Roonie(Temática Lésbica)

Capítulo 11

-Se suponía que las nuevas fotografías se harían la semana siguiente-una pausa-lo sé... no, pero..-un leve grito despertó a Roonie y su cansada cabeza de un salto- ¡Vale! ¡estaremos allí de inmediato!

Roonie volvió a cerrar sus ojos, poniendo su cabeza bajo las sábanas e intentando retomar el sueño.

-¡Roonie!

Alguien había entrado a su habitación y ahora sacudía su cuerpo desesperadamente.

-Roonie!!

-¿Qué?- aún no podía salir del sueño que caía sobre sus ojos, vio la silueta de su madre y de a poco comenzó a despertarse.

-Roonie cariño!-su madre se levantó de golpe- tienes que vestirte inmediatamente, la agencia de tony va a hacer un desfile hoy ¡y te quiere allí! ¿no es maravilloso?!

-¿tony?-sacudió su cabeza-¿desfile?

-Sí!- su madre lanzó un vestido sobre su rostro- ¡te quiero lista en dos minutos!-y se fué parloteando de su habitación.

-Que buena despertada-suspiró, se arregló lo más que pudo, lavó sus dientes y cabello y bajó rápidamente los escalones hacia el estacionamiento.

-¡Apresurate Roonie!-su madre ya estaba en el coche, vestida de traje elegante y negro-si tenemos suerte llegaremos a la hora.

Su madre condujo sin importarle la velocidad, Roonie aún no podía despertar del todo pero presentía que algo olvidaba.

Al llegar a la agencia no pudo seguir pensando, entró al enorme edificio siguiendo los pasos rápidos de su madre hasta el ascensor. Llegando al último piso fue alejada de su madre y llevada a maquillaje, era de las últimas modelos en llegar.

-Nos encontramos nuevamente-la mujer que antes le había maquillado se hallaba detrás suyo-y sigues sin decir palabra, definitivamente eres tú.

Roonie asintió y cerró sus ojos para no ver el rostro de la maquilladora, algo le traía mala espina al estar con esa mujer.

-¿estás nerviosa?-recordó su nombre: Charlotte, asintió aún con los ojos cerrados-yo también lo estaría-suspiró- llevo trabajando para tony casi un año y he visto modelos fracasar y brillar, tengo fe en que serás una de las mejores.

-Gracias-aún no podía mirarle pero oía sinceridad en sus palabras.

-No hay de qué-dejó de maquillarle-ya estás lista, que tengas suerte.

Le miré un par de segundos, y luego salí caminando inseguramente. Lo primero que hicieron fue cogerme del brazo y arrastrarme al primer cambiador, un vestido negro y con rayas cubrió mi delgada piel.

-En dos minutos sales-la mujer que me había arrastrado desapareció detrás de la cortina, comencé a temblar de nervios, hace años que no había pisado pasarela, había olvidado la mayoría de cosas que debía hacer, intenté recordar algún vestigio en mi memoria y nada llegó.

-Debes salir rubia-nuevamente la arrastraron hasta el inicio de una larga fila de mujeres vestidas tan lujosamente como Roonie, todas parecían ser mayores de edad ¿acaso era la única adolescente? A medida que pasaban los segundos y avanzaba la fila, Roonie intentó tranquilizar su mente, y por extraño que pareciese Artemis apareció en ella, su rostro y sus labios dieron calma absoluta al cuerpo de Roonie, quizás no se sentía segura del todo, pero la idea de que quizás Artemis pudiera estar en el desfile le animaba y le daba tranquilidad. Suspiró pesadamente y cuando salió a desfilar un montón de flashes irrumpieron su vista, aún así sonrió lo mejor que pudo y desfilo avanzando cada paso como podía, unos cuantos aplausos subieron su ánimo y cuando volvió al cambio de vestimenta se sentías más segura que nunca.