Capítulo 6

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Cuando el shock había terminado había subido corriendo hacia su habitación. ¿Cómo podían? ¿Es que acaso su madre no había entendido que no le gustaba modelar? Sus pensamientos daban vueltas y vueltas, aún que no quisiese otra vez estaría bajo las luces de las pasarelas, con toda esa gente falsa y además tendría que volver a bajar de peso, allí nadie aceptaba a niñas con un gramo demás. Se dejó caer en el suelo apoyada en su cama, no era un sacrificio enorme volver a modelar, Roonie lo sabía, el sacrificio era volver a ver a Blanca, a esa monstruosa mujer cada día, cada noche, de solo pensarlo se le revolvía el estómago. ¿Y si le decía a su madre? ¿Le creería? Por supuesto que no, Blanca había sido inteligente al hacerse amiga de su Madre, ahora tenían un lazo que no se podía romper, se maldijo por ser tan estúpida y no haber actuado antes.

Volvió a levantarse, quedando frente al enorme espejo de su habitación, Roonie no se consideraba fea, pero tampoco creía que destacaba tanto como todos se lo hacían saber, solo un par de pecas esparcidas por su blanquecina piel, el cuerpo delgado, los ojos brillantes y labios carnosos rosa pálido le hacían destacar sobre el resto, lo demás era típico: el cabello rubio, la figura definida, los rasgos finos, todo era normal para ella. Seguía examinándose, también en su mente habían otras dudas ¿y si no era suficiente? ¿si las demás modelos eran infinitamente más lindas y buenas que ella? ¿Qué le quedaría? A pesar de todo, Roonie era una adolescente y ciertas dudas y complejos eran normales, o eso creía ella.

Un leve toque en su puerta hizo que inmediatamente se pusiera en guardia, dejó que pasaran unos segundos y nuevamente volvieron a tocar, suspiró y gritó que pasaran. Algo de ella sabía que en menos de un segundo Blanca estaría frente a ella, así que agarró distancia y cogió lo primero que encontró, un zapato gastado, bien hecho Roonie, seguro un zapato viejo te salvará de sus garras- pensó. Pero ya era tarde y la figura alta y delgada de Blanca ya estaba frente a ella.

-Vengo en paz Roonie- la rubia le miró confundida- quiero que hablemos nuestras cosas, ahora que seré tu manager no espero encontrarte en posición de ataque cada vez que nos veamos.

Blanca se acercó más, lo suficiente como para que Roonie sintiera su respiración.

-Bueno, lamento lo sucedido con tu cabeza- soltó una risita- pero tu no debiste salir corriendo así tontita.

Roonie sentía sus venas hirviendo ¿Qué se creía esta mujer? Estaba dispuesta a lanzarse sobre ella, pero Blanca avanzó hasta su cama y se sentó mirándole con una sonrisa.

-Dejando eso a un lado- se arregló unos mechones de cabello- sabes que me gustas Roonie, y que quiero hacerte mía a todas horas- Roonie sintió ganas de vomitar- pero quiero que vayamos lento, ya noté que tu no sientes lo mismo por mi, y eso me lastima ¿sabes?- le dirigió una mirada seria- así que te tengo una propuesta cariño.

-Yo no quiero nada contigo Blanca- suspiró- eres repugnante para mi y no creas que olvidaré tan fácilmente esto- señaló su vendaje- cada acción tiene su consecuencia así que te sugiero que andes con cuidado.

Blanca se quedó paralizada, no esperaba que Roonie respondiera así, mas bien esperaba que le echara luego de intentar besarle, Blanca cambió de táctica.

-Muy bien cariño, lo entiendo- volvió a sonreír- aún así quiero que escuches mi propuesta, luego de que decidas me voy- Roonie le miró seria- te lo prometo.

No le miró unos segundos ¿debería confiar? Obviamente no, pensó. Le escucharía le diría que no y luego la mandaría al carajo.

Roonie subió su mirada cruzándola con Blanca y asintió, está aplaudió como niña pequeña.

-Okey-río- sabes que me encantas y que me muero por tocarte a cada minuto- le miró con deseo- y como se que quieres que te dejé tranquila te tengo un trato.

Roonie(Temática Lésbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora