Despierto y siento algo húmedo en mi hombro, enseguida escucho una ronca risa y una queja. Sonrío y abro los ojos. Jeffrey está recostado en la cama, ya está vestido ¿qué hora es?, y veo como una criatura gatea hasta mi y muerde mi brazo.
--Nicholas, deja a tu madre –dice él entre risas y yo sonrío encantada, Nicholas ya tiene casi un año. Si, qué rápido se pasó todo.- Vamos preciosa, levanta tu lindo trasero, tengo que irme. –me quejo un poco pero termino sentándome en la cama- Valery avisó que no va a venir hasta el viernes, asi que te dejo este chiquito en tus manos. –besa la cabeza de Nicholas quien se queja un poco y besa mis labios.-
-- Vamos mi amor –tomo a Nicholas en mis brazos y lo dejo en la cuna que tenemos al lado de nuestra cama- Aguanta 5 minutos que tu mamá tiene que despertarse al 100%.
Agradezco que Nicholas saliera con el carácter de su padre, tranquilo. Porque si saliera como yo, nos haría la vida imposible.
A pesar de algunos problemitas en el embarazo, a final todo salió bien, y aca tengo a este hermoso hombrecito. Seguimos viviendo en California y no pienso irme nunca de esta ciudad, es como el paraíso en la tierra. Fuimos a Atlanta a visitar mis padres un par de veces, hace poco Ian se mudó a California también y agradezco, necesito alguien que me ayude a cuidar a Nicholas los fin de semanas, cuando tengo que pintar.
Valery esta los días de semana, ella básicamente solo controla a Nicholas por mientras que yo estoy pintando, no salgo mucho de casa, pero no puedo tenerlo conmigo en el estudio. Porque bebes y pintura, no es buena combinación. Entonces ella básicamente le pone un ojo encima cuando yo estoy pintando, y Jeffrey no está. Sino nosotros los dos solos nos bancamos bastante bien, Nicholas es super tranquilo y por las noches, casi nunca llora.
Si, casi nunca. CASI. Porque pasa toda la noche tranquilo, pero cuando Jeffrey y yo queremos hacer algo, asi como, tener algún contacto íntimo. Nicholas empieza a llorar y es desesperante. Creo que hace 6 meses que no tenemos sexo en nuestra cama porque es imposible con este niño. La única manera de tener sexo es en el despacho de Jeffrey, mando a Valery a jugar con Nicholas en su habitación y nos encerramos a disfrutar un rato.
Suspiro, a pesar de todo amo a este hombrecito con toda mi alma.
Dejo a Nicholas jugando en la alfombra y termino de abotonarme la camisa, ahora deje de usar las camisetas de Jeffrey para usar sus camisas, necesitaba algo para poder sacar mi pecho fácilmente y me niego rotundamente a usar camisón. Aunque por las noches, soy obligada a usarlos. No veo la hora de que deje el pecho, me duelen, cada vez que mama me termina lastimando.
Observo como Jeffrey entra y sonríe cuando ve a Nicholas, es un gran padre. Me mira y me guiña un ojo al ver que estoy mirandolo embobada.
--Podíamos llamar a Ian y Sebastián que se quedaran con él –me dice desde la sala, yo preparo la mamadera y se la alcanzo-
-- ¿Para?
-- Tener un fin de semana solo nosotros dos –mira a Nicholas- Por qué tu no me dejas tocar a tu mamá.
-- Jeffrey! –lo reprocho, aunque al final termino riendo- Esta bien. No creo que él tenga problema de quedarse con ellos, no va a ser la primera vez.
-- Iremos a un hotel, solos, por un fin de semana. –me mira- Eso suena malditamente bien no? –yo asiento-
-- Deja que llame a Ian.
Entro a la habitación y por momentos me siento nerviosa, hace mucho que Jeffrey y yo no estamos asi solos, solo nosotros dos. Con el embarazo mi cuerpo cambió, y tengo miedo que a él no le gusta. Nunca me había sentido insegura con mi cuerpo, pero ahora si lo hacía. Seguía igual de delgada, pero mis pechos estaban diferentes y tenía una cicatriz de la cesárea en el vientre.
--¿Pasa algo? –me dice Jeffrey en el oído- Te ves jodidamente bien.
-- Estoy igual que siempre
-- Entonces siempre te ves jodidamente bien –yo sonrío-
-- Estas diciendo eso solo para llevarme a tu cama...
-- ¿Está funcionando? –Vuelvo a reir y asiento-
-- Vas a hablarme sucio? –Susurro en su oído-
-- ¿Quieres que lo haga? –yo asiento- Entonces lo haré.
Comienza a besarme, los besos suaves y tiernos fueron dejados de lado, ahora me besa con hambre, con pasión y yo siento mis piernas de gelatina. 5 años después y sus besos siguen teniendo los mismos efectos en mí, acaricio su cabello y saco sus lentes, no quiero romperlos de nuevo. Sus manos agiles y conocedoras de mi cuerpo saben exactamente en que punto tocar para ponerme a mil, me saca la ropa y como siempre, termino yo desnuda y el vestido. Me sienta en su regazo y toma uno de mis pechos con la mano, enseguida me quejo.
--Me duele, amor –susurro contra su boca. En menos de 2 segundos siento sus labios rodear mis pezones y grito, es una mezcla de dolor y placer deliciosa. Sus dientes tiran un poco de mi pezón e inmediatamente siento mis piernas temblar, hace exactamente lo mismo con el otro y mi orgasmo llega, escondo mi cabeza en su cuello, estoy agotada.-
-- Estas más sensible que cuando estabas embarazada –besa mi cabeza y siento sus caricias en mi espalda- Me gusta.
-- Bueno, no es fácil tener a alguien chupándote y mordiéndote los pezones unas 3 veces por día –escucho su risa y me doy cuenta de lo que acabo de decir.- Tuviste suerte en que no salio leche
-- Ojala yo lo hiciera una tres veces por día –sonrío- Estas muy cansada?
-- No. Creo que ya estoy recuperada.
Vuelvo a besarle y termino por sacar su ropa, me vuelve a hacer el amor de esa manera única, con ese fuego que no se apagó ni disminuyo en 5 años.
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El novio de mi mamá. 《Jeffrey D. Morgan》
Fanfiction¿Cuál es el precio de la libertad? Eso me preguntaba cada vez que mi familia insistía en que tenía que estudiar en los mejores colegios, en las mejores universidades... las mejores carreras. Tendría que estudiar casi 20 años, para después trabajar o...