XIV

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Desperté y suspiré pesadamente, hoy era un día diferente.

Miré la hora, eran las 11:32. Mierda, ¿cómo hago para salir de mi habitación con mi madre ahí afuera? Sonreí cuando un recuerdo pasó por mi mente, cuando era pequeña y mi mamá me regañaba hacía lo mismo, la evitaba, porque ella siempre conseguía ponerme peor de lo que ya estaba.

Y creo que pasaron los años y sigue igual, si salgo y me enfrento a ella, solo va a recriminarme y va a hacerme sentir culpada de una manera u otra, porque asi es mi madre. Si no haces las cosas como ella quiere, tienes toda la culpa. Eres un miserable.

Le pase un mensaje a Ian pidiendo socorro y en menos de 10 minutos el llegó.

--Hola –me saludó desde la puerta- Vamos?

-- Hola, puedo ir con tu familia a la boda? No creo estar preparada para enfrentar a mamá. Creo que nunca lo estaré. –suspiro y el ríe-

-- No hay problema Alex, el camino está despejado, podemos irnos.

Tome mi vestido, los zapatos que iba a utilizar y mi bolsa, sigo a Ian por todo el pasillo hasta salir del apartamento. Suspiro, tenía la sensación de estar huyendo de no sé, un enemigo en la guerra.

Cuando llegamos en la Iglesia no sabía dónde ubicarme, junto con mi familia o con Ian. Papá tiro de mi brazo y me posicionó a su lado, sentí que los ojos de mi madre me lanzaban dagas.

--Deja de huir –me susurra papá y yo lo miro- Tenemos que hablar, bien.

-- Mamá me quiere matar

-- pero yo no, eres mi  hija a pesar de todo –suspiro un poco aliviada y le sonrío-  

-- Gracias.

Después de toda la ceremonia de la Iglesia y blah blah, ya saben, todo eso aburrido que ocurre allí, llego la fiesta, espero que sea un poco más divertida. En la iglesia esperaba algo como que la novia no llegara o mi hermano dijera no, pero nada de eso pasó.

Suelto  la mano de Ian para ver mejor a Jeffrey y a mamá que están hablando en un rincón, ella niega algo y el sonríe y le besa la mejilla. Cuando se da la vuelva su mirada se encuentra con la mía y camina hacia la salida, discretamente voy detrás de él. Cuando salgo del local y no veo ni su auto ni él por ningún lado, temo que se haya ido.

Veo que en el otro lado de la calle hay alguien parado, él levanta la mano y corro como puedo con estos tacones hacia alli.

--Ya te vas? –él asiento sonriendo-

-- Déjame decirte que te ves hermosa Alex –toma mi mano y me da una vuelva- Si, ya me voy.

-- ¿nos vamos a ver de nuevo? –él toma mi cintura y me acerca a su cuerpo-

-- No lo sé, depende... -mira sobre mi hombro y después centra su mirada en mi- Estoy loco por volverte a ver –susurra sobre mis labios y yo sonrío-

Me da un suave beso y se aleja, sube en el primer taxi que pasa por allí y se despide. Tengo un sentimiento tan raro dentro de mi, seguramente no lo vea más... pero hay algo muy en el fondo que me dice que sí, que lo voy a volver a ver.

Sigo con la mirada como el taxi se pierde en el tránsito y sacudo la cabeza, tengo que calmarme. Cuando observó el salón, veo alguien parado en la puerta.

Mierda, es mi madre. Ella nos vio.

El novio de mi mamá. 《Jeffrey D. Morgan》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora