El novio de mi mamá. 《Jeffrey D. Morgan》

XV

Subí las escaleras y ella sigue parada en la puerta, no quiero mirarla. Pero ella toma mi brazo y hace que me detenga.

--Eres una pequeña zorra –me señala, en sus ojos no hay nada más que ira-

-- No más que tu –respondo y ella abre sus ojos- Digo, yo nunca estuve con dos hombres a la ve... –ni siquiera termino la frase cuando su mano hace contacto con mi mejilla, realmente me abofeteo-

-- Cuando termine esta boda, no quiero verte nunca más, me oiste? –aprieta el agarre en mi brazo y mis ojos se llenan de lágrimas- Quiero verte lejos de esta familia, eres una vergüenza!

Suelta mi brazo y se adentra al salón, intento frenar mis lágrimas pero no consigo, es imposible. Me duele, me duele mucho que mi madre me trate asi... solo porque yo no quise hacer lo que ella quería.

Camino hacia los baños e intento arreglarme un poco, mi maquillaje esta corrido y mis ojos están rojos, mierda. Mi bolso esta con Ian asi que intento limpiarme la cara como puedo con un pedazo de papel higiénico.  Cuando veo que esta bastante bien, salgo del baño y choco con mi hermano.

--Estas bien? –me pregunta tirándome a un lado para que dejara pasar los mozos-

-- Si –asiento intentando convencerlo y convencerme a mí misma-

-- Estabas llorando? –bajo la mirada- Vi que mamá llegó furiosa a la mesa, ella te dijo algo no?

-- Lo que debía oir –me encojo de hombros y veo como Jessica viene caminando hacia nosotros- Que soy una vergüenza para la familia

-- No lo eres, solamente... eres distinta a nosotros, y lo diferente siempre es visto mal. –toma mis manos- Se que siempre fui distante contigo, pero quería decirte que te quiero muchísimo, y que te voy a apoyar en lo que hagas siempre. Eres mi hermana, mi pequeña hermana.

-- Gracias Lucca –lo abrazo- yo también te quiero un montón, quiero que seas muy feliz –veo como Jessica llega a nosotros- Espero algún día volver y que todo se normalice.

-- Porque esto me suena a una despedida? –me separa un poco y me mira confuso-

-- Porque lo es. –sonrío limpiándome las lágrimas que nuevamente habían bajado.- Tengo una sorpresa para ustedes. –llamo a uno de los mozos y les digo que traigan, en realidad les había hecho una pintura, la más grande que pinte en mi vida. Me costó muchísimo trabajo, pero estaba totalmente satisfecha con el resultado.-

-- Oh dios mio! –escuche a Jessica gritar y sonreí. Senti sus delgados brazos rodearme- Es hermoso Alex, muchas gracias! Eres la mejor

-- Es perfecta hermana –dice mi hermano y yo observo mi pintura, eran dos novios en un atardecer- Es enorme, te habrá costado mucho trabajo.

-- Un poco, pero valió la pena –veo como todo están embobados viendo la pintura y siento que es mi momento de retirarme, cuando doy unos pasos hacia la salida siento un grito-

-- Oye guapa! –Sonrío y giro mi cuerpo, Ian tiene los brazos abiertos- Pensabas irte sin despedirte de mí.

Corro a sus brazos y creo que esa es la gota que colmó el vaso porque me desarmo en sus brazos, lloro, por mi madre, por mi familia y lo mucho que voy a extrañarlo. ¿Qué sería de mi sin este loco a mi lado?. El me abraza muy fuerte, casi que no puedo respirar, y creo que yo lo estoy abrazando igual de fuerte.

--Lo siento, creí que estabas afuera –susurro en su oído y siento algo húmedo en mi cuello, él está llorando también.-

-- Dime que vas a volver algún día, o sino... te juro que te encontraré y te traeré a rastras Alex Holly –me dice y yo río-

-- Voy a volver, por ti –me separo un poco de él y muerdo mi labio para evitar que un sollozo salga- Te voy a extrañar muchísimo

-- Yo a ti, mi amor –limpia mis lágrimas y yo paso mi pulgar por las suyas- Recuerdas como nos conocimos? –yo asiento-

-- Yo estaba llorando porque me había caído y tu comenzaste a llorar también –él ríe-

-- Entré en pánico de verte asi, tu pierna sangraba horrible

-- Ian, apenas me había hecho un raspón! –me vuelve a abrazar- Te amo mucho, mucho, mucho.

-- Ni te conocía y ya me preocupaba por ti –me da un beso en la frente- Yo te amo mucho más guapa. Sé feliz, donde sea, con quien sea, sé feliz.

-- Gracias, eres como mi alma gemela –nos separamos y yo sonrío.- Adiós mejor amigo de la historia.

Me doy la vuelta y salgo corriendo, cuando llego a la calle paro el primer taxi que veo y me subo a el. Veo como mi padre viene corriendo y gritando mi nombre, el taxi arranca y yo dejo atrás mi familia.

Agarro mis maletas y saco mi pasaje a Nueva York de adentro de un cajón, doy una última mirada a mi habitación y me sorprende encontrar un sobre arriba de mi cama. No lo había visto. Cuando lo abro veo que hay un boleto de avión y una nota.

"Una invitación a ser libre,

Conmigo.

J.D. Morgan"

Veo el boleto de avión, a California. Veo que el vuelo sale a las 22 y son 21:24.

Tomo los dos boletos, uno en cada mano y miles de cosas pasan por mi mente. Me muerdo el labio y rompo uno de ellos, suspiro y tomo mis maletas. Tengo que correr.

Asiento 27, asiento 27, asiento 27. Me repito mentalmente para no olvidarme, aprieto el agarre en mi bolsa, estoy nerviosa. Encuentro el asiento y veo que hay una persona allí, sé quién es. Él levanta la vista de su libro y me sonríe, yo también lo hago, aliviada, porque eso es lo único que siento ahora, alivio.