Las semanas habían pasado bastante rápido, y durante ese tiempo me había tenido que hacer a la idea de acostumbrarme a estar en todo esto. Mi padre me había dicho que actuara, que fingiera todo pero sin ser muy obvia. Pero no podía, no quería dar una mala imagen de mi.
-Lista -avisó Lauren y su rostro se iluminó por un momento con una brillante sonrisa.
Me miré en el espejo, el vestido era hermoso. Me giré a ver a Lauren y me permitió darle un abrazo, a pesar de ser una ama de llaves yo la consideraba mi madre. Porque era la única que mostraba cariño por mi, era la única que sabía aconsejarme y siempre estaba allí para mí.
-Te quiero mucho, Lauren -le dije antes de separarnos.
Los pétalos blancos que adornaban el pasillo hacia el altar se veían muy lindos desde el ángulo donde yo estaba. Cuando llegamos al frente tome la mano de Zayn y me sonroje ligeramente.Después de una hora la ceremonia se acabó, nos dirigimos de inmediato al salón de fiesta y un juez nos esperaba para casarnos por medio de la ley. Media hora después oficialmente, frente a cualquier persona, era esposa de Zayn.
-Esto es hermoso -dije sonriendo mientras inspeccionaba el lugar.
-¿Te gusta, eh? -dijo Zayn riendo.
-¿Bromeas? Es genial -le conteste y me uní a su risa.
El resto de la noche fue muy especial, el primer baile juntos, las sonrisas, las felicitaciones, todo. Me senté en una silla y deje salir un suspiro de cansancio. Mi padre caminó hasta mi junto a Zayn.
-Cariño, te sientes bien? -preguntó mi padre y se acercó.
-Si, solo estoy cansada -le respondí con una media sonrisa.
-El chofer esta esperándolos, pueden irse cuando quieran, después de todo ya no queda casi nadie -dijo mi padre antes de darse media vuelta y caminar hasta un par de señores que lo esperaban con una botella de vino en mano.
Pasaron alrededor de veinte minutos, mis ojos pesaban del cansancio que tenía y lo único que quería era aventarme a una cama y dormir hasta que me cansara. Llegamos a una hermosa casa, creí que era casa de Zayn pero al entrar me di cuenta de que no lo era.
-Compraste esta casa? -pregunté en cuanto entré.
-No, bueno si, con ayuda de mi madre -respondió y mi cara se lleno de vergüenza.
-No debiste hacerlo, de seguro les costó bastante...te lo compensaré -le respondí y vi que mis maletas estaban apiladas en una esquina. Las tomé.
-No es necesario, es nuestra casa a partir de ahora, es hermosa no? -preguntó subiendo las escaleras. Lo seguí hasta llegar al segundo piso.
-Si, es muy hermosa -afirme.
-Me apena preguntarte esto, pero no quiero hacerte sentir incomoda, quieres un cuarto para ti? -preguntó y sonreí.
-Por el momento te lo agradecería -conteste y me regalo una sonrisa. Me guió hasta una habitación enseguida de dónde estábamos y al entrar puse las maletas frente a la cama.
-Espero que pases una linda noche, supongo que comenzará a llover en cualquier momento así que iré a ver si el chofer ya se ha ido -dijo y asentí antes de que se fuera.
Acomode una poca de ropa en el armario, me quite el vestido y me puse una piyama. Me quite el maquillaje y el peinado, lave mi cara y mis dientes antes de acostarme. Apague la lámpara y cerré los ojos.
Pensé que caería rendida, pero no podía dormir, los rayos y los truenos no me dejaban. Me daban miedo. Siempre que pasaba eso me iba a dormir con Lauren, o cuando ella no estaba abrazaba a un oso que me habían regalado de pequeña. Pero no tenía ambas cosas.De un momento a otro salte de la cama y corrí hasta el cuarto de Zayn, me apenaba tener que despertarlo pero no encontraba otra solución.
-Zayn -lo llame y lo zarandee lentamente. Abrió sus ojos y me miró confundido.
-Que pasa? -preguntó y se medio re acomodo.
-Podría dormir aquí? -pregunté y al escuchar un ruido del cielo salte a la cama y me abrace de él.
-Claro, linda -me respondió.
-Yo...lo siento, podría dormir en esta esquina -dije y se rió.
Me puse la cobija encima y cerré los ojos, al momento sentí que me abrazaban por la cintura.
-No te dejaré sola -escuche que susurró en mi oído.
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Casados a la Fuerza -Z.M-
FanfictionSu vida estaba llena de problemas y aún así lo peor apenas comenzaba justo cuando su padre le dice que tendrá que casarse con un extraño.