ALIVIO

114 3 0
                                    

"El amor concede a los demás el poder para destruirte"

Los minutos siguientes parecían sacados de un sueño.
Cazir yacía en el suelo, con sangre por todas partes mientras el Goddrack se preparaba para el golpe final. Ni Dianna, Roxxana, Adrián o Caspian intervinieron, se quedaron mirando a Cazir como si en algún momento se fuera a levantar y fuera una táctica más. Pero Zoren sabía que no era una actuación.
Inconscientemente, se levantó corriendo hacia el Goddrack, podía oír como Caspian le gritaba, pero no le importó. Se deslizó por el piso ágilmente, blandió la espada de Cazir y empezó a lanzar tajos a la criatura.
Un brazo, y otro, y otro. Zoren giro justo cuando la criatura lanzo un arañazo y volvió a blandir la espada, justo en el pecho formando una línea recta... Arriba del corazón. Estaba a punto de dar la puñalada final cuando el Goddrack lanzo un alarido y la luz volvió.
Su madre, Hayden, apareció. Pero Zoren ya no era ingenua.
-Cariño, ¿qué haces con una espada?- dijo Hayden, posando su mano cuidadosamente en la espada,
tratando de hacer que Zoren la bajara-Es peligroso.
Zoren caminaba alrededor de lo que aparentaba ser su madre.
-Si, tienes razón.
Zoren fingió bajar la espada, cuando la blandió por encima de su cabeza, dando un profundo tajo en la espalda.
Hayden rugió y la criatura volvió, pero Zoren ya había enterrado el mango de la espada en el corazón.
La criatura lanzo un alarido y se desplomó. Sangre negra manchaba el piso.
El foro se quedo en un silencio aterrador. Zoren no se atrevió a ver a la gente, pero se volvió hacia Cazir, que yacía inmóvil en el suelo.
-¡Cazir!-grito Zoren, se volvió, tirando la espada al piso y agachandose. Tomó la cara de Cazir entre sus brazos, colocándolo en su regazo-Cazir....Cazir, abre los ojos. Ábrelos...
Pero Cazir seguía inconsciente. De repente sintió una mano en su hombro. Ni siquiera noto que había empezado a llorar. Era Lucy.
-Permíteme verlo.
Le costo trabajo a Zoren soltar a Cazir, era como si le hubieran arrebatado un miembro de su cuerpo.
Lucy lo coloco en su regazo, inspeccionandolo.
Dianna llego corriendo.
-¡Mi amor! ¡Sabía que no estaba actuando!-dijo entre sollozos-.
-¿Entonces por que no hiciste lo que Zoren, Dianna?-dijo Caspian detrás-. Tienes más entrenamiento que el que ella demostró, o eso solía pensar yo.
Dianna palideció.
-Pensé que estaba planeado...
-No, no lo hiciste. Ibas a dejarlo morir, ¡Ibas a dejarlo morir!-grito Caspian-.
-¡Pues tu no hiciste nada tampoco! ¡Te quedaste viendo como esta zorra lo defendía!
Caspian le dio una cachetada a Dianna.
-No es una zorra. No la vuelvas a llamar así o juro que te arrancare el pescuezo.
Dianna tenía una marca roja donde Caspian le había dado la cachetada, y salió enfurecida de la habitación.
Lucy, que había permanecido callada, dijo:
-Esta muy grave. Lo mordió.
Zoren salto.
-¿Qué?
-Si, tiene una mordida en el brazo.
Toda la sala estallo a gritos horrorizados, sollozos y lamentos. Roxxana estaba perpleja. Se podían escuchar quejas como:
-Capitana, ¡haga algo!
-¿No se supone que nos debería protejer?
-Cazir estaría bien si no hubieran traído a eso aquí.
-¿Qué fue lo que vio?
-¡BASTA!-grito Roxxana y se volvió hacia Lucy-.Lleva a Cazir a la sala de emergencias.
Y se volvió hacia Zoren.
-Y tu. Vienes conmigo.
-Pero Capitana...
-¡Ahora!
Caspian replico.
-Mama...
-¡Caspian cállate! ¡No has echo más que defender a esta criminal! ¡mato al Goddrack! Sabes que se requieren años de entrenamiento para hacerlo. ¡Es una maldita espía!
-¡No, no lo es! ¡todos aquí son unos idiotas! Zoren es buena, mama. Que ustedes sean tan bastardos para criticarla por lo que hace en vez de admirarla las hace unos completos idiotas.
Se volvió hacia Zoren y camino hacia ella.
-¿Estas herida?
Zoren se miró los brazos, tenía unos cuantos rasguños.
-No es nada...
-Si lo es. Lucy, lleva a Zoren a la enfermería. Porfavor.
Lucy asintió mientras le dirigía una mirada a Roxxana, que estaba echa una furia.
Caspian se acercó a Zoren, le tomo la cara y le dio un tierno y rápido beso en los labios.
-Eres valiente, preciosa. Pero no quiero que vuelvas a arriesgar tu vida, ¿entendido?
Zoren estaba perpleja, y sólo alcanzo a asentir.
-Bien. Lucy...
Y se marcharon a la enfermería, con Cazir en una camilla.

MORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora