Después de la lluvia de estrellas fuimos a dormir, mañana tenía que ir a la Uni, no me agradaba del todo, soy compañero de Jos en la mayoría de clases, pero supongo que podremos solucionarlo.
Ya era un nuevo día, me encontraba desayunando cuando llego Braulio tallando sus ojo derecho con ayuda de su mano, en pijama y con el cabello todo alborotado.
-Buenos días- dije terminando de beber un vaso con jugo de naranja.
-Buenos días- sonaba adormilado.
Le acerque el cereal y un plato hondo, revise en el refrigerador la leche, pero no la encontraba.
-Brau ya no hay leche- dije aun viendo el interior del electrodoméstico.
-Mamá dijo que la traerías anoche- su voz adormilada tenía toda la razón.
Mi madre iba entrando a la cocina con un cartón de leche
-Sabía que la ibas a olvidar- dijo tomando mi mejilla y pellizcandola.
Después de desayunar tome mi mochila, me despedí y emprendí camino a la escuela.
Llegue al salón de "Seguridad e Higiene", era la clase más aburrida de todas, sólo leíamos un pequeño libro de normas para las empresas que manejan alimentos y bebidas.
tome asiento, frente al escritorio del profesor, no había muchos lugares disponibles, me alegraba que esta clase no trabajáramos en equipo.
Alguien de repente cubrió mis ojos con sus manos.
-¿Adivina quién soy?- fingió un tono de voz grueso.
Tome sus manos, pensé que era Jos pero estas manos se sentían suaves, no eran las del ojimiel, segundos después fueron bajando hasta abrazar mi cuello.
-Hola dulzura- susurro en mi oído, un perfecto acento español.
Era el chico del intercambio, ¿por qué me estaba abrazando la espalda?, deshice su agarre de mi cuello y voltee a verlo, estaba molesto.
-¿Qué haces aquí?-
-Esperando a que llegue el profesor, no sabía que estaríamos en el mismo grupo dulzura - mostró una sonrisa tan coqueta que llegaba a incomodar.
-¿Cómo es...- me vi interrumpido por el carraspeo de alguien ajeno a la conversación.
-Alon, buenos días- era Jos, me dedico una sonrisa. -¿Ya conoces a Abraham?- su tono se volvió serio, creo que lo agrada el nuevo.
-¿Bromeas?- dijo el español -Estuvimos a nada de besarnos, esta dulzura es traviesa- volvió a dedicarme su sonrisa coqueta, esta vez acompañada de un guiño.
-¿Estas loco?, sólo te di un tour por la escuela- estaba molesto, cómo se atrevía a decir eso y frente a Jos.
-Alon, ¿nos sentamos atrás?- Jos puso una mirada de suplica.
Antes de poder responder el profesor entro al salón, se veía molesto.
-Señor Canela, tome asiento- después de esa orden, lo confirme, el profesor si estaba molesto.
No pude cambiarme de asiento, tuve que soportar a Abraham y su hostigamiento toda la clase, me estuvo mandando notas con frases como "Si besarse es contagiar gérmenes, ¿qué te parece si empezamos la epidemia?" o "¿Es amor a primera vista o vuelvo a pasar?".
Abraham pidió permiso ara ir al baño y di gracias a todo lo místico del universo, di un pequeño vistazo hacia Jos, tenía su vista fija en mí, mostro una pequeña sonrisa y me saludo con su mano. Verlo así me hacía sentir culpable por lo de ayer, tal vez debería comprenderlo...
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Príncipe de Chocolate.
Fiksi Penggemar"El chocolate posee un auténtico don para arreglar problemas. Unos instantes de tristeza, una jornada estresante, una discusión, una recompensa, un placer secreto... El chocolate siempre nos brinda una respuesta" - Trish Deseine.
