Jeffrey:
Despierto y lo primero que hago, como todas las mañanas es buscar con la mirada a Alex, pero ella no está en la cama. Que raro, es temprano. Miro a la cuna y Bella tampoco está. Me levanto y el pánico aumenta al ver que ni siquiera Nico está.
¿Y si la cague y ella se fue con nuestros hijos?. No hice nada malo, o eso creo. Comienzo a pensar en lo que paso estos días y recuerdo la conversación/discusión que tuvimos porque apareció una mujer diciendo que tenía un hijo mío.
Siento mi corazón parar y lo primero que miro es el closet, pero cuando veo que toda su ropa estaba allí, siento un alivio tremendo. Tomo mi celular y la llamo pero nada, ¿Dónde se metió esta mujer?
Voy a la cocina a prepararme un café y veo una bandeja con un jugo, una taza de café (vacía) y unas tostadas. Además de una nota.
“Antes que te desesperes, no te deje. Fui a hacer un mandado.
Lamento por el intento de desayuno, sabes que soy un desastre en la cocina.
Te amo,
tu esposa”
Sonrío y puedo imaginármela haciendo esto con Bella y Nico. Le compadezco. Cuando prendo la cafetera escucho un ruido en la puerta y ni me molesto en girarme, sé perfectamente quien. Es la única que llega haciendo un escándalo. Un minuto después unos delgados brazos me rodean y sus manos se posan en mi abdomen,deja un beso en mi espalda.
--Buen día, cariño –dice y yo sonrío, diablos, nunca dejo de sonreír cuando la tengo por cerca.-
-- Hola, ¿Dónde estabas? –pergunto y me giro, ella queda frente a mi pero sin soltarme del abrazo.- Casi me da un infarto cuando no te vi, ni vi a los niños. Pense que te habías ido, realmente, con la discusión del otro día…
-- Hey, esta bien, fui a dejar los niños con Ian…. Y… -sonríe perversamente.- … hacer algo.
-- ¿Hacer qué? –pregunto curioso y ella ensancha más su sonrisa. Es tan hermosa. Se ve demasiado bien, tiene casi 28 y parece una niña de 18, está usando un top y una pollera rosa pálido, su pelo corto hace que la parte de sus hombros y clavículas resalten, dejándola más delicada aún.-
-- Hoy es un día especial… -su dedo hace un recorrido por mi pecho hasta llegar a mi bragueta, cuando pienso que va a continuar, vuelve a abrazarme.- Feliz cumpleaños mi amor, mi vida, mi mundo entero… -susurra y yo envuelvo mis brazos alrededor de su pequeña cintura, ¿cómo hace para ser tan delgada comiendo tanto?.- Lamento lo de iniciar tu día solo, fui a ver tu regalo…
-- ¿Mi regalo? –ella asiente y veo como sus dedos se dirigen hacia el cierre delantero de su top, me relamo los labios sabíendo lo que se viene, dos perfec…- ¿pero qué…? –digo un poco indignado cuando ella se tapa los pechos, ríe y se da la vuelta.-
-- No seas desubicado –miro un tatuaje allí y sin poder evitar paso mis dedos por encima del plástico que lo cubre.-
-- Es hermoso… -leo la palabra “libertad” y un pájaro al lado, con dos más chicos siguiéndolo.-
-- Es nuestra familia –susurra.- El más grande eres tu, él más importante. Él que me dio libertad y felicidad
-- Diablos, me vas a hacer llorar –digo riendo, aunque si sigue hablando lo voy a hacer. Camino hasta quedar frente a ella y estampo mis labios con los de ella, escucho su gemido así que mi lengua encuentra la suya, sonrío y la empujo contra la mesada. Cuando sus brazos rodean mi cuello, tomo su cintura y la levanto, sentándola encima de la mesada. Sabiendo que sus pechos están descubiertos, mis manos pican por tocarlos, y así lo hago, torturo sus pezones por un rato y escucho sus quejas/gemidos, nunca aprendió a ser silenciosa.- Vamos a otro lado, por favor.
Ella asiente y camino hasta nuestra habitación, la dejo suavemente en el colchón y saco su falda, creo que él paraíso es tener a Alex así, solo con bragas, agitada, con los labios hinchados, despeinada y con esa mirada llena de deseo. Beso sus piernas, vientre, hasta llegar a sus pechos, donde me entretengo un buen rato hasta que la hago venirse.
--Eres demasiado intento –susurra y yo me levanto, tomo de la mesita las toallitas húmedas de la bebe y vuelvo a verla, ella al ver mi intención cierra las piernas.- No, ni lo pienses.
-- Alex…
-- NO! –chilla y yo alzo las cejas incrédulo.- Es demasiado…
-- ¿Intimo? –pregunto riendo, ella asiente y yo pongo mis ojos en blanco.- Acabo de mamarte los pechos mi amor.
-- Jeffrey! –su cara de vuelve roja y yo toco sus piernas, carcajeo cuando se tapa la cara y abre sus piernas. No es la primera vez que lo hago, al menos con ella consciente. Cada vez que tenemos sexo, cae rendida y yo tomo el trabajo de pasar una toallita por su zona baja. A veces limpiando el desastre que yo mismo hago, acabando fuera de su interior. Siendo más explícito, limpiando el semen que dejo en sus pliegues.- Ay dios… -la escucho decir cuando bajo sus bragas, paso la taollita por la zona y me levanto, busco unas bragas nuevas y se la coloco. Dejo un beso en su monte venus y le sonrío.-
-- Ya está.
-- Es demasiado vergonzoso! –rio al ver que sus mejillas siguen rojas.-
-- Desde que me dijiste que no te gustaba la sensación de quedar sucia después del sexo, siempre lo hago –me encojo de hombros.- Tu te duermes en menos de 5 minutos…
-- ¿Siempre lo haces?
-- Siempre.
-- ¿Siempre me cuidarás? –Pregunta como una niña pequeña-
-- Siempre, amor.
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Esto estaba para subirse el 22/04 pero adivinen quien tiene un parcial ese dia? 🙋.
Y durante la semana, tendre que estudiar si o si. 🙄
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El novio de mi mamá. 《Jeffrey D. Morgan》
Fanfiction¿Cuál es el precio de la libertad? Eso me preguntaba cada vez que mi familia insistía en que tenía que estudiar en los mejores colegios, en las mejores universidades... las mejores carreras. Tendría que estudiar casi 20 años, para después trabajar o...