24.- "Corta con un cuchillo de sierra"

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Compre todo lo necesario en la tienda y ya iba camino a casa, revise la hora en el radio, 8:17 am, aparque el auto frente a la casa y baje con las bolsas de ingredientes, abrí la puerta y camine directo a la cocina, estaba encendiendo el horno cuando mi madre entro a la cocina.

-¿Qué vas a hacer Alonso?- dijo mi mamá mientras veía el interior de mis bolsas de compra. 

-Tengo un antojo de pastel de chocolate y frambuesas- dije sin darle mucha importancia.

Mi madre se quedo a ver como hacía mi pastel.

-Qué tal si hacemos galletas- dijo mi madre mostrándome un bote lleno de cortadores de colores.

-Claro - dije después de meter la mezcla para bizcocho de chocolate en el horno.

Le mostré a mi madre como hacer una masa simple para galletas, comenzamos a extenderla con ayuda de un rodillo y mi madre utilizo sus cortadores, todos eran en forma de corazones.

-¿Por qué sólo corazones?- dije curioso.

-En esta vida solo necesitamos amor y si viene en una deliciosa galleta es mucho mejor- dijo con una sonrisa.

Las colocamos en una charola y las metimos al horno, a mi bizcocho le falta un poco más, mi madre checo el reloj en su muñeca, eran casi medio día. Mi madre lavo sus manos y busco su bolso y las llaves del auto.

-Iré por Brau, cuida mis galletas ¡eh!- dijo mientras caminaba hacia la puerta.

Saque mi bizcocho del horno al igual que las galletas, lave los trastos sucios en lo que se enfriaban, desinfecte las frambuesas y las coloque en una pequeña olla, haría una mermelada de frambuesa para usarla de relleno, batí la crema de chocolate, ya todo estaba listo para montar.   

Mi madre llego junto con Braulio.

-¿Vamos a comer pastel?- dijo emocionado. 

Me limite a asentir, coloque el bizcocho ya frió en una base giratoria, lo corte por  la mitad y con ayuda de una espátula disperse la mermelada de frambuesa. Mi madre y Braulio solo observaban lo que hacía, me sentía un poco nervioso, coloque la otra mitad del bizcocho y comencé a usar la crema de chocolate, no buscaba un terminado perfecto, quería algo muy rustico. 

Termine de decorar el pastel, ahora estaba con mi madre y Braulio haciendo un glase real, ara decorar las galletas, mi mamá fue algo cursi al elegir los colores, todo era rosa, comenzamos a decorarlas, para ser la primera vez que ellos decoraban galletas quedaron muy bien. 

Mi madre paso todo el día haciendo postres conmigo, Braulio se aburrió después de un rato y fue a ver Hora de Aventura. eran casi las 7 de la noche cuando mi padre nos termino sacando de la cocina casi a rastras, teníamos toda una mesa de postres, creo que el día madre-hijo se salio un poco de control. 

Mi padre decidió darles algunos postres a los vecinos, eran demasiados para que los comiéramos solo nosotros, mi madre lo acompaño, Brau y yo nos quedamos viendo la tele. 

-¡La lluvia de estrellas!- grito de repente Braulio.

-¿A qué hora seria?- pregunte.

-No lo sé, no recuerdo- dijo con un puchero. 

subí las escaleras ara llegar a mi habitación y tomar mi celular, buscaría la hora de la lluvia de estrellas, desbloquee la pantalla y vi que tenía 25 llamadas perdidas... de Jos, tal vez se preocupo que no fuera a la escuela hoy, estuve a punto de devolverle la llamada cuando recordé verlo besando a Rebeca, "sólo un amigo", resonaba en mi cabeza, mis ojos comenzaban a humedecerse. Alguien abrió la puerta de mi habitación, era Braulio.

-¿Alonso?- pregunto.

Limpie mis ojos, no quería llorar frente a mi hermanito.

-Perdón, estoy buscando a que hora será la lluvia de estrellas- dije con una sonrisa pequeña, toque algunas veces la pantalla de mi celular -serás a las 10:30, faltan cerca de dos horas- finalice. 

Decidimos bajar a la cocina, Brau quería más galletas, yo aun no probaba mi pastel de chocolate, busque un cuchillo y comencé a partir una gran rebanada cuando escuche el timbre. 

-Yo voy- dijo Brau corriendo hacia la puerta principal.

-¡Alonso!- grito desde la puerta -Es el chico de las cejotas- volvió a gritar. 

-Jos..- dije en un susurro, camine hacia la puerta, estaba platicando con Braulio.

-Entonces mi hermano hizo un pastel enorme de chocolate, creo que esta triste, por eso no fue a la escuela- interrumpí a Braulio.

-Oye Brau, hay un animal ahí, señale el piso y Braulio se metio corriendo a la casa, aveces me aprovechaba de su miedo a los animales.

-¿Qué haces aquí Jos?- dije con tono casi fastidiado.

-No respondiste mis llamadas en todo el día, quería verte, dijo mientras veía sus zapatos -Necesitamos hablar Alonso- dijo mientras alzaba su mirada, nos miramos fijamente a los ojos.

Era momento de aclarar todo... 


Príncipe de Chocolate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora