Capitulo 09 | No es un juego

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Si tiene algún error ortográfico, algo que no este entendible me dejan saber con un comentario. No lo releí el capítulo. 😬

«§»

Me encuentro sentada en el piso mirándome en el espejo que tengo detrás de la pared de la puerta. Como he podido caer tan bajo y por segunda vez. Lo peor es que le falte el respeto a la casa de mi padre. Como pude caer en sus brazos nuevamente y todo lo que ocurrió en esa casa. Mis ojos se empañan, no quiero llorar, pero es inevitable. En qué persona me he convertido desde que llegue a esta ciudad, ni siquiera me reconozco. Yo jamás aria algo así.

¡Acostarme con un mujeriego!

Lo peor es que no es nada mío. Si mi madre me viera estaría desilusionada de mí. ¿Cómo pude caer tan bajo?

Ese hombre te tiene hechizada -me dice mi consciencia.

Claro que no. Vete que no me ayudas en nada. Me limpio las mejillas. No puedo llorar. Prometo que no volveré a caer en sus brazos. Necesito alejarme de aquí lo más rápido posible. Como le explico a mi padre que no puedo quedarme en la casa. Tengo que ir hablar con mi padre. No puedo estar un día más, me volveré loca. Salgo del baño, miro en el espejo del tocador.

Huye como una cobarde, enfrenta a ese hombre -me habla mi consciencia.

Déjame en paz. Prefiero huir a caer nuevamente en las garras de Sebastián. No debo tener ese comportamiento. Al final es mi primo político. Se vería mal ante la sociedad. En que pienso. Si el idiota es un mujeriego. Jamás cambiaria. Salgo de la habitación. Tengo que ser fuerte y hablar con él. Tengo que convencerlo. Camino hasta la de mi padre. Doy dos golpecitos.

-Adelante- escucho decir a mi padre.

-Buenos días- digo.

Lo veo reclinado en el espaldar de la cama con una laptop que supongo que es la suya. Tiene lentes, supongo que no ve para leer. Sonrió.

-Qué bueno que vienes, quiero pedirte un favor- me deja saber.

Que será. Después que no sea relacionado con Sebastián. Todo está bien. No quiero seguir metiendo error tras error. Asiento.

-Dime- susurro sentándome a su lado.

-Hoy hay una reunión en la empresa, de aprobar un proyecto turístico en Punta Cana. Quiero que me des tu opinión- me dice.

-Haber, en primer lugar, se supone que usted señor no este trabando con nada de la empresa- lo regaño.

-No me regañes. Mira el lugar es este- me enseña la computadora.

-Muy bonito. Tiene mucha vegetación ¿Qué quieres que te diga? -curioseo.

-El plano es tradicional, nosotros no estamos familiarizados con la nueva tecnología como la energía renovable. Vi la página de tu empresa en España e implementaste una serie de tecnología para minimizar los costos cuando estén en operaciones. Me gusto quisiera que fueras y les explicaras como implementarlo en el plano del hotel- explica.

-Está bien, pero necesito la carta de autorización para entrar a la junta- expreso.

-Ya me encargué, miranda fue a imprimirla a mi despacho- me dice y en ese instante entra con un sobre en la mano.

-Buenos días Camila- formula.

-¿Cómo amaneciste? -pregunto.

-Bien y ¿tú? Aquí tienes la carta amor- le entrega la carta a mi padre.

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