y el ropero estaba en el piso. Todo estaba echo un desastre.

Zoren levanto uno de los burós y sólo descubrió que debajo había más vidrio destrozado. Se dirigió hacia el otro buró y este no cedió tan fácil, había un líquido viscoso y negro debajo de el: sangre.

Se dirigió asqueada al baño y tomó un trozo de papel higiénico, cuando escucho que un papel se deslizaba debajo de su puerta. Se volteó y descubrió que, efectivamente, había un papel debajo de la puerta. Salió del baño y se dirigió hacia la puerta, volteando el papel, descubriendo que traía algo escrito en el.

"SE QUIEN ERES"

Veme en el comedor a las

11:30 pm.

Zoren se quedo atónita, ¿qué querría decir el papel? Y, lo más importante, ¿quién lo había enviado?

Tiró el papel y se volteó a limpiar el desorden en su habitación. ¿A qué se podía referir el papel? No había nada interesante en ella, y las posibilidades de quien podría haberlo enviado eran infinitas. Todos la habían visto matar a la criatura en el foro, y eran más de 500 alumnos, ya todos la conocían. Seguro se harían chismes y cotilleos de ella, si no le había pasado en sus años de instituto, aquí lo haría.

Terminó de limpiar y eran las 10 pm. Faltaba muy poco para la hora acordada, y aún no decidía si debía ir o no. Podría correr bastante peligro, o podría averiguar información. Exhaló y miró hacia la ventana, se sorprendió al ver a Caspian entrenando. Daba espadazos y golpes hacia un cuerpo para entrenar. Lo hacía con una gracia sorprendente, agilidad y rapidez. Nunca lo había visto así; quizá no lo conocía, pero podría apostar que él no acostumbraba a pelear con tal rabia. Él era ciertamente muy guapo, pero no podría permitirse sentir algo por él. Pero la había besado, y no podía pasar eso por desapercibido. O quizá si, quizá no había sido nada y era una muestra de afecto poco usual. Pero no podía dejar de pensar en él.

11:10 marcaba el reloj. Se metió a bañar y se puso la pijama. Estaba a punto de meterse a la cama, cuando algo la detuvo. El extraño impulso de querer saber a qué se venía el mensaje la invadió. No podía evitar sentir curiosidad, ansiedad.

Salió de la cama y se puso unos tenis. Abrió la puerta muy despacio, y se dió cuenta de que Caspian había entrado a su habitación. Estuvo a punto de llamar a su puerta, pero no sería apropiado. No lo sería.

Se dió media vuelta y bajó las escaleras. Cuando estaba en el último escalón, pudo escuchar un ruido que provenía de uno de los salones. Se acercó cuidadosamente y pegó su oreja a la pared. Se dispuso a escuchar.

-¡Es un peligro! ¡Un peligro para el instituto! ¿Sabes cuantos chismes se han desatado hoy? ¡Cientos!

-Roxxana, cálmate...

-¡No Anthony, no! ¡Es un peligro! Deberíamos matarla. Una menos no será problema. Tenemos cientos de buenos chicos, una menos no causara problemas.

-Roxxana, ella es especial. Está en su sangre. La conocí cuando era una bebé. Pasó las pruebas...

La sala se quedó en silencio por unos minutos.

-¿Las pruebas? ¿Ella es... Una...?

-Si. Ella es una Goddrack.

Zoren se dio la vuelta y se tiró al piso. Estaba realmente atónita. No sabía que pensar. Todo le daba vueltas. Cuando de repente, una mano se posó en su hombro y le susurraron al oído:

-Ya sabes todo lo que debías saber. Eres un monstruo.

MORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora